Écija

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Datos principales


Tipo

Pueblo o ciudad

Antecesor

Sevilla (provincia)

Localización


Desarrollo


Localidad sevillana entre Sevilla y Córdoba, se asienta en el valle del Genil y es conocida con otros nombres como Ciudad del Sol o Ciudad de las Torres; actualmente, sin embargo, Écija es conocida con el sobrenombre de La Sartén de España, debido a sus altas temperaturas en verano. Los orígenes de Écija se remontan a un pequeño asentamiento en el actual Cerro del Alcázar o de San Gil, del siglo VIII a.C., cuando la cultura tartésica se asentó y desarrolló en esta zona. Según la leyenda fue fundada por el griego Astur, de ahí la precedencia de su nombre. Los romanos llegaron a ella en el año 14 a.C., fundando la Colonia Augusta Firma, convirtiéndose en capital de uno de los cuatro conventus iuridici de la Bética. Es en este periodo cuando adquirió su importancia agrícola y comercial, especialmente con el comercio de aceite de oliva a todo el Imperio por vía fluvial. Écija también tuvo ocupación visigoda, entre los siglos V - VIII, momento en el cual disminuyó considerablemente su población. A pesar de ello, se mantuvo como centro político y administrativo, llegando a ser incluso sede de un obispado. Los musulmanes la denominaron Medina Estiggia, pasando a ser capital de provincia y una de las principales ciudades de al-Andalus. Los musulmanes explotaron las fértiles tierras de los alrededores gracias a sus nuevos inventos y convivieron de forma pacífica con el resto de culturas; hasta el siglo XI pervivió una importante comunidad cristiana mozárabe dirigida por su obispo.

Los cristianos la conquistaron en 1240, de la mano de Fernando III, quien la incorporó al reino de Castilla. A partir de ese momento, se llevó a cabo el reparto de tierras entre familias nobles y órdenes militares. Obtuvo el título de ciudad en 1402, adquiriendo gran notoriedad por su importante papel como ciudad fronteriza durante la Reconquista. Este esplendor permitió la construcción de monumentos y edificios de gran belleza, algunos de los cuales todavía se conservan actualmente. Las mediadas desamortizadoras y la pérdida de privilegios de la nobleza en el siglo XIX afectaron negativamente a la economía ecijana, empeorando la situación tras la Guerra Civil (1936 -39). La negativa situación se ha invertido a partir de los años 70 del siglo pasado, con una moderada recuperación económica y demográfica.

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