Liébana

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Datos principales


Tipo

Pueblo o ciudad

Antecesor

Cantabria

Localización


Desarrollo


Recientes investigaciones arqueológicas han sacado a la luz información sobre los primeros pobladores de esta región cántabra. En varios yacimientos al aire libre han aparecido instrumentos líticos de época paleolítica. Del neolítico se conservan interesantes muestras de monumentos megalíticos. Durante la ocupación romana de la Península Ibérica, la zona será dominada por poblaciones cántabras, que se enfrentarán con los ocupantes, las llamadas guerras cántabras que tendrán lugar entre los años 29 y 19 a.C. De la dominación romana han quedado importantes restos de muros defensivos y calzadas. De los primeros tiempos del Cristianismo se han conservado varios oratorios rupestres. Las primeras referencias escritas relacionadas con Liébana se remontan a la "Crónica de Alfonso III". Será en tiempos medievales cuando la región aumente su población gracias a la fundación de numerosos monasterios, entre los que destacan Santo Toribio de Liébana -donde el monje Beato escribió sus famosos "Comentarios al Apocalipsis"- y Santa María de la Piasca. En el siglo X, un conde es el dueño de la región y tres siglos más tarde forma parte del reino de Castilla. Don Tello, hijo de Alfonso XI, obtiene en el año 1353 el señorío sobre el valle de Liébana. A lo largo del siglo XV la comarca verá cómo se suceden las luchas feudales entre los Mendoza y los Manrique, enfrentamientos que finalizarán al recibir don Diego Hurtado de Mendoza el título de duque del Infantado. El dominio ducal se prolongó hasta comienzos del siglo XIX.

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