Museo Arqueológico de Benalmádena

En el año 1968 Felipe Orlando-García Murciano, prestigioso antropólogo y pintor, donó al Ayuntamiento de Benalmádena una colección de 137 piezas precolombinas, heredadas de su abuelo. Sólo puso dos condiciones: el compromiso de crear un museo que albergara las piezas y que le nombraran director-conservador honorífico y con carácter vitalicio. Dos años más tarde notificó al Ayuntamiento la donación de otras 138 piezas, procedentes de Honduras, Costa Rica y Santo Domingo, ascendiendo el número de piezas a 275. Finalmente, el 8 de octubre de 1970 se abría el Museo Arqueológico de Benalmádena, convirtiéndose desde muy pronto no sólo en referente arqueológico de la Costa del Sol sino también de toda Europa. En la actualidad, permanece cerrado por reformas. Cuenta con ocho salas, seis de ellas dedicadas a arte precolombino y dos a piezas paleolíticas y pre-romanas encontradas en el propio Municipio. Estas seis salas se dividen en colecciones: Precolombina de México; Precolombina de las culturas del Golfo y del Valle de México; Precolombina de las culturas mesoamericanas y Precolombina Polícroma.