Virgen en el trono con el Niño y santos

Datos principales


Autor

Raffaello Sanzio

Fecha

1503-05

Estilo

Renacimiento Italiano

Material

Oleo sobre tabla

Dimensiones

68 x 68 cm.

Museo

Metropolitan Museum of Art

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Las religiosas de la iglesia de San Antonio de Perugia encargaron a Rafael la elaboración de un retablo que hoy se denomina Colonna debido a su pertenencia durante un tiempo a esta notable familia romana. Los especialistas consideran casi unánimemente que fue iniciado antes de partir a Florencia, elaborándolo con motivo de varios viajes a Perugia desde la capital de la Toscana. En el luneto encontramos un acentuado arcaísmo - podría tratarse de un trabajo del taller - mientras que en la tabla central se aprecia un mayor dinamismo característico de la pintura florentina, especialmente el colorido de Fra Bartolomeo. Sin embargo, Sanzio aun no se ha desprendido de sus influencias iniciales: Perugino, Pinturicchio y Signorelli, especialmente en el decorativismo que caracteriza al Quattrocento. Pero la monumentalidad de las figuras indica la asimilación de los modelos del Cinquecento, iniciando Rafael su meteórica carrera.La Virgen aparece en el centro de la composición, sentada en un trono, acompañada de san Juanito a sus pies y el Niño Jesús en sus rodillas, bendiciendo éste a aquel con su mano derecha, encontrándose un mayor naturalismo que en la Madonna Diotallevi. Rodeando al trono hallamos a san Pedro y santa Catalina en la izquierda y a santa Margarita y san Pablo en la derecha. Las escultóricas figuras, ataviadas con pesados ropajes, dirigen su mirada a diferentes puntos, algunas de ellas al espectador, creando una comunicación inexistente hasta el momento. La integración de las figuras en el paisaje y el brillante colorido así como la correcta sensación de perspectiva nos indican que Rafael está en el camino correcto para alcanzar la gloria en la pintura renacentista.La Piedad Colonna sería una de las escenas que integrarían la predela del retablo antes de ser desmembrado en alguno de sus numerosos viajes ya que en 1677 se vendió la tabla central a Antonio Bigazzini de donde pasó a la familia de los Colonna, a Francisco I de las Dos Sicilias, a España de la mano de Francisco II y por último a la propiedad de Pierpont Morgan que las cedió al museo donde hoy se guardan.

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