Catedral de Avila

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Datos principales


Lugar

Ávila

Ciudad

Avila

Dirección

Plaza de la Catedral, 8, 05001 Ávila

Pais

España

Teléfono

+34 920 21 16 41

Página web

Enlace al museo

Localización


Desarrollo


La catedral de Ávila debió edificarse sobre el solar de otros templos más antiguos. Parece que debió existir una modesta iglesia mozárabe dedicada a San Salvador anterior a la llegada de los repobladores y probablemente erigida en tiempos de Fernán González. Sobre ella, y coincidiendo con la definitiva repoblación de los últimos años del siglo XI, Raimundo de Borgoña mandó levantar una catedral al estilo románico de la época, que sería de tres naves, rematadas en tres ábsides y acusado crucero; e imaginamos que no debió diferir mucho en aspecto, al menos en la cabecera, de San Vicente o San Pedro. La Leyenda de Ávila cita como autor a Álvar García que la inició en 1091 y estaría terminada de forma provisional en 1107. La existencia de este templo parece probarse por la donación que Alfonso VII hace en 1130 y Alfonso VIII en 1142, así como las bulas otorgadas a la catedral por Inocencio II en 1139. La obra debió parecer pequeña sólo unas décadas después, pues en la segunda mitad del siglo XII, en tiempos de Alfonso VIII se decidió derribarla para edificar una gran catedral de mayor prestancia, con una arquitectura más vanguardista imitando otros templos franceses que se habían iniciado en la Île-de France, como Saint Denis y Vezelay. Parece que pudo ser un tal Maestro Fruchel, enigmático personaje de probable origen francés que pudo traer a Ávila las primeras formas góticas borgoñonas, quien se encargó de las obras a partir de 1172 y que a su muerte en 1192 vería casi finalizada la compleja cabecera llevada a cabo principalmente con piedra "arenisca sangrante" por su impactante veteado rojo férrico sobre fondo blanco, procedente del Valle de Amblés.

Las obras de la girola se desarrollarían entre 1170 y 1180, y se sabe que en 1181 se procedió al enterramiento del Obispo Don Sancho en la capilla central de la girola. A partir de esta fecha otros maestros continuarían y modificarían el plan de las obras, ya en estilo gótico y con piedra berroqueña. Lo extraordinariamente controvertido de la datación y progreso del edificio y el escaso acuerdo entre sus estudiosos, hace que no nos extendamos más en su cronología. El templo tiene tres naves de cuatro tramos, amplio crucero y cabecera formada por capilla mayor, girola de doble nave y capillas radiales. Realmente el único elemento que se puede considerar románico, aunque en una fase muy tardía, ya protogótica, es la cabecera y parte de los muros orientales del crucero. El desarrollo de las naves hasta los pies, su abovedamiento y las torres -una inacabada- son de concepción ya del primer gótico. La cabecera está constituida por un ábside interior formado por un semidecágono y dos tramos más paralelos y rectos. Alrededor corre una girola de dos naves de desigual anchura y, por último el cerramiento exterior de la cabecera es circular coincidiendo con el cimorro, pero lleva nueve capillas circulares inscritas. Quizá lo iniciado primeramente fueron las cinco capillas centrales exteriores, embutidas en el muro del cimorro, que tiene bóvedas de ojivas concurrentes sobre la clave del arco de ingreso. Lo más importante de estos arcos, es que en los capiteles de su estructura columnaria, junto a temas vegetales, aparecen escenas historiadas de magnífica calidad, de las que destacamos el capitel con dos grandes leones que parecen desprenderse de la columna y otro, que representa las muertes del rico Epulón y el pobre Lázaro, todo de exquisita labra.

Estas capillas tuvieron ventanas alargadas cegadas en el siglo XIV. Más tarde se realizaría el ábside poligonal con tres cuerpos superpuestos, de una gran altura y esbeltez. El primero formado por arcos apuntados y abocinados hacia la girola. En el intermedio, aparece en cada cara del semidecágono un bellísimo y largo ventanal bíforo de arquivoltas de medio punto con mainel central y capiteles vegetales. Sobre estos ventanales se ha dicho en muchas ocasiones que llevan arquillos interiores de herradura, pero tan sólo es un efecto óptico pues todos los arcos, tanto externos como internos son de medio punto. En el piso superior cada muro lleva un nuevo ventanal de arquivoltas semicirculares sobre columnas también de capiteles vegetales de fina labra como corresponden con la época tardía de su construcción. El abovedamiento de la parte poligonal lo forman nervios coincidentes en una clave común, mientras que los tramos rectos lo hacen con crucería sexpartita. Esta sistema de abovedamiento, según Martínez Frías, es una solución de origen anglonormando. En una tercera etapa, quizás finalizada en 1181, se dispusieron las columnas de granito y capitel campaniforme que dividen en dos naves la girola y su correspondiente abovedamiento ojival. Sobre esta girola se intento edificar una tribuna superior con bóveda de cañón, pero fue sustituida por arbotantes exteriores de granito, convirtiendo los vanos de la primitiva tribuna en ventanales exteriores. En los muros más orientales del crucero, aunque se pueden comprobar diversos cambios de planes por el tipo de material -granito- y por su alzado, hay también muros románicos con parejas de ventanales ajimezados, como los vistos en el segundo cuerpo del ábside interior. Ya a finales del siglo XII se terminarían los muros del crucero, los de las naves y los arcos de comunicación entre éstas, con soportes cruciformes y semicolumnas en cada cara. En los siglos XIIII y XIV se abovedaría el crucero y las naves. La catedral de Ávila fue declarada Monumento Histórico Artístico el 31 de octubre de 1914.

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