Museo de Arte Romano

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Datos principales


Fecha

1980-86

Autor

Rafael Moneo

Lugar

Mérida

Localización

Mérida, Badajoz

Localización


Desarrollo


La obra de Rafael Moneo se ha convertido en los últimos años en una sólida referencia de la arquitectura española, entendida en el contexto de los debates internacionales. La claridad compositiva y el carácter marcadamente constructivo de sus edificios, su atención al coloquio de los mismos con el entorno urbano en el que se insertan, generalmente centros históricos alta y densamente cualificados, como ocurre con el Museo de Mérida, convierten su arquitectura en una apuesta por la ejemplaridad, si eso puede decirse de alguien que, como Moneo, entiende el proyecto desde la misma historia de la construcción, y no sólo desde la historia de la arquitectura, que compone formas y espacios para solucionar pragmática e intransigentemente demandas funcionales. Entendiendo que la ejemplaridad no es tipológica, sino constructiva casi en la tradición expresionista de un H. Poelzig y, como han señalado desde F. Dalco a P. Buchanan, específicamente española. Y eso en el más internacional de nuestros arquitectos. El Museo de Arte Romano es una de las obras más tradicionales del arquitecto, formulando un replanteamiento del pasado en cuanto a las técnicas, los contenidos y los significados, todo ello sin olvidar el presente. El esquema general del edificio comprende dos cuerpos separados por la calzada romana y enlazados por una recia pasarela que se levanta sobre los restos arqueológicos. Uno de los cuerpos está dedicado al Museo y sus almacenes mientras que el otro se destina a diversas dependencias administrativas.

Una nave principal y una serie de crujías paralelas y perpendiculares al espacio basilical constituyen el primer edificio, interesándose Moneo por la iluminación directa que se filtra a través de los techos mientras que una serie de muros diafragma controlan y matizan la iluminación procedente de la zona sur. El propio Moneo considera que "el museo, sin caer en la imitación estricta de la arquitectura romana, debería ser capaz de sugerir al visitante el orden de las dimensiones que, sin duda, tuvo la Mérida romana. De ahí que se hayan adoptado sistemas de construcción romanos -al pie de la letra- y que a ellos quede confiada, y no a molduras y órdenes, la satisfacción del deseo de proximidad al mundo romano que está abiertamente en la base del proyecto".

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