El sátiro y la familia de campesinos
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Este curioso lienzo ilustra una fábula de Esopo: un granjero había invitado a comer a un sátiro, figura mitológica de la Grecia antigua. El sátiro vio cómo el granjero se soplaba las manos para calentárselas, y acto seguido, soplaba en la sopa para enfriarla. Creyendo que la familia trataba de reírse de él y ponerle en ridículo, se levantó con ímpetu, airado. Jordaens ha mezclado la fábula antigua con la historia contemporánea. El sátiro, un monstruo fantástico con pies de cabra y desnudo, está perfectamente integrado en la cena de una familia holandesa del siglo XVII. La mujer que sirve las frutas es la propia esposa del pintor y todos los útiles o animales que aparecen en la escena son propios de la época de Jordaens. Así pues, un cuadro mitológico se ha convertido en un cuadro costumbrista, un documento de la época del pintor. Esta obra es además una de las más próximas al estilo de los caravaggistas de Utrecht, con un fuerte contraste de claroscuro, la gran verosimilitud de las figuras que parecen reales y esa demora placentera en los detalles vulgares, como las arrugas de los ancianos, los pies sucios o la pobreza de los materiales.