Encuentro de María de Medicis y Enrique IV
Datos principales
Autor
Fecha
1622-25
Estilo
Material
Dimensiones
394 x 295 cm.
Museo
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Para la decoración del Palacio del Luxemburgo en París, María de Medicis encargó a Rubens una serie de 24 grandes lienzos destinados a exaltar las gestas de su regencia, uno de los momentos más dramáticos de la historia de Francia al estar en varias ocasiones al pie de la guerra civil. Sin embargo, el pintor flamenco utilizó todas sus armas para, a través de alegorías y símbolos, destacar la importancia de este periodo de regencia.El primer encuentro entre María y su futuro esposo, Enrique IV de Francia, tuvo lugar en Lyon. No tuvo ningún éxito ya que Enrique llegó inesperadamente a medianoche, después de que Maria estuviera esperando a su prometido durante una semana. El rey, cuyas relaciones con las mujeres eran conocidas en toda Europa, en aquellos momentos mantenía una estrecha relación con una dama, por lo que no estaba muy interesado en su novia. Diplomáticamente, Rubens trató el evento en términos alegóricos, mostrando a Enrique como Júpiter, el rey del Olimpo, y a María como Juno, su esposa, reina de los dioses y diosa del matrimonio. Unidos por Himeneo, que se levanta tras ellos y les observa, juntan sus manos derechas en un gesto típico de matrimonio.María, como Juno, está vestida en un estilo clásico, con una de sus pechos al descubierto, coronada su cabeza por una diadema. Junto a Juno encontramos dos pavos reales, referencia a la unión conyugal. Enrique, como Júpiter, aparece con sus atributos: el rayo y el águila sobre la que posa una de sus piernas.
La aparición celestial está coronada por un arco iris, símbolo de la concordia y la paz, y una estrella. La escena del cielo es contemplada por la personificación de la ciudad de Lyon, una mujer coronada con la tradicional corona torreada, conduciendo un carro tirado por leones -referencia al nombre de la ciudad- y conducido por dos putti.Rubens y su patrón quieren ilustrar el elevado estatus del matrimonio, especialmente en las circunstancias que rodearon al encuentro de los esposos. Sin embargo, la metáfora empleada por Rubens no deja de tener cierta ironía ya que Júpiter también destacó por sus continuos flirteos amorosos con diosas, ninfas y mujeres.La Boda de María de Medicis y el rey Enrique IV y La felicidad de la Regencia de María de Medicis también forman parte de la serie.
La aparición celestial está coronada por un arco iris, símbolo de la concordia y la paz, y una estrella. La escena del cielo es contemplada por la personificación de la ciudad de Lyon, una mujer coronada con la tradicional corona torreada, conduciendo un carro tirado por leones -referencia al nombre de la ciudad- y conducido por dos putti.Rubens y su patrón quieren ilustrar el elevado estatus del matrimonio, especialmente en las circunstancias que rodearon al encuentro de los esposos. Sin embargo, la metáfora empleada por Rubens no deja de tener cierta ironía ya que Júpiter también destacó por sus continuos flirteos amorosos con diosas, ninfas y mujeres.La Boda de María de Medicis y el rey Enrique IV y La felicidad de la Regencia de María de Medicis también forman parte de la serie.