Buenos días, señor Gauguin

Pintor realista francés (1819-1877) tomará como modelos de sus cuadros a campesinos y trabajadores, convirtiéndose en un artista socialista. Muy influido por el Barroco español, fueron Velázquez y Rembrandt sus máximos maestros.

El Realismo se ha considerado una respuesta contestataria al carácter aburguesado y nostálgico de los románticos. Constituye en todo caso una reacción a la influencia de las teorías económicas y filosóficas de la vieja Europa: positivismo, socialismo utópico, malthusianismo, etc. Se corresponde con un brillante movimiento literario, encabezado por Balzac.

Pintor neo-impresionista holandés (Groot-Zunder, 1853 - Auvers-sur-Oise, 1890), con 16 años empieza a trabajar en la famosa Casa Goupil, para la que también trabajaba su hermano Theo. A los 27 años se inicia en la pintura. El periodo holandés se caracteriza por los colores oscuros y la temática campesina, hasta que en Amberes le llama la atención Rubens y la estampa japonesa. En 1886 se instala con Theo en París y se relaciona con los impresionistas, especialmente con Degas, Toulouse-Lautrec y Gauguin, experimentando un importante cambio en su paleta. En 1888 se trasladó a Arles, donde convivió con Gauguin, pretendiendo montar una comunidad de artistas, aunque el experimento fracasó. El vivo colorido y las formas retorcidas caracterizan sus obras de Arles, donde se pone de manifiesto su desequilibrio psíquico, llegándose a cortar una oreja. Fue trasladado al hospital de Saint-Rémy y cuando se le dio el alta médica se trasladó a Auvers-sur-Oise.

El Impresionismo es un movimiento efímero en el tiempo pero de honda raigambre popular desde sus comienzos. Típicamente parisino, finaliza la evolución del Realismo y abre la puerta a la renovación vanguardista del arte abstracto.