Virgen con el Niño

La Virgen con el Niño será una de las escenas más tratadas por los pinceles de Murillo debido a la amplia demanda de esta temática en la España de la Contrarreforma

Reforma-Contrarreforma

Enfrentamiento religioso entre las tesis luteranas y las católicas del papado que enfrentó a las dos facciones en Europa durante el s. XVI, entre los años 1517 al 1555.

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. Esta obra que contemplamos estaría realizada en torno a 1655, rivalizando con la Virgen del Rosario

Virgen del Rosario con el Niño

Obra realizada por Murillo hacia 1650 cargada de naturalismo en sintonía con Zurbarán pero otorgando a la composición una espiritualidad diferente.

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que guarda el Museo del Prado

Museo del Prado

El Museo del Prado de Madrid es una de las pinacotecas más importantes del mundo. Su enorme colección de pintura se complementa con grabados, dibujos, joyas de incalculable valor, esculturas, etc. El propio edificio que lo constituye es una obra maestra d

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. Las dos figuras aparecen recortadas sobre un fondo neutro y reciben un potente foco de luz procedente de la izquierda, consiguiendo de esta manera mayor monumentalidad. La serenidad de la postura de la Virgen contrasta con el movimiento escorzado del Niño, rompiendo así con la composición piramidal. La gran novedad de este trabajo estaría en las expresiones de ambos personajes, dirigiendo su mirada hacia el espectador para crear un prototipo de devoción popular en el que destaca la amabilidad de los gestos, anticipando la estética rococó. Las tonalidades brillantes y vaporosas empleadas aportan mayor elegancia a la composición, destacando la belleza idealizada de María, cuyo rostro recuerda a Rafael

Raffaello Sanzio

Pintor renacentista italiano (1483-1520) es considerado el tercer gran creador del Cinquecento. Se formó en la Escuela de Umbría - con el Perugino - pero su traslado a Florencia sirvió para que aprendiera el estilo de Leonardo, con sus figuras blandas y su interés por el claroscuro. La llamada del papa Julio II a Roma para decorar las "Stanze" provocará un nuevo cambio en su pintura, esta vez por influencia de Miguel Ángel y sus figuras escultóricas. El personal eclecticismo del maestro se aprecia en sus Sagradas Familias, posiblemente sus obras más populares.

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, aunque el pintor sevillano haya roto la comunicación entre Madre e Hijo conseguida por el italiano. El elegante dibujo de Murillo se pone claramente de manifiesto en la volumetría de ambos personajes y en la correcta definición de sus miembros, especialmente en el cuerpo desnudo del Niño.