Retablo de Bosco ai Frati

Datos principales


Autor

Guido Di Pietro Da Mugello

Fecha

1450 h.

Escuela

Quattrocento

Estilo

Renacimiento Italiano

Material

Temple sobre tabla

Dimensiones

174 x 174 cm.

Museo

Convento de San Marcos de Florencia

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No se sabe con certeza la fecha del encargo que recibió Fra Angelico para la decoración del convento franciscano de San Buenaventura en Bosco ai Frati. Tampoco se puede afirmar con rotundidad que la obra se la remitiera Cosme de Médicis, aunque la representación de sus santos patrones, los médicos Cosme y Damián, hace suponer que fuera el comitente de la obra. La Virgen del Retablo de Bosco ai Frati presenta una formulación más moderna que la presentada en el Retablo de Annalena, que le sirvió de referente. Sobre un pedestal de mármol, con una faja de decoración de carácter clásico, se presenta la Virgen en su trono sosteniendo al Niño. A ambos lados de los brazos del trono, dos ángeles le acompañan, recortadas sus siluetas sobre el fondo dorado. En los laterales, apoyados en el suelo, cierran la composición los santos de pie, muy bien compuestos en sus volúmenes: San Antonio, Santo Domingo, San Francisco en el lado izquierdo y, San Cosme, San Damián y San Pedro Mártir a la derecha. Los santos quedan enmarcados por una arquitectura de fondo, con hornacinas en forma de venera, como el remate del lugar donde se sitúa la Virgen, y columnas adosadas al muro. Más allá, las copas de algunos árboles en la penumbra de un paisaje abierto. La Virgen, con la mirada perdida fuera del espacio de la representación, recuerda en su gesto a la Madona del Tabernáculo de los lineros. De Jesús podríamos destacar la actitud tierna hacia su madre y la postura de sus piernas, descansando su peso sobre la izquierda. A petición de los monjes del convento de Bosco ai Frati, Fra Angelico representó en la predela el busto de Santo Domingo, San Bernardo, San Pedro, San Pablo, San Jerónimo y San Benito, que flanquean la figura de Jesucristo en una hornacina, en el centro, en una solución que se asemeja a las pretensiones de la tabla de la Crucifixión del Retablo de San Marcos. Aquí el Redentor también simboliza el discurso de la Misa.

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