Inmaculada
Datos principales
Autor
Fecha
1621-35
Estilo
Material
Museo
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Pacheco será el encargado de imponer las normas iconográficas en la Sevilla del siglo XVII debido a su excelente relación con el cabildo catedralicio gracias a su Academia Literaria, tertulia en la que participaban los más notables personajes sevillanos de su tiempo, que se reunían en su casa. La figura de la Inmaculada la repitió insistentemente durante unos quince años (1621-1635) existiendo apenas variaciones. Ésta que contemplamos aparece sola, sin el característico acompañamiento de querubines, apoyada sobre una media luna - aludiendo al triunfo sobre el Islam -, con túnica blanca (pureza) y manto azul (de eternidad). Sobre su cabeza porta una elegante corona dorada y doce estrellas rodean su bella efigie. Es representada casi como una niña, rubia, con la mirada baja y las manos juntas a la altura del pecho - siguiendo la visión de santa Brígida de Suecia -, envuelto su cuerpo en una aureola dorada que indica lo sobrenatural. Rodeada de nubes, en la zona baja podemos contemplar una ciudad - podría tratarse de una vista idealizada de Sevilla - abierta al mar donde navega una carabela. La dureza de la figura es característica de la obra de Pacheco, apreciándose una importante influencia de la pintura flamenca y ciertos rasgos manieristas . Los colores son intensos, especialmente el azul, creando un extraño efecto, casi místico, a través de la luz.