Burlada
Localización
Desarrollo
Las primeras referencias documentales sobre Burlada datan de 1097, mencionándose en un documento la localidad de Bruslata. La denominación en los posteriores documentos será Bruslada, hasta el siglo XV que aparece documentado el topónimo actual. Desde 1276 la villa dependió de la catedral de Pamplona , siendo lugar de propiedades tanto de los obispos como de los canónigos. Los vecinos de Burlada debían pagar al cabildo catedralicio sus pechos anuales. El rey Carlos el Noble se prendó de la belleza del lugar y decidió instalar en la villa su palacio residencia de verano. Burlada se llenó de cortesanos y se organizaron espectaculares festejos, pasando la villa a depender de la corona. Incluso en 1494 se celebraron Cortes, reformándose en este momento los tribunales reales. El rey Felipe IV vendió en 1630 la jurisdicción de Burlada a Sancho Monreal, por lo que la villa pasó a ser lugar de señorío, jurisdicción que se mantuvo hasta el siglo XIX. Su vinculación al valle de Egües no le permitió convertirse en ayuntamiento independiente hasta 1970. En la actualidad, su cercanía a Pamplona la convierten en una población muy desarrollada, con más de 15.000 habitantes, la cuarta más poblada de la Comunidad Foral. La historia de Burlada está unida al Camino de Santiago, ya que los peregrinos procedentes de Roncesvalles transitaban por sus calles antes de llegar a Pamplona. La ruta lleva al caminante hasta el puente medieval del siglo XV que cruza el río Arga y en uno de cuyos extremos hay un crucero con la imagen de Santiago. Para proteger a los peregrinos nacieron, ya en el siglo XII, dos cofradías: la de San Salvador y la de San Juan Bautista. Entre el patrimonio monumental de Burlada destacan el mencionado puente, la iglesia de San Juan y la Casa Consistorial .