Santa Catalina, San Pedro y la Magdalena
Datos principales
Autor
Fecha
1475 h.
Material
Museo
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Tras pasar por la villa dálmata de Zadar, Carlo Crivelli se asentó en Ascoli Piceno en 1468 trabajando en los retablos y las decoraciones de la ciudad. Posiblemente sea ésta una de las primeras obras que pintó en Ascoli, resultando sorprendente el empleo de fondos dorados y la estilización de las figuras, incluso la disposición del retablo en pequeñas calles, recuperando aspectos góticos ya en el último cuarto del Quattrocento, quizá por exigencias de la clientela. Sin embargo, las figuras son escultóricas siguiendo a Mantegna , forzando las líneas de los pliegues y los miembros hasta límites insospechados. Para mostrar su preocupación por la perspectiva proyectará algún miembro de los santos hacia el espectador, como hacía Masaccio 50 años antes. Las dos santas vistas casi de perfil recogen un acentuado contraste entre sus vestidos y expresiones: pícara y provocativa la Magdalena, mística santa Catalina. En algunas zonas de la tabla se acusa cierta planitud mientras que en otras la volumetría resulta destacable. De esta manera, Carlo Crivelli se presenta como un maestro de contradicciones, cuyas figuras parecen de una época anterior pero que se preocupa por conceptos típicos del Renacimiento .