Padre Eterno
Datos principales
Autor
Fecha
1631-40
Estilo
Material
Dimensiones
240 x 277 cm.
Museo
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La figura humana de Dios es rara de encontrar por aislado, sobre todo en el arte español. Los precedentes más famosos con que Zurbarán podía contar eran las imágenes del Padre Eterno de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, pero sólo podría conocerlos por estampas, ya que no viajó a Italia por lo que se sabe. Parece más bien que Zurbarán ha recurrido a la imagen tradicional del Antiguo Testamento que habla de un Dios terrible y justiciero. Como tal lo ha plasmado Zurbarán, que pinta a un anciano de gesto adusto y ceño fruncido, de porte poderoso que exhala fuerza. Para acentuar este poder Zurbarán pinta unas manos y pies enormes, desproporcionados, para acentuar la expresividad de su gesto. Dios se corona por el triángulo que alude a la perfección geométrica de su creación, que se encuentra a su lado simbolizada por el orbe terrestre. Una cohorte de angelotes dorados rodea completamente la solitaria figura, pintada por completo en tonos pardos y dorados, de origen celestial.