Qusayr Amra (Qasr Azraq)
Localización
Desarrollo
Qusayr Amra significa literalmente El Castillo Rojo. Este apodo se debió al material con el que fue construido, piedra rojiza, que lo hacía destacar como un rubí sobre su entorno ocre y amarillento.Fue construido entre el siglo VII y el VIII por la dinastía Omeya, la primera en ostentar el califato de la naciente cultura islámica. El momento era pues, de luchas intestinas por establecer el poder y resistir frente al empuje de otras civilizaciones, como la seleúcida, la bizantina o el cristianismo, aún demasiado débil como para resultar amenazante.Esta tensión de época se compensó con el hedonismo imperante en la cultura árabe, que tradicionalmente había cultivado los placeres tanto del intelecto como de los sentidos. El resultado material de esta conjunción fue el palacio o castillo. Funcionan como enclaves defensivos a la vez que como villas de placer en el más puro estilo romano. Como éstas, se localizaron en las afueras de los núcleos urbanos, e incluían extensas zonas de recreo tales como cotos de caza, jardines, termas y terrenos de explotación agrícola para su propio sustento.El tipo más frecuente de este castillo era de planta cuadrada con torreones en las esquinas, con dos pisos de altura, un patio central porticado de herencia clásica -el peristilo-, una mezquita, un salón del trono, el haman -las termas- y los bayts -las dependencias para habitación-.De este precioso conjunto tan sólo nos queda en pie la zona del haman o termas, con un frigidarium o zona de baños fría, que fue ostensiblemente ampliado para albergar una sala de reposo y esparcimiento.No sólo su importancia arquitectónica nos podría llamar la atención, sino las pinturas que adornan sus paredes, sorprendentes para la visión del espectador occidental, considerando que el arte islámico carece casi siempre de representaciones figurativas. Los Frescos de Qusayr Amra nos ofrecen hoy día una excepción de gran belleza.