China
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Datos principales
Desde
3.000 a.C.
Hasta
1.912
Desarrollo
El Arte Chino se ha mantenido durante más de cuatro milenios, con variaciones, añadidos, retrocesos, pero siempre con un espíritu claramente particular. Se inició casi en la época prehistórica, y las dinastías se sucedieron siguiendo los avances técnicos y materiales. Así, la diferencia entre una escuela dinástica y la siguiente la determinaba la obtención de cierto material nuevo, en perjuicio del anterior: la cerámica fue sustituida por el jade. El nuevo material conserva los valores rituales y el viejo se relega a funciones meramente estéticas. De esta forma, ningún material se abandonó nunca y la forma de tratarlo se recuperaba cada cierto tiempo, imitando las maneras de los grandes maestros del pasado. Las dinastías asociadas con nuevos materiales son Xiá, Shang, Zhou, Qin y Han.En China, cada técnica es una expresión espiritual, y principalmente se delimitan en: cerámica, bronce, jade, seda, arte del pincel (caligrafía, paisaje, figuras), laca, porcelana, y como arte menor, al contrario que en Occidente, la arquitectura; ésta normalmente se construye en madera y está supeditada por completo al paisaje, al que se trata de evitar cualquier distorsión. El perfeccionamiento de los materiales y la imitación de escuelas anteriores se lleva a cabo con las dinastías Sui, Tang, Song, Yuan, Ming y Qing.China fue una de las primeras civilizaciones en recoger datos de sus artistas en biografías y cronologías, como hizo la Europa post-renacentista.
Este respeto al arte y sus artífices, con frecuencia procedentes de la familia imperial o de los más importantes monasterios, permite reconstruir minuciosamente la historia de este arte delicado y lleno de significaciones trascendentales.El Arte Chino produjo una pintura sofisticada y refinada, lo cual se puede apreciar no sólo en el tratamiento de los temas más normales a primera vista, sino en la elección de los materiales, como en el Mono de la Conchinchina, una visión naturalista de la fauna propia del lugar realizada nada menos que en tinta sobre seda. Este interés por la Naturaleza tiene una raíz religiosa, o espiritual: el taoísmo. El taoísmo se entiende como una experiencia religiosa individual de integración en la naturaleza, y la pintura es uno de los medios que el tao tiene para hacerse interpretar por el ser humano. El tao además se manifiesta en el agua, que es eterna e inestable, por lo cual, las pinturas chinas de paisaje serán siempre protagonizadas por el agua en sus múltiples formas (nubes, bruma, arroyos, nieve...). Formalmente, la pintura china se asemeja al tao, al ritmo de la naturaleza en el cual prima la curva y la asimetría.Cuando a través de la India se introduzca el budismo, se acentuará el carácter de meditación que tiene la pintura, especialmente en la escuela Chan de la dinastía Yuan, y la escuela Zen de Japón.Los géneros, por supuesto, se remiten a la naturaleza y el más importante con diferencia, es el paisaje, que en chino significa "montañas y agua".
Le sigue el tema de los bambúes, las flores y pájaros (animales y plantas en general), los caballos o animales míticos relacionados con la corte, y las figuras humanas. Este último género es un género menor que se adopta por influencia india, y se dedica al retrato genérico de las cualidades humanas, sin rasgos de realismo, o a las escenas costumbristas.Un paisaje pintado no se realiza para exponerse sino para contemplarse en privado, para leerse tras un profundo entrenamiento. El objetivo del espectador es pasear literalmente por la Naturaleza pintada e integrarse en ella. Las imágenes chinas están llenas de sutilezas, y la tinta que emplean es polícroma, aunque a los ojos occidentales parezca monocroma.Las simbologías también son muy frecuentes, representando una flor o un animal desde una virtud hasta una estación del año: por ejemplo, el murciélago simboliza la felicidad, las peonías a la belleza y a la mujer, etc. Según este complejo código, cada escena pintada puede interpretarse como una poesía o como una narración en la que los conceptos no se representan con palabras sino con bellísimas imágenes.
Este respeto al arte y sus artífices, con frecuencia procedentes de la familia imperial o de los más importantes monasterios, permite reconstruir minuciosamente la historia de este arte delicado y lleno de significaciones trascendentales.El Arte Chino produjo una pintura sofisticada y refinada, lo cual se puede apreciar no sólo en el tratamiento de los temas más normales a primera vista, sino en la elección de los materiales, como en el Mono de la Conchinchina, una visión naturalista de la fauna propia del lugar realizada nada menos que en tinta sobre seda. Este interés por la Naturaleza tiene una raíz religiosa, o espiritual: el taoísmo. El taoísmo se entiende como una experiencia religiosa individual de integración en la naturaleza, y la pintura es uno de los medios que el tao tiene para hacerse interpretar por el ser humano. El tao además se manifiesta en el agua, que es eterna e inestable, por lo cual, las pinturas chinas de paisaje serán siempre protagonizadas por el agua en sus múltiples formas (nubes, bruma, arroyos, nieve...). Formalmente, la pintura china se asemeja al tao, al ritmo de la naturaleza en el cual prima la curva y la asimetría.Cuando a través de la India se introduzca el budismo, se acentuará el carácter de meditación que tiene la pintura, especialmente en la escuela Chan de la dinastía Yuan, y la escuela Zen de Japón.Los géneros, por supuesto, se remiten a la naturaleza y el más importante con diferencia, es el paisaje, que en chino significa "montañas y agua".
Le sigue el tema de los bambúes, las flores y pájaros (animales y plantas en general), los caballos o animales míticos relacionados con la corte, y las figuras humanas. Este último género es un género menor que se adopta por influencia india, y se dedica al retrato genérico de las cualidades humanas, sin rasgos de realismo, o a las escenas costumbristas.Un paisaje pintado no se realiza para exponerse sino para contemplarse en privado, para leerse tras un profundo entrenamiento. El objetivo del espectador es pasear literalmente por la Naturaleza pintada e integrarse en ella. Las imágenes chinas están llenas de sutilezas, y la tinta que emplean es polícroma, aunque a los ojos occidentales parezca monocroma.Las simbologías también son muy frecuentes, representando una flor o un animal desde una virtud hasta una estación del año: por ejemplo, el murciélago simboliza la felicidad, las peonías a la belleza y a la mujer, etc. Según este complejo código, cada escena pintada puede interpretarse como una poesía o como una narración en la que los conceptos no se representan con palabras sino con bellísimas imágenes.