Alcántara
Localización
Desarrollo
Las primeras referencias arqueológicas en la zona de Alcántara se remontan al periodo calcolítico, existiendo importantes muestras de megalitos en los alrededores. Durante la Edad de Hierro este territorio estuvo ocupado por lusitanos, que nos han dejado algunos castros como ejemplos de su civilización. Estos pueblos célticos fueron sometidos por Roma en el año 104 a.C., durante el consulado de Cayo Mario . La romanización de la zona fue un proceso bastante lento, que se aumentó con la construcción del famoso puente , obra de Cayo Julio Lacer . A lo largo de las centurias se levantarían un importante número de villas en la zona. Será junto al mencionado puente donde se cree el primer núcleo de población estable, llamado por los visigodos -según algunos autores- Oliva u Ovila. En tiempos de Abd al-Rahman I se construye una fortaleza en un cerro situado junto al puente, unos 100 sobre el nivel del Tajo. De esta fortaleza aún se conservan algunos restos la muralla, con torreones cuadrados adosados. Tras la caída del califato, en el siglo XI, la población pasa a manos del rey taifa de Coria y en el año 1161 al rey taifa de Cáceres. El geógrafo al-Idrisi hace referencia a Alcántara -Kantara-al-saif, el puente de la espada, ya que la leyenda contaba que en el puente se escondía una espada de oro- como una de las maravillas del mundo. Tierra de frontera, la importancia de la villa irá creciendo como plaza militar a lo largo de la Edad Media.
Fernando II ocupa Alcántara en 1166 con la ayuda del conde Armengol de Urgell. Los almohades toman temporalmente la plaza hasta que Alfonso IX de León la conquista definitivamente en 1213. Cuatro años más tarde, el monarca entrega la villa a la Orden de Calatrava. Ante la imposibilidad de defender esta zona, los calatravos renunciaron a la villa en favor de la Orden de San Julián del Pereiro, fundada en 1156. Desde ese momento, Alcántara se convierte en centro de irradiación de poder en todos los sentidos: militar, político, cultural y religioso. Fernando el Católico se hace con los maestrazgos de la órdenes militares españolas, por lo que desde el siglo XVI Alcántara inicia una progresiva crisis económica y cultural, incentivada por el desplazamiento del eje de comunicaciones hacia Sevilla. La desamortización eclesiástica del siglo XIX afectó en gran medida a la villa, provocando el desarrollo del latifundismo en la zona. El siglo XX estará caracterizado por el fenómeno de la emigración, que se frenó ligeramente con la construcción de la presa José María Oriol en la década de 1970. En la actualidad, Alcántara no llega a los 2.000 habitantes, siendo la población cabecera de la población. Entre los hijos predilectos de la villa destaca san Pedro de Alcántara.
Fernando II ocupa Alcántara en 1166 con la ayuda del conde Armengol de Urgell. Los almohades toman temporalmente la plaza hasta que Alfonso IX de León la conquista definitivamente en 1213. Cuatro años más tarde, el monarca entrega la villa a la Orden de Calatrava. Ante la imposibilidad de defender esta zona, los calatravos renunciaron a la villa en favor de la Orden de San Julián del Pereiro, fundada en 1156. Desde ese momento, Alcántara se convierte en centro de irradiación de poder en todos los sentidos: militar, político, cultural y religioso. Fernando el Católico se hace con los maestrazgos de la órdenes militares españolas, por lo que desde el siglo XVI Alcántara inicia una progresiva crisis económica y cultural, incentivada por el desplazamiento del eje de comunicaciones hacia Sevilla. La desamortización eclesiástica del siglo XIX afectó en gran medida a la villa, provocando el desarrollo del latifundismo en la zona. El siglo XX estará caracterizado por el fenómeno de la emigración, que se frenó ligeramente con la construcción de la presa José María Oriol en la década de 1970. En la actualidad, Alcántara no llega a los 2.000 habitantes, siendo la población cabecera de la población. Entre los hijos predilectos de la villa destaca san Pedro de Alcántara.