Paisaje con Céfalo y Procris reunidos por Diana

Datos principales


Autor

Claude Lorrain

Fecha

1645

Estilo

Barroco Francés

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

102 x 132 cm.

Museo

National Gallery de Londres

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Claudio de Lorena, más aún que Nicolas Poussin, es considerado habitualmente como el fundador del género paisajístico clásico, y su influencia es determinante en los paisajistas franceses y británicos de los siglos XVII y XIX. Como la mayoría de los pintores barrocos, buena parte de sus temas procedían de la mitología clásica, en especial de las "Metamorfosis" de Ovidio. Este es el caso de la historia de Céfalo y Procris, en el que el artista introduce ciertas modificaciones. El ateniense Céfalo se encontraba casado con la bella Procris, hija del rey Erecteo de Atenas. Sintiendo dudas de la fidelidad de su esposa, Céfalo la puso a prueba con una estratagema, cuyo resultado fue una aparente infidelidad. Procris huyó entonces al monte, en donde se reunió con la diosa Diana y sus cazadores. La diosa le entregó un perro de caza y una jabalina que nunca erraba el blanco. Céfalo, acosado por los remordimientos, fue a reunirse con ella, ofreciéndole el perdón. Claudio de Lorena sitúa esta reconciliación ante Diana, aunque no suceda de esta manera en el relato ovidiano. Como prueba de aceptación, Procris entregó la jabalina y el can a su marido. Sin embargo, poco después fue la esposa la asaltada por los celos. Siguió a su marido en una cacería, y se situó tras un matorral para espiarlo. Alarmado por el ruido en el follaje, y pensando que se trataba de un jabalí, Céfalo lanzó su arma y dio muerte a su amada esposa. Como sucederá en su amigo Poussin a partir de los años cincuenta, la narración, las figuras, se inscriben en un paisaje que lo domina todo, un paisaje apacible y, en cierta medida, ajeno a los avatares humanos. Claudio de Lorena inscribe las figuras no como elemento decorativo o añadido al paisaje, seguramente basado en sus dibujos y apuntes del natural, a pesar de su escaso interés y habilidad por el retrato y la representación humana; las figuras le sirven para plantear la relación entre lo humano y lo natural, o entre lo mortal y lo eterno.

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