Tiermes
Localización
Desarrollo
De Tiermes se conservan restos pertenecientes a diversas épocas. De ellos, los más antiguos conocidos pertenecen al Neolítico . Sin embargo las primeras indicaciones de población son restos de la Edad del Bronce . Aunque desde el Neolítico se dan restos, la zona ha sufrido numerosos expolios, lo cual ha provocado que los restos existentes actualmente sean pocos. De las construcciones que antaño existieron, gran parte de ellas se empleó como material de construcción para otras poblaciones. A pesar de ello los sedimentos han conservado buena parte de los elementos que se emplearon antiguamente en las construcciones. Ya de época celtíbera existe un poblado de casa excavadas en piedra caliza, así como una necrópolis, perteneciente al castro que se construyó en la parte más alta del cerro, y que es de los mejores restos conservados. También de ésta época se conserva un graderío rupestre, con gradas labradas en piedra. Su función era pública, y se ha empleado en funciones de teatro hasta la actualidad. Junto a las graderías se conservan restos de casas rupestres, llamadas Casa de Taracena y Casa de las Hornacinas, las cuales se realizaron en roca arenisca, probablemente en época arévaca, aunque se dieron una serie de modificaciones romanas. Durante la dominación romana se realizan grandes construcciones y viviendas de carácter más importante. En esta época, Tiermes fue hostil hacia Roma , resistiendo un tiempo, pero el cónsul Tito Didio conquistó la ciudad en el año 98 a.
C. Desde entonces la ciudad creció urbanísticamente, hasta que fue denominada como municipium. Existen varios conjuntos con restos de ésta época, de los que destaca la llamada Puerta del sol, orientada hacia el este, y que es un paso entre las rocas donde se aprecian las marcas de los apoyos. Junto a ella la Puerta del Oeste, de características similares, pero con una mayor inclinación, lo que dificulta su acceso, y le daba un fuerte valor estratégico. También es importante un edificio de gran tamaño, y que se atribuye a las termas, ya que unos mosaicos decorando un suelo parecen indicar que tal era la función del edificio. Otro edificio del que se conservan restos es la Casa de vecinos, la Insula, de la que queda una pared en roca de aproximadamente 25 metros del altura, y donde se pueden observar las líneas de los pisos. Otros restos romanos son la Casa del acueducto, de una amplia extensión, y que data del siglo I. Tiene varios niveles unidos con tramos de escaleras. En el centro se sitúa la zona noble, cuyas cámaras circundantes están decoradas con pinturas murales de motivos animales, vegetales y humanos; el templo, en la parte más alta del cerro; y el foro imperial, cuya situación viene determinada por la aparición de un busto de Tiberio , una escultura de Apolo, y una estatua ecuestre. En el siglo XIII se inicia la construcción de la actual ermita de Santa María de Tiermes, así como del monasterio, actualmente desaparecido.
C. Desde entonces la ciudad creció urbanísticamente, hasta que fue denominada como municipium. Existen varios conjuntos con restos de ésta época, de los que destaca la llamada Puerta del sol, orientada hacia el este, y que es un paso entre las rocas donde se aprecian las marcas de los apoyos. Junto a ella la Puerta del Oeste, de características similares, pero con una mayor inclinación, lo que dificulta su acceso, y le daba un fuerte valor estratégico. También es importante un edificio de gran tamaño, y que se atribuye a las termas, ya que unos mosaicos decorando un suelo parecen indicar que tal era la función del edificio. Otro edificio del que se conservan restos es la Casa de vecinos, la Insula, de la que queda una pared en roca de aproximadamente 25 metros del altura, y donde se pueden observar las líneas de los pisos. Otros restos romanos son la Casa del acueducto, de una amplia extensión, y que data del siglo I. Tiene varios niveles unidos con tramos de escaleras. En el centro se sitúa la zona noble, cuyas cámaras circundantes están decoradas con pinturas murales de motivos animales, vegetales y humanos; el templo, en la parte más alta del cerro; y el foro imperial, cuya situación viene determinada por la aparición de un busto de Tiberio , una escultura de Apolo, y una estatua ecuestre. En el siglo XIII se inicia la construcción de la actual ermita de Santa María de Tiermes, así como del monasterio, actualmente desaparecido.