Cretense o minoico

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Datos principales


Estilo

Grecia

Desarrollo


El arte de la civilización minoica en Creta durante la Edad de Bronce (2000-1500 a.C.) refleja su profunda admiración por el mundo animal, marino y vegetal. Estos motivos, presentes en frescos y cerámica, también inspiraron joyas, vasos de piedra y esculturas. Los artistas minoicos se deleitaban en diseños fluidos y naturalistas, logrando una vitalidad ausente en el arte contemporáneo del Oriente Próximo. Además de sus cualidades estéticas, el arte minóico nos ofrece valiosas pistas sobre las prácticas religiosas, sociales y funerarias de una de las primeras culturas del Mediterráneo antiguo.
Como pueblo navegante, los cretenses mantenían contacto con numerosos países alrededor del Egeo, lo cual se refleja en las influencias orientales, babilonias y egipcias visibles en sus primeras formas artísticas, así como en el comercio, especialmente de cerámica y alimentos. Intercambiaban aceite y vino por objetos preciosos y materias primas, como el cobre de Chipre y el marfil de Egipto. Los artistas minoicos estaban constantemente expuestos a nuevas ideas y materiales que utilizaban para crear su arte único.
El arte minoico no sólo era funcional y decorativo, sino que también cumplía una finalidad política, especialmente en las pinturas murales de los palacios, donde se representaba a los gobernantes realizando tareas religiosas para reforzar su papel como líderes de la comunidad. Es importante recordar que los objetos artísticos solían estar reservados para la élite gobernante, una minoría en comparación con el resto de la población, mayoritariamente compuesta por campesinos.

Las obras de arte se convertían así en un medio para subrayar las diferencias sociales y el estatus político de quienes podían poseerlas.
La cerámica minoica pasó por varias fases de desarrollo. La primera fue el estilo pre-palacial, conocido como Vasiliki, con superficies decoradas en rojo y negro y elementos decorativos añadidos en relieve.
Posteriormente, encontramos la cerámica de Kamarés, probablemente originaria de Festo y perteneciente al periodo de los Primeros Palacios (2000 # 1700 a.C.). Su introducción coincidió con la llegada del torno de alfarero a Creta. Los distintivos de la cerámica de Kamarés son los patrones animados en blanco y rojo sobre un fondo negro. Predominan las formas geométricas, pero también hay representaciones impresionistas de peces y pólipos, así como figuras humanas abstractas. A veces se añaden pechinas y flores en relieve a los vasos. Las formas de recipientes más comunes incluyen jarras de pico, copas, píxides (cajitas con tapa), cálices y los pithoi (tinajas muy grandes hechas a mano, a veces de hasta 1,7 m de altura) utilizados para conservar alimentos.

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