Colegiata de San Sebastián
Localización
Desarrollo
La iglesia data de la primera mitad del siglo XVI y es el resultado de numerosos añadidos y reformas realizadas a lo largo de los siglos. Su construcción se inició en 1548, encargándose de las obras Diego de Vergara. En el exterior, destaca su hermosa portada plateresca dividida en tres cuerpos y torre de ladrillo junto a ella; presenta una compleja estructura arquitectónica en los cuerpos de ladrillo, así como su decoración, basada en aplicaciones de golpes de barro cocido. El interior de la iglesia se divide en tres naves separadas por pilares de planta cruciforme. Las naves están cubiertas con armadura de madera. El centro de la nave está ocupado por el coro, con interesante sillería tallada en madera. En cuanto a la decoración, ésta se compone de retablos, como el de Santa María de la Esperanza o el de la Virgen de la Antigua. También encontramos esculturas como la de San Sebastián y Santa María de la Esperanza, esculturas de comienzos del siglo XV. En la entrada del muro del trascoro encontramos un aparatoso retablo neogótico de finales del siglo XIX. Sus hornacinas están ocupadas por tres obras de Andrés de Carvajal.