Félix María de Samaniego

Su educación discurrió bajo los consejos de Gaspar Calvo y luego acudió a la Escuela de Gramática de Laguardia para estudiar humanidades. Para completar su formación se trasladó a un colegio de jesuitas en Bayona y más tarde a Burdeos. En estos años nació su interés por la cultura, por lo que desde entonces seria un asiduo de la tertulias y un excelente conversador. Al regresar a su pueblo natal, se dedicó a recorrer la provincia. Fue uno de los principales colaboradores en la fundación de la Sociedad Patriótica Bascongada de Amigos del País, a imitación de las que ya existían en Europa. Esta no fue la única institución en la que colaboró, de acuerdo con su espíritu ilustrado trabajó en la creación del Real Seminario Bascongado de Vergara, un centro de enseñanza. Con la llegada de los Borbones al reino y la centralización de España, intervino en el litigio creado con al País Vasco, en relación a sus privilegios forales. Al mismo tiempo desarrolló un gran labor como escritor y publicó "Fábulas". En esta obra se aprecia la influencia de La Fontaine y otros autores clásicos como Esopo o Fedro. Intervino en numerosos debates sobre literatura y teatro, mostrándose a favor de las tendencias neoclásicas y de la ilustración. Como literato le fue mucho mejor que como mediador, por lo que finalmente regresó a su tierra natal. Allí, se decantó por la literatura y mantuvo más de un enfrentamiento con Iriarte de esta naturaleza. En 1792 se retiró a su localidad natal. Coincidiendo con estas fechas tuvo que enfrentarse a la Inquisición al ser acusado de leer libros prohibidos. Por otra parte, en tiempos de la invasión francesa sus propiedades en Guipúzcoa se vieron seriamente afectadas. De su legado literario, además de "Fábulas", merece la pena mencionar el "Jardín de Venus", una obra que recoge cuentos eróticos y que quedó inédita. Su producción se completa con una serie de poesías y algunos trabajos de crítica teatral.