San Mateo y el ángel

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A pesar de tener una estrecha relación con el estilo de Caravaggio, no son muy frecuentes en la producción de Ribera las referencias concretas al pintor italiano. Quizá la más impactante de estas referencias sea este San Mateo y el ángel que aquí contemplamos. El maestro valenciano evoca el primer cuadro que Caravaggio realizó para la capilla Contarelli de San Luis de los Franceses. Ya que no gustó al cliente el lienzo fue a parar a la colección del marqués Giustiniani, donde posiblemente Ribera pudo contemplarlo en el tiempo que trabajó para el marqués durante su estancia en Roma. San Mateo está representado como un anciano de la calle mientras que el ángel que aparece en segundo plano no muestra ninguna referencia a su sobrenaturalidad. Ribera trata la escena como si de un asunto cotidiano se tratara: un anciano leyendo sus escritos. El estilo también está tomado de Caravaggio, empleando un potente claroscuro y una pincelada detallista, que se interesa por todos los elementos: las arrugas de la frente, las uñas cuidadas, los pelos de la barba, los pliegues de la túnica, etc. El resultado es una obra de absoluto naturalismo con la que se humanizan los asuntos sacros, haciendo la religión más cercana al pueblo.

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