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Datos principales
Desarrollo
PRIMERO 1740 El Cuatro Ahau Katún es el undécimo Katún. Se cuenta en Chichén Itzá, que es el asiento del Katún. Llegarán a su Ciudad los Itzaes. Llegarán plumajes, llegarán quetzales. Llegará Kantenal, llegará Xekik, llegará Kukulcán. Y en pos de ellos otra vez llegarán los Itzaes. Es la palabra de Dios. SEGUNDO 1760 El Dos Ahau Katún es el duodécimo Katún. Los mayas regresarán a Cuzamil, que es el asiento de este Katún. Ni poco ni mucho será su pan, ni poca ni mucha será su agua. Ésta es la palabra de Dios. Resonará por algún tiempo el templo de sus dioses. Éste es el fin de la palabra de Dios. TERCERO (Juicio) El Trece Ahau Katún se lee en Kinchil-Cobá que es el asiento del Katún, del Katún decimotercero. Todos iguales por dentro, los Reyes de la tierra oirán el juicio de Dios Nuestro Padre. Correrá la sangre de los árboles y de las piedras. Arderán el cielo y la tierra. Es la palabra de Dios el Verbo, de Dios Hijo, y de Dios Espíritu Santo. Éste es el Santo Juicio de Dios. Les faltaran las fuerzas al cielo y a la tierra. Entrarán al cristianismo grandes ciudades y sus moradores. Una muy grande ciudad, que quién sabe cuál es su nombre, grandísima, se tragará ésta nuestra tierra maya de Cuzamil y Mayapán, la de nuestros hombres del Segundo Tiempo, la que está bajo el peso de la rabia, y donde los hijos nacen siervos; donde al fin se perdió la fuerza y la vergüenza, ¡el alma viva de nuestros hijos en flor!. No tenemos buenos sacerdotes y la causa de nuestra muerte es la sangre mala.
Sale la luna, se va la luna, se hace entera la luna. Antiguamente podía ser una sola la sangre, y como en el resplandor de los planetas se veía su bondad. Es el fin de la palabra de Dios. Vendrá sobre ellos el agua del "segundo nacimiento", las "santas almas" recibirán el santo óleo, sin ser obligadas, sino viniendo ello de Dios. Al santo cielo irán los cristianos, guardados por su santa fe. Y los Itzaes y los Balames dejarán de perderse... (Falta toda la página siguiente.) ... Juicio de Dios a los hombres buenos. "Venid conmigo, vosotros, los hombres benditos de mi Padre, que habéis ganado la gloria eterna, hecha por mi Padre cuando el principio del mundo. Obedecisteis la "palabra dicha", hicisteis penitencia si me ofendisteis antes. Así, pues, vamos al cielo." Y entonces volverá su mirada a los pecadores, que estarán llenos de soberbia. "Alejaos de mí, malditos de mi Padre, id al fuego del infierno que no tiene fin, que fue hecho para el diablo por mi Padre. Así, idos con él para siempre al sufrimiento." Y entonces se irán al infierno los hombres malos. Los hombres buenos irán en pos de Dios Nuestro Padre, a la perpetua gloria, a la justa gloria. En Josafat hay tres hombres muy servidores de Dios, muy grandes en años por obra de Dios; Elías, Matusalén y Enoc son sus nombres. Viven hasta hoy. Allí están puestos por Dios para cuidar su Silla. Hará cuenta Dios en un valle de la tierra, en una gran llanura. Allí entonces se sentará sobre su Silla Su Majestad.
Los de piel de cordero estarán a la derecha; los de piel de chivo estarán a la izquierda. Los que estén a la izquierda, serán los hombres malos, los que no cumplieron todos los mandamientos de Dios. Entonces se irán para siempre a las penas del infierno, al centro de la tierra, dicho por nuestro Primer Padre. Entonces dirá a los que estarán a la derecha del Gran Rey Dios, los hombres buenos, cumplidores de los mandamientos: "Vamos, vosotros, los benditos de mi Padre; tomad el reino hecho para vosotros desde el principio del mundo". Entonces se acercará una gran nube, hecha de estrellas, desde lo alto del cielo, hasta la tierra. Y sonará dulcemente el canto de los ángeles, con una dulzura que no tiene igual. Y subirá el Verdadero Dios, Señor del cielo y de la tierra.
Sale la luna, se va la luna, se hace entera la luna. Antiguamente podía ser una sola la sangre, y como en el resplandor de los planetas se veía su bondad. Es el fin de la palabra de Dios. Vendrá sobre ellos el agua del "segundo nacimiento", las "santas almas" recibirán el santo óleo, sin ser obligadas, sino viniendo ello de Dios. Al santo cielo irán los cristianos, guardados por su santa fe. Y los Itzaes y los Balames dejarán de perderse... (Falta toda la página siguiente.) ... Juicio de Dios a los hombres buenos. "Venid conmigo, vosotros, los hombres benditos de mi Padre, que habéis ganado la gloria eterna, hecha por mi Padre cuando el principio del mundo. Obedecisteis la "palabra dicha", hicisteis penitencia si me ofendisteis antes. Así, pues, vamos al cielo." Y entonces volverá su mirada a los pecadores, que estarán llenos de soberbia. "Alejaos de mí, malditos de mi Padre, id al fuego del infierno que no tiene fin, que fue hecho para el diablo por mi Padre. Así, idos con él para siempre al sufrimiento." Y entonces se irán al infierno los hombres malos. Los hombres buenos irán en pos de Dios Nuestro Padre, a la perpetua gloria, a la justa gloria. En Josafat hay tres hombres muy servidores de Dios, muy grandes en años por obra de Dios; Elías, Matusalén y Enoc son sus nombres. Viven hasta hoy. Allí están puestos por Dios para cuidar su Silla. Hará cuenta Dios en un valle de la tierra, en una gran llanura. Allí entonces se sentará sobre su Silla Su Majestad.
Los de piel de cordero estarán a la derecha; los de piel de chivo estarán a la izquierda. Los que estén a la izquierda, serán los hombres malos, los que no cumplieron todos los mandamientos de Dios. Entonces se irán para siempre a las penas del infierno, al centro de la tierra, dicho por nuestro Primer Padre. Entonces dirá a los que estarán a la derecha del Gran Rey Dios, los hombres buenos, cumplidores de los mandamientos: "Vamos, vosotros, los benditos de mi Padre; tomad el reino hecho para vosotros desde el principio del mundo". Entonces se acercará una gran nube, hecha de estrellas, desde lo alto del cielo, hasta la tierra. Y sonará dulcemente el canto de los ángeles, con una dulzura que no tiene igual. Y subirá el Verdadero Dios, Señor del cielo y de la tierra.