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Desarrollo
MEMORIAL 2 Mucho quisiera, Excmo. Sr., haber andado en mis obras tan acertado que yo y ellas pudiéramos parecer en las plazas con los rostros descubiertos. Mi buena voluntad hará menores mi falta y esta suplirá como quien es V.E. Bien pudiera Dios si fuera servido, ya que de pensamiento me hizo rico y me dió materia, darme las fuerzas que faltan para que dinero y persona ofrecieran a las parejas, más debo de concurrir así por... poder sea visto. Grande es mi pena después V.E. me dijo quiere enviará tratar con S. Majestad, ofrenda mis deseos no sufran tanta dilación y cada spira del sol se me hace un siglo. Tres años ha soy mercader destas dudas que ni sirven a mí ni a la causa. Siempre entendí que la... cudicia de V.E., luego que supiese mi intento, me inviase a descubrir aquella tierra por los muchos y muy comunes bienes que prometen pues sino fuera sustentado de esperanzas no tenía para qué dejar de hacer mis provechos a las islas Filipinas, ni para venir dellas a esta Corte a gastar mi dinero y tiempo, y si yo siendo un particular soldado supe y sé desarmar lo que de suyo es tan amable, un príncipe como lo es V.E., para quien lo mucho es poco, muestre en esto un poquito de lo mucho que en otras cosas menores sabe alargar tanto la mano, pues ninguna al presente será más lucida que ir cortando las olas del mar incógnito, buscando las no sabidas y tan deseadas tierras que divisa el polo Antártico, centro de su mismo horizonte. Determínese V.E. que no es tanta la costa que no sea de mayor valor la nueva alegre que con el favor de Dios pienso traer y si los deseos de V.
E. pasan adelante, como yo los conocí, cuanto mejor será enviara... licencia para poblarlo, que pretendo descubrir, que no será pedir licencia para descubrir lo que S.Maj. tanto desea descubierto, por saber lo que aquellas partes contienen y si hay perturbadores. Advierto que yo soy el que más me sujeto y más arriesgo y que ya que no hacen este bien, que no lo impidan y que no den lugar a satanás a donde tender sus redes con las cuales haga sus pesquerías y grandes ganancias, o al menos alargar tiempos para coger las almas todas que pudiere. En causas de Dios yo no hallo mayores ni menores dificultades; todo está llano y así no hay sino avanzar en su confianza. Esta obra es santísima y digna del tema, fama en la tierra y de eterna paga en el cielo. Cuál mayor honra que en el tiempo felice (sic) de V.E. se predique el santo evangelio en todo el resto del mundo, y pues esto será de hacer andando el tiempo, hágalo V.E. en éste que poco se nos deberá que lo hagan otros. Advierto a V.E. que estoy en el Pirú y de la dilación los daños, y que pues de tan buena voluntad me ofrezco a acometer grandes peligros, y no pido premio, que no merece ser despreciada tal ofrenda; y también advierto una determinación como esta mía no se halla cada día y V.E. se sirva de encaminar este caso de tal suerte que de aquellas tierras se cojan presto los sazonados y maduros frutos que pretendo para mayor gloria de Dios en sus criaturas.
E. pasan adelante, como yo los conocí, cuanto mejor será enviara... licencia para poblarlo, que pretendo descubrir, que no será pedir licencia para descubrir lo que S.Maj. tanto desea descubierto, por saber lo que aquellas partes contienen y si hay perturbadores. Advierto que yo soy el que más me sujeto y más arriesgo y que ya que no hacen este bien, que no lo impidan y que no den lugar a satanás a donde tender sus redes con las cuales haga sus pesquerías y grandes ganancias, o al menos alargar tiempos para coger las almas todas que pudiere. En causas de Dios yo no hallo mayores ni menores dificultades; todo está llano y así no hay sino avanzar en su confianza. Esta obra es santísima y digna del tema, fama en la tierra y de eterna paga en el cielo. Cuál mayor honra que en el tiempo felice (sic) de V.E. se predique el santo evangelio en todo el resto del mundo, y pues esto será de hacer andando el tiempo, hágalo V.E. en éste que poco se nos deberá que lo hagan otros. Advierto a V.E. que estoy en el Pirú y de la dilación los daños, y que pues de tan buena voluntad me ofrezco a acometer grandes peligros, y no pido premio, que no merece ser despreciada tal ofrenda; y también advierto una determinación como esta mía no se halla cada día y V.E. se sirva de encaminar este caso de tal suerte que de aquellas tierras se cojan presto los sazonados y maduros frutos que pretendo para mayor gloria de Dios en sus criaturas.