Sagrada Familia
Datos principales
Autor
Fecha
1630
Estilo
Material
Dimensiones
136 x 128 cm.
Museo
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Zurbarán en este lienzo representa a la Sagrada Familia como tal, puesto que hay otros cuadros con estos personajes que suelen aludir a episodios de la infancia de Cristo, y no a la Familia como idea, que es lo que aquí aparece. Esta idealización de la familia se acentúa con la presencia de Santa Ana y San Joaquín, padres de la Virgen, puesto que San Joaquín estaba muerto cuando la Virgen tuvo al Niño. También está San José, como un hombre joven y protector, al tiempo que les acompaña el niño San Juan Bautista. Este lienzo tiene un marcado acento italiano, que se aleja de la realización más personal de Zurbarán. Los rostros están mucho más idealizados, mientras que el maestro solía realizar auténticos retratos naturalistas en sus personajes. La belleza de María recuerda la de pinturas renacentistas por el perfil y el canon empleado. El San Juanito parece uno de los golfillos de pies sucios que solía emplear Caravaggio para sus ángeles. La escena está llena de significados ocultos, de los cuales desvelamos los tres más importantes: María lleva en su mano para entregarla a su hijo una manzana, que significa el pecado original del que ella está libre y que su hijo lavará de la estirpe del hombre. San Juanito ofrece a María un cesto lleno de rosas de tres colores, rosas, rojas y doradas, que simbolizan las oraciones del Rosario, una ritual sobre los gozos y los dolores de María por su hijo. Por último, el niño Jesús le da a su madre una pasionaria, flor que había sido recientemente descubierta en América. Esta flor se caracteriza porque su cáliz y sus pistilos tienen la forma de los instrumentos de la Pasión -los clavos y la corona de espinas-, por lo que rápidamente se identificó con Cristo.