SEGUNDA PARTE DEL VIAGE AL REYNO DEL PERU

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SEGUNDA PARTE DEL VIAGE AL REYNO DEL PERÚ CON EL FIN DE AVERIGUAR EL VALOR DE LOS GRADOS TERRESTRES DE MERIDIANO Y VENIR EN CONOCIMIENTO DE LA VERDADERA FIGURA DE LA TIERRA, EN LA QUAL SE COMPREHENDEN LOS HECHOS A LIMA, CAPITAL DEL PERÚ, Y EL REYNO DE CHILE, SUS DESCRIPCIONES, LAS DE AQUELLAS COSTAS Y NAVEGACION, NUESTRO REGRESSO Á ESPAÑA POR EL CABO DE HORNOS Y SUCESSOS SOBREVENIDOS EN ÉL. LIBRO 1 TRATA DE NUESTRO VIAGE A LIMA, MOTIVOS QUE LO PROMOVIERON Y INSTABAN EN LA OCASION, NOTICIAS DE EL, Y DE LAS POBLACIONES QUE SE ENCUENTRAN EN EL CAMINO CON UNA DESCRIPCION DE LA CIUDAD DE LIMA CAPITULO I Del viage por tierra desde Quito hasta Truxillo y causal para passar á Lima, noticia de las ciudades y pueblos que se encuentran y de los caminos, con el methodo de transitarlos 1 La variedad de accidentes á que están por lo regular expuestas las humanas empresas y disposiciones, alternando con una inconstante admirable harmonía el orden de nuestras acciones y sucesos, suele influir en ellos no menores alteraciones y mudanzas. Esto, que en el mundo visible y vejetable sirve de hermosear á la naturalez ay hacer mas recomendable el poder y sabiduria del Supremo Artifice en el mundo político y racional, es causa de que se admire tanta diversidad de acontecimientos, tanta muchedumbre y diferencia de acciones y tantos distintos efectos de politica que, succediendose con un continuo y entretexido enlace, forman la hermosa representacion con que se vé lucir el ameno campo de la Historia, y la inconstancia, que tanto se nota aun en las cosas mas firmes y mas estables, no pocas veces suele ser uno de los poderosos obstáculos que contrastan el logro en las obras de alguna duracion.

¿Quantas que emprendió ó concibió grandes el ingenio llegaron á descaecer y frustrarse por los baybenes del tiempo y mutaciones de las cosas que embarazaron su perfeccion? Unas porque faltaron los que las havian de sostener ó fomentar, y assi fue forzoso flaquear en su execucion, y otras porque, combatido con las dilaciones y embarazos, el animo se dexó llevar á el abandono ó se halló impossibilitado á su continuacion. Nuestra empresa principal de la medida de los grados del meridiano cerca del equador, si mirada solo en idea, y lexos de las dificultades de su practica, apareció facil y de no mucho tiempo, la experiencia y el desengaño nos hicieron reconocer á costa del trabajo y propia diligencia que á una ora de tanta recomendacion por la gravedad de su importancia y del comun interés de las naciones no le debían faltar los embarazos, demoras y obstáculos que, haciendola de mas duracion y prolixidad, la calificasen con la circunstancia de la mayor expectacion. Assi, fuera de las dificultades intrinsecas que contenía por lo tocante á la exactitud necessaria en las observaciones, las dilaciones para lograrlas á proporcion del deseo y los estorvos de las nubes, páramos y terreno, opuestos todos á la brevedad de ella, la misma dilatacion dió lugar á que, juntandose otras extrinsecas, pudiessen yá que no del todo ser causa de que quedasse imperfecta, al menos serlo de que algun espacio de tiempo estuviesse por nuestra parte interrumpida. 2 Yá queda dicho en el capitulo segundo del quinto libro, parte primero que, hallandonos en Cuenca concluyendo la observacion astronomica en aquel estremo de la meridiana, recibimos impensadamente una carta en que el marqués de Villa Garcia, virrey del Perú, nos llamaba á la capital.

La instancia con que nos encargaba la brevedad no admitia dilacion, y como el deseo que siempre nos acompañó de señalarnos en ocasiones del real servicio, no dió treguas á nuestra obediencia, fue preciso dexar suspensa por entonces aquella obra aunque solo faltaba para terminarla la segunda observacion astronomica á la parte del norte, en donde acababa la serie de los triangulos. 3 El assunto que motivó nuestra llamada fue haver tenido el virrey la noticia de que, á causa de la guerra declarada entre las Coronas de España y Inglaterra, se valía esta nacion de semejante coyuntura para embiar un armamento con algunos ocultos designios á aquellos mares, siendo el principal el de hostilizar sus costas y puertos. Para su oposicion, se havian discurrido varias providencias, y, tal vez persuadido el virrey á que pudiesse nuestra conducta conmensurarse á lo que necessitaban sus deseos, quiso confiarle parte de ellas, calificando en su eleccion el concepto que debiamos á su favor, en que tanto mas empeñaba nuestra obligacion quanto la distancia de mas de 400 leguas no servia de embarazo á su memoria para hacerla tan honrosa en esta ocasion. 4 El día 4 de septiembre de 1740 llegó á nuestras manos la carta del virrey; y puestos inmediatamente en marcha á Quito para prevenirnos de las cosas precisas al viage, lo emprendimos desde esta ciudad el 21 de octubre, determinando hacerlo por Guaranda y Guayaquil, pues, aunque se podia executar por tierra yendo por Cuenca y Loja, nos pareció mas ligero essotro, tanto porque la maleza de los caminos no es tan dilatada en jornadas quanto por ser mas regular para hallar con puntualidad los vagages necessarios y menos expuesta á demoras en las poblaciones, segun los varios accidentes que frequentemente se experimentan en caminos tan fatales con las aguas, rios y derrumbaderos.

5 El dia 30 de octubre llegamos á las bodegas de Babahoyo y, tomando una canoa ligera, continuamos por el rio hasta Guayaquil, donde, embarcandonos en una pequeña fragata que salla para el puerto de la Puná, dimos fondo en él el 3 de noviembre y, fletando una balza grande, proseguimos la derrota haciendo la travesía de aquel golfo hasta Machala, pues, aunque por lo regular se practica al salto de Tumbez, fue preciso variarla porque el piloto no conocia muy bien la entrada del estero, que llamaban de Jambalí, donde está el salto. Finalmente, el dia 5 por la mañana arrimó nuestra balza á la playa de Machala, de la qual dista del pueblo, adonde fuimos por tierra, como dos leguas cortas. A1 dia siguiente, dia 8, despachamos el equipage en una canoa grande ó bongue por los esteros al salto de Tumbez, y en la misma proseguí yo por hallarme sumamente indispuesto de una gran caida que dí en aquel pueblo. Don Jorge Juan y los criados siguieron á cavallo por tierra, transito solo practicable para escoteros porque, siendo todo el país llano, se compone de cienagas saladas que las inundan las aguas en todas las crecientes. 6 El salto, adonde llegué el 7 por la noche, es un parage que sirve de puerto á las embarcaciones pequeñas, como chatas y balzas; está en lo interior de algunos esteros ó brazos de mar, y en el que nombran de Jambalí, que dista de la playa de 14 á 16 leguas, pero totalmente despoblado porque ni allí ni en mucha distancia alrededor se encuentra agua dulce.

Assi, solo sirve aquel sitio para poner en tierra la carga que lleven estas embarcaciones, de el qual la conducen á Tumbez las requas de mulas que para este fin mantiene aquel pueblo, y es en lo que consiste su comercio. No solamente está despoblado el salto pero ni aun se encuentra cubierto en él; toda la fardería y mercancias que allí llegan se ponen en una pequeña plaza que forma y, con la seguridad de que yá desde allí en adelante es muy estraño el que llueva, se mantienen libres de todo daño hasta que las transportan á Tumbez. 7 Tanto en aquel puesto como en todo lo que cogen los esteros, son tan espesos los manglares que, entretexidas sus raices y ramas unas con otras, lo hacen totalmente impenetrable y sumamente molesto por la abundancia de mosquitos, para los quales no hay otro reparo que el de colgar el toldo, luego que se llega, y meterse dentro hasta que, estando prontas las cavalgaduras, sea hora de marchar. Lo interior del terreno, adonde el agua de las crecientes no alcanza, se compone de monte de otros arboles pequeños y silvestres, en los quales abundan mucho los venados y tigres, y la imponderable mortificacion de los mosquitos trae á los passageros la comodidad de que, no dando treguas al sueño, prevengan la atencion contra el inminente riesgo de los tigres, de que se han experimentado muchos casos bien lastimosos. 8 En la mañana del dia 9 llegué al pueblo de Tumbez, cuya distancia desde el salto es de 7 leguas; y como todas son despobladas y se componen parte de marismas anegadizas y parte de arenales muertos, donde de dia hace mucha reberveracion el sol, procuran caminarla siempre de noche para que las mulas puedan aguantarla, pues, siendo 7 leguas de ida y otras tantas de vuelta sin haver en ellas agua dulce ni comida, es larga la jornada para ellas y sería mucho mas fastidiosa si se practicase de dia; por esto, nunca salen vagages de Tumbez para el salto sin que preceda el despachar propio, avisando los que se necessitan, para lo qual, se destina uno de los marineros que van en la embarcacion; y de otra forma harían el viage en valde, no siendo factible el detenerse en aquel sitio.

9 Don Jorge Juan havia llegado á Tumbez el dia 8; y aunque tenia hecha solicitud de que se aprontassen mulas para continuar el viage, no se pudo esto conseguir sin padecer alguna detencion, la que procuramos aprovechar observando la latitud de aquel pueblo el dia 9 con el quarto de circulo, y se determinó ser de 3 grados 33 minutos 16 segundos austral. 10 Hace vecindad á Tumbez un rio del mismo nombre, que desemboca en la ensenada del de Guayaquil, casi enfrente de la isla del Amortajado ó Santa Clara; por él entran lanchas, chatas y balzas hasta el pueblo porque tiene de dos á tres brazas de profundidad y 25 tuessas de ancho, pero en el ibierno se hace dificultosa la navegacion de subida para toda suerte de embarcacion por la mucha corriente que lleva con el aumento de aguas con que baxa desde la sierra. Poco distante de esta y en una de las orillas del rio, se halla situado el pueblo sobre un terreno muy arenoso y con algunas desigualdades ó pequeñas eminencias de arena muerta, y entre ellas, con poco orden y sin union, setenta casas, todas de caña cubiertas de paja, que sirven de habitacion á 150 familias de mestizos, indios, mulatos y algunos españoles; pero además de estas, continuan otras en las orillas de aquel rio, donde gozan de amenidad en sus tierras por la comodidad que tienen para regarlas. 11 Su temple es cálido en estremo y muy seco, de suerte que rara vez llueve; y quando sucede, que es al cabo de muchos años, no cessa interin dura el ibierno.

Desde este pueblo de Tumbez hasta Lima es conocido todo aquel país con el nombre de Valles en la parte que se estiende desde las faldas de la cordillera de los Andes hasta el mar, y assi no causará novedad cuando se advierta su repeticion en algunos passages de esta historia. 12 Fue Tumbez el parage donde desembarcaron la primera vez los españoles por aquella parte de la America meridional, comandados por Don Francisco Pizarro, en el año de 1526, tratando entonces pacificamente con los caziques, señores de la comarca y vassallos yá de los ingas. En los indios no fueron pequeñas las admiraciones al ver á los españoles ni menos en estos la que les causó la mucha riqueza de que tuvieron noticias y la grandeza de los palacios, fortalezas y templos, que eran todos de piedra y de que al presente no han quedado ni aun vestigios. 13 En las amenas orillas de este rio, en quanto alcanza el riego de las acequias, se cria el maiz abundantemente y las frutas y raices de temple cálido; en lo interior de las tierras á donde no llega este beneficio, hay algarrobales, con cuya fruta se mantiene toda suerte de ganados. No es esta en todo semejante á la que se conoce en España con el nombre de valencia; su bayna tiene de quatro á cinco pulgadas de largo y como quatro lineas solamente de ancho, de un color blanquizco con algun pequeño viso amarillo. Con este mantenimiento, adquieren grandes fuerzas los ganados del tráfico, y los comestibles se ceban y engordan mucho, tomando tan buen gusto sus carnes que se distinguen por esta circunstancia.

14 El dia 14, continuamos mi viage, llegué á la ciudad de Piura, siendome forzoso detenerme allí algun tiempo, assi para que pudiesse incorporarse Don Jorge Juan como para curarme y convalecer de mi caida, experimentando entonces la eficaz virtud de la calaguala en el pronto efecto con que obra, tan recomendable y digno de que en Europa haya merecido el alto concepto en que está. 15 Hay desde el pueblo de Tumbez hasta la ciudad de Piura, segun el mas recto computo, 62 leguas, que anduve en 54 horas sin contar las de descanso, y el passo largo y permanente de aquellas bestias se debe regular á mas de legua por hora. Hasta el pueblo de Amotape, que es la unica poblacion en este transito, se numeran 48 leguas; lo restante es despoblado, y por esta razon no se hace mas que dar dos ó tres horas de descenso á los vagages quando lo necessitan ó hay comodidad para que beban algunas aguas salobres y encharcadas, que son las que se suelen encontrar. Salese de Tumbez, atravesando su rio en balzas, y despues se continúa el camino por entre espesos bosques de algarrobal y otros arboles cosa de dos leguas, las que, concluidas, se sale á la playa y esta no se dexa hasta Máncora, distante de aquel pueblo 24 leguas. Para esto, se procura coger en la fueza de la vaciante un parage llamado Malpasso, que está como á 6 leguas de Tumbez, porque, siendo un eminente cañon cortado á escarpe, adonde bate y sube el mar con la creciente, y no haviendo comodidad de camino sobre él por las muchas peñas, quebradas y precipicios que lo estorvan, es forzoso passar por allí y no arriesgarse en toda su distancia, que ocupará media legua, á que, creciendo el mar, cierre el estrecho camino que dexa quando está baxo.

En lo demás de este primer transito hasta Máncora es preciso lograr la coyuntura de que el mar no se halle en plena creciente porque, como todo aquel territorio se compone de arenales muertos, á la primera legua se fatigarian las cavalgaduras y no podrian continuar, y assi se busca el camino por la playa que lava la resaca con el agua ó batidero de las olas, donde, encontrando alguna mayor firmeza, evitan lo mas pesado de la arena. Máncora es un sitio por donde en ibierno corre un pequeño arroyo de agua dulce, y en él hallan bebida las mulas; en verano apenas quedan unas pozas en su madre de agua tan salobre, que solo la necessidad puede hacerles tolerable su salado gusto. En las orillas de este arroyo, que se fecundizan con su humedad, hay muchos algarrobales crecidos y tan espesos que forman un sombrío monte. 16 Desde Máncora continúa el camino otras 14 leguas por entre áridos cerros, algo apartados de la playa, con algunas subidas y baxadas, hasta una quebrada que nombran de Pariñas, en la qual sucede lo mismo que en Máncora y es la segunda parada. Desde esta, prosiguen otras 10 por llanos de arenal hasta el pueblo de Amotape, siempre á alguna distancia de la mar. 17 Este pueblo, cuya latitud austral es de 4 grados 51 minutos 43 segundos, es anexo á el curato de Tumbez y pertenece á su tenientazgo, que lo es del corregimiento de Piure. Componese de 30 casas de cañas cubiertas de paja, y su vecindario, de indios y mestizos. A un quarto de legua de él está un rio de su mismo nombre, cuyas aguas fertilizan mucho su terreno, y por esto se vé todo él sembrado y reducido á chacaras, en donde se cogen con abundancia semillas, raices y frutas de temple cálido, qual es el de aquel pueblo, de donde le proviene tanto á este como á Tumbez la continua plaga de mosquitos.

Passase este rio á vado en el verano y en balza quando es tiempo de aguas en la sierra porque con ellas aumenta excessivamente su caudal y rapidez. Su transito es forzoso para ir á Piura, y despues de él se continúa cosa de 4 leguas por bosques de algarrobales, cuyos arboles tienen mucha altura; al fin de estos comienza un arenal, donde los harrieros mas diestros ó mas prácticos indios suelen perder la direccion del camino pues, mudando el viento los medanos ó montes de arena que pudieran servir de señal, borra las sendas, y en un horizonte terrestre no queda mas arbitrio que el de governarse por el oriente del sol si es de dia ó, si es de noche, por algunas estrellas, circunstancia que, no atendida de la poca reflexion de aquellos indios, suele causarles frequentes extravíos, de que solo salen encontrando á costa de alguna diligencia el rumbo verdadero. 18 De lo que se ha dicho, podrá conocerse lo molesto de este tránsito, en que, además de ser preciso llevar lo que se ha de comer hasta Amotape, se ha de hacer lo mismo con el agua y tener la preocupacion de llevar yesca y todo lo necessario para encender fuego, pues, sin ello, no hay otro recurso que el de comer fiambre. En el territorio de este ultimo transito se halla una mina de copé, y de ella se saca mucha porcion para llevar al Callao y otros puertos, donde tiene bastante consumo porque se emplea en las embarcaciones en lugar de alquitrán, bien que tiene el defecto de quemar las jarcias, pero su poco coste hace que, mezclandolo con aquel, se sirvan de él.

19 La ciudad de Piura, que hoy es cabeza de corregimiento, fue la primera poblacion de los españoles en el Perú; fundóla Don Francisco Pizarro el año de 1531 edificando en ella el primer templo. Diósele á esta ciudad el nombre de San Miguel de Piura, y tuvo su primitivo assiento en el valle de Targasala, donde permaneció poco tiempo por la mala calidad del temperamento, y se trasladó al parage que ahora ocupa; su latitud es austral de 5 grados 11 minutos 1 segundo, y se observó que variaba allí la aguja 8 grados y 13 minutos nordeste. Su planta ó situacion es en un llano de arena de mediana extension, y las casas, de adoves ó de quinchas, que por lo regular no tienen alto. Hace su residencia en ella el corregidor, cuya jurisdiccion se estiende una parte por aquellos valles y otra en la serranía. Tienen, assimismo, Caxas de Real Hacienda con un contador y un tesorero, los quales alternan cada seis meses, residiendo el uno en el puerto de Paita y el otro en aquella ciudad; el primero, con el fin de percibir los derechos de entrada por los generos que se desembarcan para tomar su curso por allí y celar las introducciones de ilicito comercio, y el segundo, con el de practicar lo mismo en Piura con los efectos que baxan de la sierra por Loja ó passan de Tumbez para Lima. 20 Se compone aquella ciudad de 1500 vecinos, y entre estos hay familias de calidad distinguida, otras de españoles, mestizos, indios y mulatos. Su temperamento es cálido y muy seco, tanto que en él llueve menos frecuentemente que en Tumbez, pero sano.

Tiene un rio que passa inmediato á sus casas, y fertiliza las tierras, á que comunica su humedad, que, por ser arenoso todo el pais, se ensancha lo bastante y, con el auxilio de las zequias y llano del territorio, se conduce facilmente adonde se desea; no lleva agua en el verano, ni se conoce en el terreno señal que dá indicios de tal rio, pues la poca que baxa de la serranía corre oculta por su madre; y no teniendo la ciudad otro recurso para todos los menesteres de la vida, se hacen pozos en ella, y, profundando á proporcion de la esterilidad del año, se saca el agua que se necessita. 21 Tiene Piura un hospital al cuidado de la religion bethleemitica; y aunque se curan en él toda suerte de enfermedades, es famoso por la del morbo galico, pues contribuyendo sensiblemente para su mejor curacion la qualidad del clima, acuden á él de todas partes los que se hallan infestados de este mal, y en muchos se experimenta que, con menos cantidad del especifico que se suele aplicar en otros paises y sin tanta molestia del paciente, se logra el fin de restablecerse á la primera salud. 22 Como todo el territorio perteneciente á este corregimiento, en lo perteneciente á Valles, no tiene mas fruto que el de la algarroba, fuera de las chacaras de maiz, algodón, simientes, frutas y raices con que se alimentan sus moradores, lo mas de él se compone de haciendas para pastar ganado cabrío. De esta se hacen matanzas muy crecidas, y con el cebo se fabrica el jabón, de que es muy grande el consumo en Lima, Quito y Panamá, á donde se hacen grandes remissiones.

De los cueros se curten cordovanes, que tienen la misma salida, y contribuye á su comercio la cabuya ó pita, de que abunda mucho la parte de serranía perteneciente á su jurisdiccion. Además de este comercio activo, logra el de las requas de mulas, con el qual aumenta la utilidad su vecindario porque todos los generos de ropa de la tiera que se remiten de Quito á Lima y los que van de España, que precisamente se desembarcan en el puerto de Paita han de hacer el viage de su destino en mulas de aquella provincia; con que, siendo uno y otro tan numeroso, se puede conjeturar quanto lo será la cantidad de requas y mulas aplicadas á este tráfico, que dura incessantemente mas ó menos todo el año y con especialidad quando están los rios secos ó llevan poca agua. 23 Luego que llegó á Piura Don Jorge Juan y se dispusieron los vagages necessarios, continuamos el dia 21 nuestra marcha y el siguiente entramos en el pueblo de Sechura, distante de aquella ciudad 10 leguas computadas por el tiempo que se tardó en caminarlas. Todo este transito es despoblado y llano pero su suelo, de arena muerta que fatiga bastantemente los vagages. 24 Aunque es lo regular en el Perú viajar en mula porque la maleza y peligro de los caminos no permiten otra comodidad, desde Piura se logra el descenso de literas hasta Lima. Estas las suspenden en lugar de varas con dos cañas gruessas de las de Guayaquil y disponen su fabrica de suerte que no toquen el agua al vadear los rios ni tengan embarazo en las subidas ó baxadas que se ofrecen quando el camino es desigual.

25 Como suelen ser los vagages que se sacan de Piura los que hacen todo el viage hasta Lima, y en esta distancia hay muchos transitos algo largos de despoblado, donde no es menor la fatiga originada de su mucha distancia que la que ocasiona la mala calidad del terreno por ser de arena, se hace preciso darles algunos dias de huelgo en todo el discurso de él, y principalmente en Sechura, porque desde allí se entra inmediatamente en el despoblado que tiene el mismo nombre. Con este motivo, nos fue forzoso detenernos, y en los dos que estuvimos se observó la latitud, la qual quedó establecida de 5 grados 32 minutos 33 segunos y medio. 26 La fundacion de este pueblo fue antiguamente en la inmediacion del mar, no distante de una punta que nombran de la Aguja, pero, haviendose sumergido y inundadolo el mar, la retiraron al que hoy tiene cosa de una legua distante de la playa; hacele vecindad un rio que toma el mismo nombre del pueblo, y sucede en él lo propio que en el de Piura. Quando lo passamos, no havia indicios de él, pero desde los meses de febrero y marzo hasta el de agosto ó septiembre recoge tanta agua que no admite vado, y es preciso passarlo en balza, lo que experimentamos en el segundo y tercer viage que hicimos á Lima. Cuando está seco, se valen del mismo arbitrio de abrir pozos en su madre y de ellos se proveen de agua, aunque muy gruessa y salobre. Contendrá Sechura como 200 casas de caña y una iglesia muy capaz y decente de adoves. Su vecindario es todo de familias de indios, que llegarán hasta el numero de quatrocientas y se ocupan en el exercicio de harrieros ó pescadores.

27 Las casas de todos estos pueblos son tan sencillas y poco artificiosas que sus paredes solo se componen de cañas regulares ó carrizos endebles clavados en el suelo, y a lo mismo el techo llano pues, como no llueve, escusan el hacerlos á dos aguas; assi, por todas partes se clarean, y el sol, no menos que el viento, las penetra fácilmente. Sus indios moradores usan distinta lengua que la comun de los demás pueblos, tanto de Quito como de lo restante del Perú, y esto sucede frequentemente en mucha parte de Valles; no solo se distinguen en lo formal de la lengua pero en el acento porque, además de prorrumpir las voces en un tono, como de canto triste, comen la mitad de las palabras finales, como si les faltasse la respiracion para concluirlas. 28 El vestuario de estas indias, tambien algo desemejante, se reduce á un anaco como el de las de Quito, á excepcion de ser tan largo que las arrastra lo bastante por el suelo; es mucho mas ancho, y no lo afianzan ó sugetan á la cintura pero sin mangas; para andar, lo suspenden un poco y recogen debaxo de los brazos. Cubrense la cabeza con unos paños blancos de algodón bordados ó labrados en el talar de otros colores, con la circunstancia de que las que son viudas los usan negros. Distinguense por el modo de peynado los estados de cada una porque las solteras y viudas dividen el cabello en dos trenzas, una á cada lado de la espalda, y las casadas lo recogen en una. Son trabajadores, y su comun ocupacion es texer servilletas y otras cosas semejantes de algodón.

Los indios visten á la española; y assi como todos ellos usan calzado, las mugeres, por el contrario, no lo acostumbran. Son por naturaleza altivos, muy racionales, y sus costumbres, algo diversas de los de los de Quito. En ellos se vé comprobado lo que se dixo en el capitulo sexto del libro sexto de la primera parte de lo mucho que coadyuva á hacerlos mas capaces la inteligencia de la lengua castellana, que ninguno ignora, y la usan promiscuamente con la suya; se imponen en cualquier assunto y dan muy regular salida á los que se les proponen; no son ni tan superficiosos ni tan sujetos al desorden de los vicios como los otros; y, finalmente, en todo, á excepcion del color y los demás accidentes corporales, son muy diversos, y hasta la propension á la bebida y demás costumbres caracteristicas de los indios se notan en estos con cierta moderacion y regularidad. Y porque todos los de los valles desde Tumbez hasta Lima son tan despiertos, advertidos y cultos, quedará prevenido para escusar su repeticion. 29 Este pueblo de Sechura es el ultimo de la jurisdiccion de Piura por esta parte, y sus moradores no solo no dan mulas á ningun passagero de su propio arbitrio pero defienden el passo á qualquier persona sin distincion de caracter si no lleva passaporte por escrito del corregidor, cuya providencia se practica para estorvar con ella las ilicitas introduciones del comercio, pues, no haviendo fuera de aquel camino que sale al despoblado mas que otro llamado el rodeo, es forzoso que los que transitan hayan de viajar por uno de los dos.

Para seguir el de el despoblado, se sacan de Sechura otras mulas cargadas de agua, con que, dan á beber en su medianía á las que llevan las cargas. El modo de conducirla es en unos calabazos ó totumos muy grandes, para cada quatro mulas de carga una de agua y otra para las dos de litera. Quando van á silla, la llevan en ellas mismas los ginetes en unas alforjas grandes hechas para este fin, y cada uno de los passageros, sea en litera ó en cavalgadura, se provee de la que ha de beber en el camino porque no solo no la hay en todo él pero no se ve otra cosa mas que arena, médanos que hace esta con el viento y á trechos piedras de sal sin encontrarse rama, yerva ni otra cosa verde. 30 El dia 24 salimos de Sechura y, entrando en el despoblado, caminamos por él con algunas cortas paredes de descanso hasta el siguiente, que á las 5 de la tarde llegamos á el pueblo de Mórropa, cuya distancia será en todo de 28 á 30 leguas, y, aunque cuentan mas los del país, no se debe estar á su numeracion. Lo igual y unico de este lleno, su espaciosa distancia y la facilidad de borrarse el camino por la inconstancia del suelo hace que pierdan la senda aun los mas prácticos, pero su habilidad consiste en tales ocasiones en volverla á recobrar, para lo qual se valen de uno de dos arbitrios. El primero, llevar el viento de cara quando van acia Lima y, al contrario, al volver porque, reynando constantemente los vientos sures, están seguros de no padecer engaño con esta regla; y el segundo, coger arena en distintas partes y olerla, pues por el olfato distinguen si es ó no por allí la vereda, en la qual siempre queda alguna impression del estiercol de las mulas.

Los que no se hallan con suficiente práctica de tales sitios corren mucho peligro si, rendidos del sueño ó del cansancio, se atrassan y se paran, pues, quando vuelven, se ven sin poder deliberar en la derrota que han de seguir y, perdido el tino una vez, parecen de necessidad y fatiga, como ha sucedido á algunos. 31 El pueblo de Mórropa, que se compondrá como de 70 á 80 casas de la misma especie que los antecedentes, contiene 160 vecinos, que son indios; tiene un rio que passa o distante de él, y llaman los Pozuelos; sucedele lo mismo que á los yá mencionados, pero en todas sus orillas hay muchas chacaras y arboles. Es tal el instinto de los animales que trafican por este camino que, llegando á su olfato el olor del agua desde mas de quatro leguas, se alborotan tanto luego que lo perciben que sería difícil el quererlos detener, con que, abreviando por si propios el passo, terminan la jornada con mayor presteza. 32 El dia 26 passamos de Mórropa al pueblo de Lambayeque, distante de aquel quatro leguas; y haviendo hecho mansion en él todo el dia 27, se observó la latitud de 6 grados 41 minutos 37 segundos austral. Constará este pueblo como de 1500 casas de todas calidades, esto es, unas de adoves, otras de baja reques, que se reduce á fabricar de cañas lo interior de las paredes y embarrarlas despues por dentro y fuera, y las ultimas, de solo caña ó rancherías, que sirven de habitacion á los indios. Su vecindario es como de 3.000 vecinos, entre los quales hay familias de mucho lustre y conveniencias; lo restante son españoles pobres, mestizos, mulatos y indios.

La iglesia parroquial, cuya fabrica es de cal y piedra, es muy capaz, vistosa en lo exterior y con sobresalientes adornos para el culto. Hay en ellas quatro capillas, que llaman ramos, con otros tantos curas para el cuidado espiritual de los indios, los quales alternan y assisten á las demás especies de gentes que componen aquel vecindario. 33 El hallarse tan numeroso este pueblo procede de que las familias que hoy contiene habitaban antes en la ciudad de Saña, que fue destruida y arruinada en una invasion que padeció por los años de 1685 del pyrata inglés Eduardo David, á la que siguió algunos despues una formidable creciente con que se hincharon las aguas de aquel rio que participa su nombre, y este acabó de assolarla; y abandonada totalmente, se mudaron sus moradores á Lambayeque. Reside en él un corregidor, á cuya jurisdiccion con otros varios pueblos pertenece el de Mórrope, y un oficial real de los dos destinados en Truxillo. Hace vecindad á este pueblo un rio llamado de Lambayeque; quando baxa crecido, como lo estaba en esta ocasion, se passa por puente de madera y, muchas veces, llega á estar seco totalmente. 34 El territorio de Lambayeque, en lo que puede alcanzar la humedad del rio con la industria de las zequias, es fértil y produce muchas frutas, unas semejantes á las de Europa y otras de las criollas. Cosa de diez leguas de él hay parrales, de cuya uba se hace algun vino, aunque no en abundancia ni de calidad tan sobresaliente como el de otras partes del Perú.

Entre la gente pobre de aquel vecindario, se texen algunas cosas de algodón, como colchas labradas, mantelerías y otras semejantes. 35 El 28 salimos de Lambayeque y, passando por el pueblo de Monsefú, que dista de aquel como 4 á 5 leguas, llegamos á hacer parada cerca de la playa, en un sitio que llaman las Lagunas por haverlas de agua dulce de los rebalses que forma en aquel parage el rio de Saña; y volviendo á proseguir el 29, passamos á vado el rio de Xequetepeque, dexando el pueblo de este nombre como á un quarto de legua de distancia, hasta concluir la jornada en el pueblo de San Pedro, distante de Lambayeque 20 leguas y el ultimo de su corregimiento. Observóse su latitud y quedó determinada en 7 grados 25 minutos 49 segundos. 36 Este pueblo contendrá como 130 casas de baxareques, y su vecindario se compone de 120 familias de indios, 30 de blancos y mestizos y 10 á 12 de gente de color ó mulatos. Hay en él un convento de religiosos agustinos, donde solo residen por lo ordinario tres sugetos, que son el prior, el cura del pueblo y un ayudante de este. El rio que le hace vecindad es nombrado de Pacasmayo, y todo su territorio, fértil y abundante de frutas. Mucha parte de la distancia desde Lambayeque á San Pedro se camina por la playa á retazos, y los que no, á poca distancia de ella. 37 El 30 de noviembre continuamos el viage passando por el pueblo de Payjan, que es el primero de la jurisdiccton del corregimiento de Truxillo, y el dia 1 de diciembre entramos en el pueblo de Chocope, que dista del de San Pedro de 13 á 14 leguas; su latitud se determinó de 7 grados 46 minutos 40 segundos, y con la cercanía de un rio nombrado de Chicama y el beneficio de su riego se fertilizan mucho las tierras de su inmediacion, y se produzen lozanamente cañas dulces, ubas y muchas especies de frutas, assi de Europa como criollas, y el maiz, en abundancia, que es la simiente general de todo Valles.

Desde las riveras del rio de Lambayeque en adelante se cria en las de todos los demás la caña de azucar, pero en las del Chicama, mas abundantemente y de mejor calidad. 38 El pueblo de Chocope se compone e 80 á 90 casas de baxareque, cubiertas de torta, y su vecindario, de 60 á 70 familias, mucha parte de españoles y lo restante gente de castas, pero de indios, solamente como 20 á 25. La iglesia es capaz y decente, y su fabrica, de adoves. Se refiere en este pueblo, como cosa muy particular por serlo en aquel clima, que en los años de 1726 llovió, durando las aguas 40 dias continuos con el orden diario de empezar á las 4 ó 5 de la tarde y cessar á la misma hora de la mañana siguiente, pero todo el resto del dia estaba la athmosphera limpia y el cielo despejado. Con este tan inesperado accidente se arruinaron totalmente las casas, y solo quedaron algunos pequeños fragmentos de las paredes de la iglesia, que, por ser de adoves, tuvieron alguna mas resistencia. Lo mas notable para aquellos vecinos fue que en todo este tiempo no solo no variaron los vientos sures sino que, permaneciendo constantes, soplaron con tanta fuerza que levantaban del suelo la arena convertida en lodo. Dos años despues, se repitió la lluvia por espacio de 11 á 12 dias pero no con la fuerza que antes, y despues acá no se ha vuelto á experimentar semejante accidente ni en muchos años antes havia memoria de que huviesse sucedido.

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