Concebido como parte de un gran proyecto urbanístico que no se llegó a hacer, presenta muchos rasgos plenamente italianos
Roma, de Urbano VIII a fin de siglo
Si en lo sustancial Urbano VIII no transformó Roma, la marca del mecenazgo Barberini fue determinante en su conformación como ciudad barroca. El clima cultural que hizo posible la Roma de los Barberini, está unido al ficticio mantenimiento del papel político de la Iglesia e implicado, con cierta intolerancia, en la defensa de la ortodoxia católica. Fue el inicio del papado de Inocencio X que impuso la austeridad a la corte pontificia. Artísticamente, la crisis empezó a vislumbrarse en la paulatina cesión por Roma a favor de París de su función de capital rectora de la cultura europea.