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Datos principales
Desarrollo
Entre estos grandes herbívoros sólo el elefante africano del género Loxodonta no aparece fuera de su territorio actual. Durante el Plioceno el Deinotherium, un elefante cuyos colmillos le salían de la mandíbula inferior y que estaban girados hacia abajo, se encontraba disperso por el Viejo Mundo, aunque durante el Cuaternario sólo subsiste en Africa. Entre los mastodontes el género terciario Gomphotherium sobrevivió en Asia hasta el final del Plioceno, siendo reemplazado en Africa y Europa durante el Pleistoceno Inferior cuando se extinguen los últimos mastodontes ante los cambios climáticos del Cuaternario y la extensión de los auténticos elefantes. Aunque los elefantes llegan a Eurasia durante el Plioceno, se producen cambios faunísticos durante el Pleistoceno. La primera especie conocida es E. meridionalis. Ésta no es una especie de gran tamaño sino cercana al actual elefante indio, pero con mayores colmillos; su hábitat debió de ser la sabana mixta. Durante el Pleistoceno Medio se encuentra el E. antiquus; físicamente se pareció al E. meridionalis, aunque era más grande. Un ejemplar procedente de Inglaterra alcanza los 3,7 metros. Su medio ambiente debió de ser el bosque o los parques de períodos interglaciares. Su dispersión en Europa fue muy amplia, ocupando todo el centro y sur durante los interglaciares. Su evolución se vio cortada por los glaciares. Algunos ejemplares se quedaron aislados en las islas del Mediterráneo, donde el carácter insular de Sicilia o Córcega permitieron la evolución hacia especies enanas como el E.
falconeri. Éste sólo alcanzaba los 90 centímetros de alzada pero mantuvo sus proporciones. Aunque parece que nunca fueron conocidos por los seres humanos, sí lo fueron sus esqueletos. La especial configuración del cráneo con un gran orificio que se corresponde con la trompa hizo pensar a los pobladores de estas islas que se trataba del cráneo de un gigante con un solo ojo, dando lugar al nacimiento de la leyenda de Polifemo, recogida por Homero en la Odisea. También durante el Pleistoceno Medio tenemos otra forma, el E. (Mammonteus) trogonterii, a quien se considera intermedio entre el E. meridionalis y el mamut. El mamut no se reconoce en el norte de Asia hasta el Pleistoceno Medio, cuando las condiciones esteparias perduraron durante varios períodos glaciares. El género Elephas se extiende desde Africa, como dijimos, durante el Plioceno, aunque la especie E. namadicus de la India parece ser el resultado de una segunda emigración.
falconeri. Éste sólo alcanzaba los 90 centímetros de alzada pero mantuvo sus proporciones. Aunque parece que nunca fueron conocidos por los seres humanos, sí lo fueron sus esqueletos. La especial configuración del cráneo con un gran orificio que se corresponde con la trompa hizo pensar a los pobladores de estas islas que se trataba del cráneo de un gigante con un solo ojo, dando lugar al nacimiento de la leyenda de Polifemo, recogida por Homero en la Odisea. También durante el Pleistoceno Medio tenemos otra forma, el E. (Mammonteus) trogonterii, a quien se considera intermedio entre el E. meridionalis y el mamut. El mamut no se reconoce en el norte de Asia hasta el Pleistoceno Medio, cuando las condiciones esteparias perduraron durante varios períodos glaciares. El género Elephas se extiende desde Africa, como dijimos, durante el Plioceno, aunque la especie E. namadicus de la India parece ser el resultado de una segunda emigración.