Dámaso Berenguer

Figura prestigiosa dentro del Ejército, participó en las campañas de la guerra de Marruecos

Marruecos y Annual

Tras 1898 la acción colonial española se redujo tan sólo a África y en ella su presencia fue decreciente y escasamente remuneradora. La clase política optó por permanecer en el norte de África por una mezcla entre el orgullo nacional y la necesidad de aceptar la responsabilidad atribuida por el resto de las potencias. En 1919 el general Berenguer siguió una política de penetración lenta pero resuelta, con una utilización sólo circunstancial de la fuerza. Esta estrategia triunfó ampliamente en la zona occidental pero en la oriental, el mucho menos prudente general Silvestre actuaba con imprudencia y excesivos riesgos. En esa zona oriental Abd-el-Krim acaudilló la reacción de los rifeños y, a mediados del mes de julio de 1921, fueron atacados los puestos españoles de Annual e Igueriben.

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en 1909, siendo ascendido a general. En 1918 fue nombrado ministro de la Guerra y poco después se hizo cargo de la Alta Comisaría de Marruecos. Preparó un ambicioso plan para lograr la definitiva ocupación del protectorado en el que obtuvo algunos éxitos iniciales

Marruecos y la política exterior de la Dictadura

En relación con Marruecos, el general Primo de Rivera siempre se había declarado abandonista y era consciente de la impopularidad del tema marroquí entre las clases populares. Pero la ofensiva de Abd-el Krim sobre españoles y franceses forzó la colaboración de ambos, que se tradujo en la vistoria de Alhucemas. Durante este período la política exterior española se mantuvo dentro del marco tradicional de lo que había sido la posición española en el contexto internacional, basada en una dependencia de Francia y de Gran Bretaña debida a la situación geográfica de nuestro país. También se produjo un acercamiento a la Italia de Mussolini.

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pero que se vino abajo con el desastre de Annual en 1921. Fue procesado y separado del servicio activo. Al llegar la Dictadura

La dictadura de Primo de Rivera

A comienzos del año 1923 el problema de Marruecos había exacerbado las tensiones del sistema político mientras que los partidos que lo protagonizaban se mostraban incapaces de llevar a cabo una renovación, hundiéndolo en el desprestigio y la radical inestabilidad. El golpe de Estado del general Primo de Rivera no fue provocado por el temor a la revolución, sino por la incapacidad del propio sistema parlamentario en un momento en que la derrota de Marruecos daba una especialísima relevancia al Ejército.

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de Primo de Rivera

Miguel Primo de Rivera

Político español, (Cádiz, 1870-París, 1930). Encabeza un golpe de estado que le sitúa al frente de una dictadura entre 1923 y 1930, en la que solamente la pacificación de Marruecos y en cierto sentido el ámbito de las obras públicas pueden señalarse como consecuciones positivas.

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fue amnistiado y en 1924 se le nombró jefe de la Casa Militar del Rey. Cuando en enero de 1930 se retira Miguel Primo de Rivera, Alfonso XIII

Alfonso XIII

Rey de España (1886-1941; gobierna entre 1902-1931), vivirá un periodo de regencia presidido por su madre María Cristina, alcanzando en 1902 la mayoría de edad, con lo que empieza su gobierno personal. Durante éste, la crisis de la Restauración se pone de manifiesto con el golpe de Estado de Primo de Rivera y la Dictadura. Las elecciones de 1931 desencadenarán la proclamación de la II República y el exilio del monarca, instalándose en Roma.

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le nombra jefe de Gobierno

El gobierno Berenguer

Tras el abandono del poder de Primo de Rivera sucedió uno de los procesos políticos más complicados que cabe imaginar: el tránsito de una dictadura a la normalidad constitucional de 1876. Primo de Rivera no sólo no fue capaz de imaginar un nuevo sistema político sino que deterioró a la Monarquía y al limitado sistema liberal existente. Pero el colapso de la Monarquía, que sorprendió tanto a sus partidarios como a sus adversarios, no fue consecuencia tan sólo de la dictadura precedente sino también de la forma que tuvo Berenguer de enfocar el proceso transicional.

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. Pero los intentos del general Berenguer de convocar a unas elecciones no dieron resultado porque fueron desoídos por los partidos políticos. Finalmente, en febrero de 1931, cede la jefatura del Gobierno al Almirante Aznar. Escribió un libro titulado "De la Dictadura a la República" contando sus experiencias al frente de la nación.