Ermita de la Virgen de Gracia

En el lugar donde hoy se asienta la ermita de la Virgen de Gracia se alzó la mezquita árabe, única conservada en la provincia y más tarde consagrada como iglesia tras la Reconquista. En su interior quedan algunos restos de la mezquita, como las columnas y la propia configuración del espacio. El espacio interior tiene dos partes bien diferenciadas; las tres primeras naves, paralelas entre sí y orientadas al Este, constituyen los restos de la mezquita. En segundo lugar, otras tres naves perpendiculares a las anteriores, a las que se anexionaron en el siglo XVII para ampliar el edificio. Todo el conjunto fue remodelado en el siglo XVIII, utilizando ladrillo rojo y mampostería blanca de cal. Durante el siglo XX han continuado las restauraciones en todo el edificio.