Beijing

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Datos principales


Tipo

Emplazamiento

Antecesor

China

Localización


Desarrollo


La actual capital de la República Popular China ya se había convertido en la capital del país con las dinastías Jin, Yuan, Ming y Qing, recibiendo los nombres de Zhongdu, Khambalic, Dadu, Beiping y Beijing, respectivamente. La fundación de la ciudad corresponde a la dinastía Jin. La capital del centro -Zhongdu- contaba con un recinto amurallado en cuyo interior se alzaba el palacio imperial, tomando como referencia el urbanismo de Kaifeng. Zhongdu fue anexionada en el año 1215 por los mongoles, tomando la ciudad como base de operaciones para lanzar la conquista del resto del país. El establecimiento de los mongoles en el poder se completó en 1267, recibiendo el nombre dinástico de los Yuan. Fue en estas fechas cuando Kublai Khan ordenó al monje budista Liu Binzhong el traslado de la capital desde Karakorum a Beijing, diseñando una ciudad de nueva planta denominada Khanbalik -Ciudad del Khan-, aunque los chinos prefirieron llamarla Dadu -Gran Capital-. Kublai encargaría en 1274 a un arquitecto musulmán el diseño del recinto amurallado, que tendría como eje central un palacio, sobre el que más tarde se levantaría la Ciudad Prohibida. La derrota de los mongoles en el año 1368 supuso la instauración de la dinastía Ming. La ciudad meridional de Nanjing será la elegida como capital, lo que implicaba el cambio de denominación de Dadu: desde ese momento se llamó Beiping -paz del norte-.

Sin embargo, el emperador Yongle decidió cambiar la capital aduciendo razones estratégicas. Beijing -la ciudad del norte- será de nuevo la elegida como capital del imperio chino. Yongle empleó el tradicional trazado ortogonal para urbanizar la ciudad, rodeándola de un perímetro amurallado y disponiendo las puertas de acceso orientadas a los puntos cardinales. Sobre el antiguo palacio de los Yuan se edificó la Ciudad Prohibida como sede de la corte y del gobierno. Otras construcciones realizadas por Yongle en la ciudad fueron los templos del Cielo y de la Tierra, así como la necrópolis imperial, situada en las cercanías de la urbe. El cambio dinástico que implicó la llegada de los Qing al poder no supuso el traslado de la capitalidad, aunque sí se llevaron a cabo importantes reformas urbanísticas, como la creación de una ciudad bipartita dividida por tramos internos de muralla. Se trataría de la Ciudad Tártara, que incluiría la Ciudad Prohibida y la residencia del gobierno y los manchúes, prohibiéndose la entrada a este espacio a los chinos, y la Ciudad China, zona comercial y bulliciosa en la que estarían situados los lugares de ocio. El emperador Quianlong será el responsable de la reconstrucción de la Ciudad Prohibida y de los templos que habían resultado dañados durante la conquista, al tiempo que edificaba un nuevo Palacio de Verano, para lo que contó con el asesoramiento de misioneros occidentales. Este palacio, llamado Yuanmingyuan, fue destruido por las tropas franco-británicas en 1860, construyendo posteriormente la emperatriz regente Ci Xi una réplica denominada Yiheyuan. La transformación de la ciudad se inició a finales del siglo XIX debido a la presencia permanente de ciudadanos occidentales y la apertura de embajadas estables. Las rebeliones internas que llevaron a la caída del último emperador y la proclamación de la República Popular China en 1949 continuaron este proceso de cambios que todavía hoy continúa.

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