Real Fábrica de Armas
Localización
Desarrollo
Durante los siglos XV-XVII floreció en Toledo la fabricación de espadas, sobrepasando rápidamente otros centros como Sahagún (León), Valencia, Madrid y otros lugares del norte peninsular, especialmente del área vizcaína; la industria espadera toledana llegó a ser considerada como la mejor de Europa. La producción de armas blancas se llevaba a cabo mediante pequeños artesanos dispersos y de carácter personal, aunque el gremio velaba por la calidad final de los productos. A finales del siglo XVII y comienzos del XVIII se inició el declive de la producción, lo que llevó a la creación, en 1761, de la Real Fábrica de Espadas, donde se congregaron todos los gremios de espaderos de la ciudad, siendo su primera sede la antigua Casa de la Moneda. En 1777, ante la necesidad de ampliar el espacio, Carlos III mandó construir un nuevo edificio bajo las órdenes de Sabatini en las afueras de la ciudad, permaneciendo aquí, salvo contadas ocasiones, hasta la actualidad. Durante el siglo XX, la producción de armas blancas para la tropa quedó reducida exclusivamente a las armas de caballería y, tras la Guerra Civil, al suministro de sables a oficiales y suboficiales de los diferentes cuerpos. A mediados de los años 1980, y debido a la escasa necesidad de suministro, se decidió el cierre definitivo de la Fábrica de Armas Blancas de Toledo, rehabilitándose sus edificios recientemente para constituir un campus universitario.