Neoclasicismo Inglés

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Datos principales


Desde

1.750

Hasta

1.790

Desarrollo


Gran Bretaña marchó a su propio ritmo durante siglos. Cuando llega el siglo XVIII no puede sustraerse a las influencias del continente europeo, especialmente a aquellas que marcan el cambio desde la monarquía absolutista hacia las libertades, limitadas, del pueblo. Gran Bretaña era un país con tradición parlamentaria, que ya había pasado por una revolución en la cual el rey, Carlos I, había sido ejecutado a manos de los revolucionarios comandados por Cromwell. Con esos precedentes, que habían desestabilizado la nación y la habían puesto en manos de una dinastía extranjera, los Orange holandeses, el país trata de minimizar las transformaciones y acelera la concesión de una serie de libertades parlamentarias. A esto se unió felizmente un período de prosperidad económica, en una clase alto-burguesa que pertenecía mayoritariamente a la secta del evangelismo. Es ésta una rama del protestantismo especialmente racionalista y rigurosa, muy afín a los postulados de la Ilustración y el enciclopedismo, por lo cual unos cambios ayudaron a otros, y la ideología sustentó la política, la economía y la cultura, sin el desfase que provocó los desmanes de la Revolución Francesa.El arte del período neoclásico en Gran Bretaña trata desesperadamente de encontrar su propia identidad, tras siglos de importar pintura del extranjero, Italia y Holanda principalmente. El precedente más inmediato se encuentra en Hogarth, que trata los valores británicos de manera crítica y personal.

Inspirado grandemente en la pintura costumbrista del Barroco Centroeuropeo, fue tratadista, literato, orfebre, e importante personaje en Londres. Sus mejores obras, que condensan las costumbres relajadas de la alta sociedad británica, son las llamadas "piezas de conversación", pequeños cuadritos que forman series sobre un problema moral: la prostitución, el matrimonio de conveniencia, las elecciones municipales, etc.La pintura de Hogarth marca el camino a seguir para los otros pintores. El retrato, que Hogarth define como informal, intimista y elegante, se ve apoyado por la tradición clásica de Van Dyck, que había dejado abundantes muestras de su obra en territorio inglés. Reynolds, Gainsboroguh y Lawrence hacen suyo este tipo de retrato, cada uno con sus variantes personales.Por otro lado, el paisaje será la segunda bandera de los británicos. Para ello escogen los precedentes holandeses del barroco, y la pintura de Claudio de Lorena, francés afincado en Roma durante el mismo período del barroco. Cuando coinciden en mezclar la figura de un modelo retratado con la de un paisaje clasicista como el de Lorena, o agitado como el holandés, se considera que comienza la auténtica "manera inglesa". La adaptación de los efectos del paisaje y la atmósfera a la captación psicológica del modelo anuncia el prerromanticismo, en el cual las nubes fluctuantes, o los reflejos dorados de un sol crepuscular acompañan al estado anímico de la persona que posa para el pintor.Además de los pintores citados, todos ellos grandes maestros, trabajaron durante el neoclásico una pléyade de pintores desplazados por la fama de aquellos maestros. Los más conocidos son Romney y Raeburn, dedicados tanto al retrato como a la escenita de costumbres, con algunos ejemplos delicados y llenos de gracia, como el Clérigo Patinando, de Raeburn.

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