Santa Ana, la Virgen y el Niño
Datos principales
Autor
Fecha
1519
Estilo
Material
Dimensiones
60 x 49,9 cm.
Museo
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Los asuntos religiosos fueron para Durero un constante caballo de batalla, dada la terrible situación espiritual que vivió Alemania en el siglo XVI, situación que dio lugar a un cisma con Roma y a continuas matanzas por las luchas religiosas.Sin embargo, en este caso concreto, Durero se aproxima al hecho religioso de una manera muy diferente, lejos de las visiones atormentadas y profundamente teológicas. En este caso, Durero ha fijado su mirada sobre una íntima visión de Santa Ana, su hija la Virgen María, y el pequeño Jesús. La protagonista de la tabla es Santa Ana, que gozaba de una extensa devoción en Alemania. Su brillante vestido blanco a la moda nuremburguesa atrae la mirada del espectador y está plasmado con gran realismo. La madre apoya su mano en la hija, que está completamente absorta en la adoración de su hijo, conformando ambos una escena diferente, a otro nivel, en el que nos introduce la figura de Santa Ana, tradicional intercesora entre los fieles que le profesaban su devoción y la figura sagrada del hijo de Dios.