Sherman Mineroller T1E3
Desarrollo
El sistema de búsqueda manual de minas mediante sondas y palas era lento y peligroso, por lo que en el periodo de entreguerras los británicos experimentaron métodos que culminaron en la disposición de arado y de rodillo. El arado barreminas avanzaba delante del carro y se hundía en el terreno, con lo que las minas encontradas a su paso eran levantadas y empujadas a un lado del pasillo. Este procedimiento tenía la ventaja de indicar claramente el camino libre a los hombres o vehículos que seguían al blindado, pero la distinta configuración del terreno, sobre todo si éste era pedregoso, provocaba con frecuencia que alguna mina escapara a la acción del arado. El sistema de rodillos barreminas emplazados delante de un carro de combate eliminaba las minas haciéndolas explotar por la presión que éstos ejercían sobre el terreno, por lo tanto tenían que ser realmente pesados, representando un problema en terrenos blandos por su propensión a quedarse atascados. El ejército inglés fue el pionero en la utilización de estos ingenios, denominando a los modelos iniciales como Fowler Roller (rodillo) o AMRA (Anti Mine Roller Attachment), acoplado a los carros Matilda y Valentine. De éstos derivaron los AMRCR (Anti Mine Reconnaissance Castor Roller), instalados sobre el carro de combate Churchill. Fue un oficial sudafricano de ingenieros, el comandante A.S.J. de Toit, quien inventó un procedimiento para neutralizar minas aceptado casi universalmente durante la Segunda Guerra Mundial, consistente en una serie de cadenas dispuestas alrededor de un tambor que giraba por la acción de una fuente de energía transportada a bordo de un carro (se utilizaba el motor de éste mediante un engranaje o bien un motor auxiliar), golpeando las cadenas el terreno con la suficiente violencia como para hacer estallar las minas a su paso.
El US Army también utilizó rodillos barreminas en tres modelos principales. El primero fue el Mine Exploder T1, destinado a los carros M3 Lee, del que no se construyeron muchos ejemplares porque cuando dicho sistema estuvo listo los M3 fueron retirados de primera línea. El segundo, derivado del anterior, fue el Mine Exploder T1E o "eathworn" (lombriz), asignado a un sólo vehículo de recuperación de carros, el M32. Finalmente cabe destacar al tercer sistema, denominado Mine Exploder T 1E1 (más tarde llamado Mine Exploder M1), conocido popularmente como "Aunt Jemima". Dicho artefacto consistía en un conjunto de grandes discos montados en un rodillo, y éste a su vez acoplado a unos brazos laterales sobre la parte delantera del blindado, del que fueron desarrollándose versiones cada vez más pesadas como la que protagoniza este artículo, la T1E3. De este rodillo barreminas se construyeron alrededor de 200 ejemplares, y su empleo se remonta a las operaciones que se desarrollaron desde Normandía y hasta el final de la guerra. Debido a su enorme peso, necesitaba en ocasiones el apoyo de otro carro auxiliar para incrementar el empuje. Al padecer los problemas de poca fiabilidad antes descritos, las tropas apreciaban mucho más al Sherman Crab, provisto de rodillo con cadenas.
El US Army también utilizó rodillos barreminas en tres modelos principales. El primero fue el Mine Exploder T1, destinado a los carros M3 Lee, del que no se construyeron muchos ejemplares porque cuando dicho sistema estuvo listo los M3 fueron retirados de primera línea. El segundo, derivado del anterior, fue el Mine Exploder T1E o "eathworn" (lombriz), asignado a un sólo vehículo de recuperación de carros, el M32. Finalmente cabe destacar al tercer sistema, denominado Mine Exploder T 1E1 (más tarde llamado Mine Exploder M1), conocido popularmente como "Aunt Jemima". Dicho artefacto consistía en un conjunto de grandes discos montados en un rodillo, y éste a su vez acoplado a unos brazos laterales sobre la parte delantera del blindado, del que fueron desarrollándose versiones cada vez más pesadas como la que protagoniza este artículo, la T1E3. De este rodillo barreminas se construyeron alrededor de 200 ejemplares, y su empleo se remonta a las operaciones que se desarrollaron desde Normandía y hasta el final de la guerra. Debido a su enorme peso, necesitaba en ocasiones el apoyo de otro carro auxiliar para incrementar el empuje. Al padecer los problemas de poca fiabilidad antes descritos, las tropas apreciaban mucho más al Sherman Crab, provisto de rodillo con cadenas.