Polonia y sus luchas contra Turquía
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Datos principales
Rango
fin siglo XVII
Desarrollo
Tras estos tiempos calamitosos el Reino polaco quedó totalmente hundido y empobrecido, destrozado por los efectos de las invasiones y de las guerras en que se vio implicado. Una pretendida reacción de Juan Casimiro V para hacer frente al desastre interior que se padecía, mediante unos proyectos de reforma institucional y de supresión del "liberum veto", fue pronto abortada por un levantamiento en su contra de la nobleza. Cansado de tanto esfuerzo inútil y completamente desanimado, el rey abdicó en 1668, planteando de nuevo a la Dieta el espinoso tema de la elección de otro monarca. Como había sido frecuente hasta entonces, aparecieron varios candidatos extranjeros más o menos apoyados por las potencias que solían inmiscuirse en los asuntos polacos (Austria, Francia), pero en esta ocasión salió elegido un príncipe polaco, Miguel Korybut Wisniowiecki (1669-1673), que en su breve reinado tuvo que enfrentarse a la ofensiva turca contra Polonia, una más que se sumaba a las invasiones anteriores. En un primer momento no pudo frenarse el avance de los otomanos , que se apoderaron de la Podolia y de la Ucrania polaca, aunque en 1673 el que ya se estaba convirtiendo en brillante militar, el mariscal Sobieski, pudo derrotarlos. Este triunfo le valió ser nombrado rey a la muerte de Korybut. El nuevo monarca, Juan III Sobieski (1674-1696), polaco como el anterior, destacaría sobre todo por su lucha contra los turcos, alcanzando un éxito resonante en toda Europa al lograr salvar a Viena del asedio otomano. Sin embargo, en los asuntos internos este destacado personaje nada pudo hacer para sacar a Polonia del lamentable estado en que se hallaba, ni para superar la profunda crisis política, económica y social en que había caído. A su muerte, un candidato extranjero, el elector de Sajonia Federico Augusto, ocuparía el trono como Augusto II , reiniciándose así la presencia de soberanos no polacos, buena prueba de que los destinos nacionales se decidían muchas veces fuera de las propias fronteras del Reino.