Santa Leocadia
Desarrollo
Perteneciente a una familia noble de Toledo , cuando todavía era una niña fue denunciada por creer en el el cristianismo, por lo que tuvo que comparecer ante el gobernador Daciano. A pesar de las presiones, nunca renegó de sus creencias cristianas, por lo que fue encarcelada y torturada hasta morir. Su sepulcro rápidamente se convirtió en un lugar de culto y allí se levantó una basílica. En esta iglesia posteriormente se convocarían varios Concilios. En el siglo IX, con la invasión árabe, su cuerpo fue trasladado a Oviedo, donde también se encontraba el de San Ildefonso y luego fue llevado a Flandes. Su cuerpo regresó a Toledo en el siglo XVI en pleno conflicto religioso con los Países Bajos.