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Datos principales
Rango
Hiroshima L3
Desarrollo
El 30 de junio, los americanos ocuparon la islita de Rendova, donde sólo había 200 japoneses. Como Nueva Georgia estaba sólo a cinco millas, instalaron baterías pesadas en Rendova y tres bases para lanchas rápidas. Era una táctica que pretendía conquistar isla por isla, apoyándose en la conquista anterior. El salto a Nueva Georgia estuvo complicado por los intentos japoneses de introducir convoyes de abastecimientos y la dificultad de los americanos para operar en la selva. La baja moral de la tropa obligó a enviar otra nueva división como refuerzo y convenció al mando aliado de que, con aquellos procedimientos, la guerra en el Pacífico podría durar muchos años. Los japoneses disponían ya de modestas estaciones de radar y las sorpresas americanas fueron cada vez más difíciles. Buena muestra es que la mayor parte de la guarnición japonesa de Nueva Georgia pudo evacuar la isla fácilmente. La experiencia de Nueva Georgia y su pérdida de tiempo decidieron la futura estrategia norteamericana: conquistar las islas esenciales, olvidando las difíciles que no tuvieran interés estratégico. Los 10.000 japoneses de Kolombangara fueron dejados de lado y el desembarco siguiente se hizo en la isla de Bella Labella, que sólo estaba guarnecida por 250 hombres. Ante ello, los japoneses evacuaron ambas guarniciones en dirección a la isla de Bougainville. Allí se reunieron 60.000 hombres, concentrados al sur. Los americanos desembarcaron en el oeste el 1 de noviembre, mientras su aviación machacaba los aeródromos de la isla.
Los defensores, con el grueso de las fuerzas separado por ochenta kilómetros de jungla, reaccionaron lentamente mientras los americanos aportaban refuerzos y pertrechos. La situación se mantuvo estacionaria durante cuatro meses. Hasta marzo de 1944 no se decidió el mando japonés a atacar a los desembarcados. Entonces lanzó 15.000 hombres a través de la jungla, para llegar a la cabeza de desembarco, donde había 60.000 americanos. El combate comenzó el 8 de marzo y duró dos semanas, con la muerte de 8.000 japoneses. Mientras desembarcaban en las Salomon, los americanos no olvidaban Nueva Guinea, donde los japoneses se defendían duramente, a pesar de nuevos desembarcos en el sudeste. El interior de la isla estaba cubierto de jungla y las operaciones se desarrollaban a lo largo de la costa y gracias al transporte marítimo, de modo que, cuando sucesivos desembarcos cortaron el camino costero, los japoneses del este se vieron obligados a replegarse hacia el terreno salvaje del interior, para atravesar la isla en dirección al puerto de Wewak, en la costa norte, itinerario lleno de peripecias debidas al clima y las enfermedades. Libre de japoneses el este de Nueva Guinea, los aliados pensaron cruzar los estrechos de Vitiaz y Dampier, que separaban Nueva Guinea y Nueva Bretaña, en cuyo extremo opuesto está Rabaul, pieza clave de la zona. Los japoneses trasladaron 8.000 hombres desde China y los situaron frente a donde se esperaba el desembarco. Pero Rabaul quedaba en el otro extremo, a más de 400 kilómetros de terreno cubierto de jungla, y los recién llegados no pudieron contar más que con sus propios recursos. El desembarco comenzó a mediados de diciembre y, a las dos semanas, había en tierra más de dos divisiones aliadas. Los japoneses se vieron obligados a una maniobra penosa y conocida: retirarse a través de la jungla para alcanzar Rabaul. Como remate, un nuevo desembarco en las islas del Almirantazgo, ocupadas entre febrero y marzo de 1944. Era un archipiélago 250 millas al norte de Nueva Bretaña, con aeródromos, un fondeado magnífico. Suponía que se había alcanzado el límite norte de Melanesia, en camino hacia Micronesia, y a la altura de Filipinas, que eran el objetivo inmediato.
Los defensores, con el grueso de las fuerzas separado por ochenta kilómetros de jungla, reaccionaron lentamente mientras los americanos aportaban refuerzos y pertrechos. La situación se mantuvo estacionaria durante cuatro meses. Hasta marzo de 1944 no se decidió el mando japonés a atacar a los desembarcados. Entonces lanzó 15.000 hombres a través de la jungla, para llegar a la cabeza de desembarco, donde había 60.000 americanos. El combate comenzó el 8 de marzo y duró dos semanas, con la muerte de 8.000 japoneses. Mientras desembarcaban en las Salomon, los americanos no olvidaban Nueva Guinea, donde los japoneses se defendían duramente, a pesar de nuevos desembarcos en el sudeste. El interior de la isla estaba cubierto de jungla y las operaciones se desarrollaban a lo largo de la costa y gracias al transporte marítimo, de modo que, cuando sucesivos desembarcos cortaron el camino costero, los japoneses del este se vieron obligados a replegarse hacia el terreno salvaje del interior, para atravesar la isla en dirección al puerto de Wewak, en la costa norte, itinerario lleno de peripecias debidas al clima y las enfermedades. Libre de japoneses el este de Nueva Guinea, los aliados pensaron cruzar los estrechos de Vitiaz y Dampier, que separaban Nueva Guinea y Nueva Bretaña, en cuyo extremo opuesto está Rabaul, pieza clave de la zona. Los japoneses trasladaron 8.000 hombres desde China y los situaron frente a donde se esperaba el desembarco. Pero Rabaul quedaba en el otro extremo, a más de 400 kilómetros de terreno cubierto de jungla, y los recién llegados no pudieron contar más que con sus propios recursos. El desembarco comenzó a mediados de diciembre y, a las dos semanas, había en tierra más de dos divisiones aliadas. Los japoneses se vieron obligados a una maniobra penosa y conocida: retirarse a través de la jungla para alcanzar Rabaul. Como remate, un nuevo desembarco en las islas del Almirantazgo, ocupadas entre febrero y marzo de 1944. Era un archipiélago 250 millas al norte de Nueva Bretaña, con aeródromos, un fondeado magnífico. Suponía que se había alcanzado el límite norte de Melanesia, en camino hacia Micronesia, y a la altura de Filipinas, que eran el objetivo inmediato.