Los archivos y las bibliotecas

Aunque no guarda relación con el Arte, no debemos omitir una breve referencia a los archivos y bibliotecas hallados en Ugarit

Ugarit: promontorio del hinojo

En 1928 se descubrió Ugarit de manera casual. El Bronce Reciente (1600-1200 a. C.) conoció el apogeo de la civilización ugarítica. La ciudad se organizó y se enriqueció con magníficas residencias, entre ellas un suntuoso Palacio real. La ciudad pasó a depender de los hititas hasta su destrucción por los pueblos del Mar hacia 1885 a.C.

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y que han proporcionado más de 3.000 tablillas de arcilla cocida al horno, cuyo desciframiento y estudio han permitido conocer la historia de Ugarit y la de su civilización. Dichas tablillas estaban anotadas en varias escrituras (jeroglífico hitita, jeroglífico egipcio, cuneiforme silábica, cuneiforme alfabética, chipriominoica) y lenguas (sumeria, acadia, hitita, hurrita, ugarítica, egipcia y chipriota). Los principales archivos aparecieron en el Palacio real

Los palacios

El Palacio norte y el Palacio real son los conjuntos arquitectónicos que destacaron en Ugarit. El Palacio norte -fechado hacia 1800 a.C.- ocupaba una superficie de unos 1.500 m2 y comportaba un total de 29 salas, cámaras, patios y pasajes, distribuidos en torno a dos patios principales. El Palacio real correspondería al Bronce Reciente y ocupaba aproximadamente una hectárea de superficie; constaba de 90 habitaciones, salas y salones, dispuestos alrededor de cinco patios interiores principales y un jardín, también interior.

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, habiéndoseles designado de acuerdo con la ubicación geográfica a de su hallazgo: Archivo oeste, (de aquí procedía la tablilla de terracota que contiene un abecedario del siglo XIV a. C., el más antiguo alfabeto del mundo hasta ahora conocido), Archivo este, Archivo central, Archivo sur, Archivo del sudeste y el Horno de tablillas. En el Palacio sur también se encontró otro archivo, con documentos de carácter internacional. En otros puntos urbanos

Urbanismo: las casas y las tumbas

La Ugarit correspondiente al Bronce Reciente, que cubría más de 20 hectáreas de superficie, no fue sólo una ciudad, sino también una verdadera capital, en la que existía un disciplinado poder político, controlado por los reyes. No existió un urbanismo organizado, pues las calles eran de corta longitud y anchura y, a menudo, laberínticas. El verdadero barrio residencial estaba en las cercanías del Palacio real; contó con las mejores viviendas, algunas de complicada planta, aunque la tónica común fue una sencilla y simple organización de los espacios. En general, las casas ugaríticas se concibieron también como lugares de enterramiento.

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se hallaron las bibliotecas: en las casas de Rashapabu, de Rapanu, del Letrado, de las Tablillas literarias, del sacerdote hurrita y del Gran sacerdote, con textos literarios en todas ellas de inapreciable valor.