Entrada al Metro (Bilbao)
Localización
Desarrollo
Las instituciones vascas buscaban un metro moderno y bello, cuando a principios del año 1988 empezaron a barajarse los proyectos de construcción de un ferrocarril subterráneo en Bilbao. Para ello no dudaron en adjudicar el diseño de las estaciones y sus accesos a sir Norman Fosters and Partners, creando una obra luminosa, aunque se desarrolle bajo tierra, que asoma a la superficie a través de originales bocas de acceso acristaladas, denominadas fosteritos en honor al constructor de la faraónica obra, perfectamente integradas en el paisaje urbano bilbaíno, confiriendo al entorno mayor aire de modernidad.