La singularidad de este templo corintio -levantado por Adriano
Publio Elio Adriano
Emperador romano (Itálica, 76, Baia, 138; gobierna entre 117-138), miembro de la familia de los Antoninos, sucesor de Trajano y antecesor de Antonino Pío. Su reinado se caracteriza por la prosperidad y la paz, recorriendo las regiones que formaban el imperio para conocer de primera mano los problemas de sus súbditos.
hacia el año 130 en Éfeso, Turquía-, de pequeñas dimensiones, reside en la forma semicircular del entablamento, al que seguía el tradicional frontón triangular.