Las infanterías en 1939
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Blitzkrieg2
Desarrollo
Antes de comenzar, un aviso: las cifras de tropas y medios que se darán a continuación ni pretenden ser las definitivas, ni las más exactas. Han sido sacadas de fuentes que suponemos equilibradas, pero en este tema nadie se pone de acuerdo. Y esto sucede porque nadie juzga desde el mismo rasero; por ejemplo tres regimientos, uno de caballería, otro de carros ligeros y otro de blindados medios, ¿qué división forman?: unos la llaman motorizada, otros mecanizada, otros simplemente de caballería... Otro ejemplo: ¿se cuentan como fuerzas armadas las unidades en período de instrucción o sólo aquellas inmediatamente dispuestas para el combate? y otro caso más: ¿puede contarse como avión de combate en 1939 un biplaza fabricado al comienzo de la década, armado con dos ametralladoras ligeras y que alcanza apenas los 250 kilómetros por hora? ¿puede ser llamado carro de combate una lata blindada, armada con una ametralladora, que apenas avanza a 15 kilómetros por hora y es incapaz de cruzar una zanja? Pues, dependiendo del criterio del ejército que dio los datos y del historiador que los tomó, en unos casos la respuesta es sí y en otras, no y, en consecuencia, los datos serán bastante diferentes. Por tanto estas cifras deben dar una idea general y baste. Alemania tenía ventaja en todo, salvo en Marina , cuando se lanzó a la guerra. Los programas armamentísticos aliados eran en 1940 superiores a los alemanes en casi todas las facetas, permitiendo suponer que en 1942 por ejemplo, Alemania no hubiera sido superior en casi nada y mucho más inferior en el aspecto naval.
En suma, Hitler había logrado el grado óptimo de experiencia que le era posible sobre sus futuros enemigos entre 1939-1940. Por eso eligió ese momento para arriesgarse a una guerra, que creyó posible ganar. Lo que no pudo calcular fue la capacidad de reacción soviética, ni todo el potencial económico-tecnológico e industrial de los Estados Unidos. En septiembre de 1939 tenían los alemanes 1.600.000 hombres en filas organizados en 80 divisiones -62 de infantería, 4 de montaña, 6 acorazadas, 4 mecanizadas y 4 motorizadas-. En sólo ocho meses, esa infantería alcanzará las 137 divisiones, con 2.500.000 hombres encuadrados en ellas. La División de Infantería alemana integraba normalmente, al comienzo de la guerra, a "tres Regimientos de la misma arma, un Regimiento de artillería ligera, uno o varios grupos de artillería pesada, un Batallón de Ingenieros y unidades complementarias de Cazadores de carros, de Transportes, de Exploración, de Sanidad e Intendencia. Cada Regimiento de Infantería se componía, a su vez, de la Plana Mayor, una Sección de Transmisiones, una Sección montada, una Sección de Ingenieros, tres Batallones (a base de tres Compañías de fusiles y una de ametralladoras), una Compañía de artillería de acompañamiento, otra de defensa contra carros y una Columna ligera de municiones" (Priego López). Existían también las llamadas "tropas ligeras", que incluía fuerzas de Caballería, fusileros motorizados, cazadores de carros, exploración y motoristas.
La Artillería de Cuerpo de Ejército -no existía artillería de Ejército- se hallaba formada por un Regimiento motorizado, compuesto por dos Grupos de 15 centímetros y otros dos de diez centímetros. De la Jefatura Superior de los Ejércitos dependía la Reserva General de Artillería, que disponía de piezas de grueso calibre y largo alcance, en parte motorizadas y en parte sobre vía férrea. El Ejército de Tierra alemán en tiempo de guerra se subdividía en Ejército de Campaña y Ejército de Reserva. La misión de éste era renovar los efectivos de hombres y material del primero. Francia lograba con su movilización general 20 Divisiones de Infantería (ocho motorizadas), cuatro Divisiones de Infantería colonial y otras cuatro norteafricanas, tres de Caballería mecanizada, dos de carros, tres Agrupaciones independientes, dos Brigadas de Spahis, 26 Regimientos de Artillería de Ejército y de Cuerpo de Ejército, 12 Regimientos de artillería motorizada, siete Regimientos de Ingenieros y cuatro de Ferrocarriles, además de 60 Batallones de Infantería y 30 Grupos de Artillería asignados a la defensa de las fortificaciones permanentes. Es preciso sumar también los efectivos estacionados en las colonias, que habrían de reforzar a las tropas situadas en suelo metropolitano en caso de necesidad. En 1939, Francia dispondría de 582.000 hombres en la metrópoli y 183.000 en África del Norte y Levante, lo que sumaría un total de 765.000 hombres de tropas activas.
Los reservistas sumarían un total de 6.000.000 de hombres instruidos, aunque la mayoría de ellos de manera deficiente. Las colonias podían movilizar además 1.500.000 hombres, de los cuales una mitad por lo menos podía ser trasladada a la metrópoli. (Priego) En el momento en que la guerra dio inicio, Francia puso en formación dos divisiones blindadas, pero aún no estaban totalmente listas en mayo de 1940. El mando nominal de sus fuerzas armadas correspondía al presidente de la República, y el efectivo, a los jefes de Estado Mayor de los Ejércitos de Tierra (Gamelin ), Mar (Darlan ) y Aire (Vuillemin). La División de Infantería francesa la formaban tres Regimientos de dicha arma y uno de Artillería, además de las fuerzas auxiliares y los servicios. La División de Caballería mecanizada constaba, por su parte, de tres Brigadas de dicha arma, un Batallón de fusileros motorizado, una Agrupación de carros de combate ligeros y un Regimiento de Artillería. La División de Carros la integraba, a su vez, un Regimiento de exploración y otro de fusileros, ambos motorizados, una Brigada de carros de combate y un Regimiento de Artillería también motorizado. La artillería de gran potencia, integrada en Ejércitos y Cuerpos de Ejército, disponía de piezas de largo alcance y grueso calibre (morteros de 52 y 40 cms. y cañones de 30,5, 24 y 21 cms.). Gran Bretaña tenía un ejército voluntario de 240.
000 hombres, de los cuales 100.000 se hallaban en las colonias. Se encuadraban en 5 divisiones de infantería y en 3 brigadas; 1 división y 1 brigada de caballería motorizada, 137 baterías de artillería -60 en colonias- y 5 batallones de carros -2 de ellos en colonias-. Tenía el Reino Unido unos 45.000 soldados coloniales y los países de la Commonwealth sólo disponían de minúsculos ejércitos, por un total aproximado de 15.000 hombres, aunque sus milicias encuadraban a 320.000 más. El Ejército británico propiamente dicho, que debía defender la metrópoli y servir de reserva móvil a los demás Ejércitos imperiales, se componía, a su vez, del Regular Army (Ejército profesional) y el Territorial Army (milicia defensiva). El Regular Army, cuyos soldados se comprometían a servir en filas doce años, estaba compuesto al iniciarse la guerra de cinco Divisiones de Infantería, una División blindada, una Brigada de la Guardia, una Brigada de Caballería, una Brigada de defensa antiaérea y otras tropas y servicios complementarios, unidades muy motorizadas y bien armadas y equipadas. El Territorial Army, donde se servía cuatro años, constaba, en la misma fecha, de 12 Divisiones de Infantería, tres Brigadas de Caballería, un Cuerpo antiaéreo y unidades sueltas de defensa de costas. El efectivo total de estas fuerzas metropolitanas podía calcularse en unos 470.000 hombres. El Ejército anglo-indio lo nutrían, en parte, fuerzas europeas (procedentes del Regular Army, cuyas diferentes unidades servían por turno en la India durante cierto tiempo) y, en parte, fuerzas indígenas, pudiendo poner en pie de guerra unos 400.
000 hombres de primera línea. Los Ejércitos de los dominios estaban formados por once Divisiones de Infantería y cinco Brigadas de Caballería, en Canadá, siete Divisiones de Infantería y tres Brigadas de Caballería, en África del Sur, cuatro Divisiones de Infantería, cuatro de Caballería y tres Brigadas mixtas, en Australia y una División de Infantería y tres Brigadas de Caballería, en Nueva Zelanda. Las necesidades específicas de cada colonia le hacían disponer de fuerzas diferentes en número y organización. Por ejemplo, Egipto disponía de un Ejército nacional además de dos Brigadas de Infantería y una División blindada británicas, mientras que en Kenia había estacionadas dos Brigadas de Infantería o en Sudán dos Batallones ingleses. El 27 de abril de 1939 se impuso en Gran Bretaña el servicio obligatorio, que reclutó inmediatamente 35.000 hombres, para quienes no había equipo, ni cuarteles, ni instructores... hasta 1941 no se regularizó totalmente el reclutamiento obligatorio, su instrucción y equipo. Italia, tenía, teóricamente, equipadas y dispuestas 73 divisiones, con 1.650.000 hombres. La verdad es que sólo un tercio de las divisiones estaban al completo; otro tercio estaba un 60 %, y el resto a un 40 %... eso lo reconocían los propios italianos. Tales cifras no son muy elocuentes. Los alemanes eran los mejor motorizados y tenían el mejor equilibrio entre armas: disponían de más anticarros y antiaéreos por división; luego se vería que sus anticarros de 37 mm, apenas hacían mella en los mejores carros franceses y británicos, con gran pánico en sus filas, pero metieron en faena a su antiaéreo 88 , que termino siendo no sólo la más temible pieza de artillería para los aviones, sino también para los tanques.
La enorme masa de infantería francesa era muy desigual. Mientras que las divisiones en activo eran buenas y combatieron excelentemente, sus divisiones de reserva de primer escalón A perdían un 30% de valor y las de segundo escalón B, apenas alcanzaban el 50 %. Bien dotadas de artillería de campaña, estaban faltas de antiaéreos y anticarros. Sus 40 batallones de carros metidos entre la infantería fueron una nulidad. Los británicos, escasos en número, demostraron gran profesionalidad en sus acciones de primera hora. Estaban bien armados, aunque su adiestramiento de carros fuera tan deficiente como el de todos los no alemanes. Italia era el país peor equipado. Escaso de todo tipo de cañones, de municiones, pero sobrado de calibres, era un ejército no sólo precario, sino irritante por los problemas en el suministro de municiones. Estaba, salvo excepciones, tan mal adiestrado como mandado.
En suma, Hitler había logrado el grado óptimo de experiencia que le era posible sobre sus futuros enemigos entre 1939-1940. Por eso eligió ese momento para arriesgarse a una guerra, que creyó posible ganar. Lo que no pudo calcular fue la capacidad de reacción soviética, ni todo el potencial económico-tecnológico e industrial de los Estados Unidos. En septiembre de 1939 tenían los alemanes 1.600.000 hombres en filas organizados en 80 divisiones -62 de infantería, 4 de montaña, 6 acorazadas, 4 mecanizadas y 4 motorizadas-. En sólo ocho meses, esa infantería alcanzará las 137 divisiones, con 2.500.000 hombres encuadrados en ellas. La División de Infantería alemana integraba normalmente, al comienzo de la guerra, a "tres Regimientos de la misma arma, un Regimiento de artillería ligera, uno o varios grupos de artillería pesada, un Batallón de Ingenieros y unidades complementarias de Cazadores de carros, de Transportes, de Exploración, de Sanidad e Intendencia. Cada Regimiento de Infantería se componía, a su vez, de la Plana Mayor, una Sección de Transmisiones, una Sección montada, una Sección de Ingenieros, tres Batallones (a base de tres Compañías de fusiles y una de ametralladoras), una Compañía de artillería de acompañamiento, otra de defensa contra carros y una Columna ligera de municiones" (Priego López). Existían también las llamadas "tropas ligeras", que incluía fuerzas de Caballería, fusileros motorizados, cazadores de carros, exploración y motoristas.
La Artillería de Cuerpo de Ejército -no existía artillería de Ejército- se hallaba formada por un Regimiento motorizado, compuesto por dos Grupos de 15 centímetros y otros dos de diez centímetros. De la Jefatura Superior de los Ejércitos dependía la Reserva General de Artillería, que disponía de piezas de grueso calibre y largo alcance, en parte motorizadas y en parte sobre vía férrea. El Ejército de Tierra alemán en tiempo de guerra se subdividía en Ejército de Campaña y Ejército de Reserva. La misión de éste era renovar los efectivos de hombres y material del primero. Francia lograba con su movilización general 20 Divisiones de Infantería (ocho motorizadas), cuatro Divisiones de Infantería colonial y otras cuatro norteafricanas, tres de Caballería mecanizada, dos de carros, tres Agrupaciones independientes, dos Brigadas de Spahis, 26 Regimientos de Artillería de Ejército y de Cuerpo de Ejército, 12 Regimientos de artillería motorizada, siete Regimientos de Ingenieros y cuatro de Ferrocarriles, además de 60 Batallones de Infantería y 30 Grupos de Artillería asignados a la defensa de las fortificaciones permanentes. Es preciso sumar también los efectivos estacionados en las colonias, que habrían de reforzar a las tropas situadas en suelo metropolitano en caso de necesidad. En 1939, Francia dispondría de 582.000 hombres en la metrópoli y 183.000 en África del Norte y Levante, lo que sumaría un total de 765.000 hombres de tropas activas.
Los reservistas sumarían un total de 6.000.000 de hombres instruidos, aunque la mayoría de ellos de manera deficiente. Las colonias podían movilizar además 1.500.000 hombres, de los cuales una mitad por lo menos podía ser trasladada a la metrópoli. (Priego) En el momento en que la guerra dio inicio, Francia puso en formación dos divisiones blindadas, pero aún no estaban totalmente listas en mayo de 1940. El mando nominal de sus fuerzas armadas correspondía al presidente de la República, y el efectivo, a los jefes de Estado Mayor de los Ejércitos de Tierra (Gamelin ), Mar (Darlan ) y Aire (Vuillemin). La División de Infantería francesa la formaban tres Regimientos de dicha arma y uno de Artillería, además de las fuerzas auxiliares y los servicios. La División de Caballería mecanizada constaba, por su parte, de tres Brigadas de dicha arma, un Batallón de fusileros motorizado, una Agrupación de carros de combate ligeros y un Regimiento de Artillería. La División de Carros la integraba, a su vez, un Regimiento de exploración y otro de fusileros, ambos motorizados, una Brigada de carros de combate y un Regimiento de Artillería también motorizado. La artillería de gran potencia, integrada en Ejércitos y Cuerpos de Ejército, disponía de piezas de largo alcance y grueso calibre (morteros de 52 y 40 cms. y cañones de 30,5, 24 y 21 cms.). Gran Bretaña tenía un ejército voluntario de 240.
000 hombres, de los cuales 100.000 se hallaban en las colonias. Se encuadraban en 5 divisiones de infantería y en 3 brigadas; 1 división y 1 brigada de caballería motorizada, 137 baterías de artillería -60 en colonias- y 5 batallones de carros -2 de ellos en colonias-. Tenía el Reino Unido unos 45.000 soldados coloniales y los países de la Commonwealth sólo disponían de minúsculos ejércitos, por un total aproximado de 15.000 hombres, aunque sus milicias encuadraban a 320.000 más. El Ejército británico propiamente dicho, que debía defender la metrópoli y servir de reserva móvil a los demás Ejércitos imperiales, se componía, a su vez, del Regular Army (Ejército profesional) y el Territorial Army (milicia defensiva). El Regular Army, cuyos soldados se comprometían a servir en filas doce años, estaba compuesto al iniciarse la guerra de cinco Divisiones de Infantería, una División blindada, una Brigada de la Guardia, una Brigada de Caballería, una Brigada de defensa antiaérea y otras tropas y servicios complementarios, unidades muy motorizadas y bien armadas y equipadas. El Territorial Army, donde se servía cuatro años, constaba, en la misma fecha, de 12 Divisiones de Infantería, tres Brigadas de Caballería, un Cuerpo antiaéreo y unidades sueltas de defensa de costas. El efectivo total de estas fuerzas metropolitanas podía calcularse en unos 470.000 hombres. El Ejército anglo-indio lo nutrían, en parte, fuerzas europeas (procedentes del Regular Army, cuyas diferentes unidades servían por turno en la India durante cierto tiempo) y, en parte, fuerzas indígenas, pudiendo poner en pie de guerra unos 400.
000 hombres de primera línea. Los Ejércitos de los dominios estaban formados por once Divisiones de Infantería y cinco Brigadas de Caballería, en Canadá, siete Divisiones de Infantería y tres Brigadas de Caballería, en África del Sur, cuatro Divisiones de Infantería, cuatro de Caballería y tres Brigadas mixtas, en Australia y una División de Infantería y tres Brigadas de Caballería, en Nueva Zelanda. Las necesidades específicas de cada colonia le hacían disponer de fuerzas diferentes en número y organización. Por ejemplo, Egipto disponía de un Ejército nacional además de dos Brigadas de Infantería y una División blindada británicas, mientras que en Kenia había estacionadas dos Brigadas de Infantería o en Sudán dos Batallones ingleses. El 27 de abril de 1939 se impuso en Gran Bretaña el servicio obligatorio, que reclutó inmediatamente 35.000 hombres, para quienes no había equipo, ni cuarteles, ni instructores... hasta 1941 no se regularizó totalmente el reclutamiento obligatorio, su instrucción y equipo. Italia, tenía, teóricamente, equipadas y dispuestas 73 divisiones, con 1.650.000 hombres. La verdad es que sólo un tercio de las divisiones estaban al completo; otro tercio estaba un 60 %, y el resto a un 40 %... eso lo reconocían los propios italianos. Tales cifras no son muy elocuentes. Los alemanes eran los mejor motorizados y tenían el mejor equilibrio entre armas: disponían de más anticarros y antiaéreos por división; luego se vería que sus anticarros de 37 mm, apenas hacían mella en los mejores carros franceses y británicos, con gran pánico en sus filas, pero metieron en faena a su antiaéreo 88 , que termino siendo no sólo la más temible pieza de artillería para los aviones, sino también para los tanques.
La enorme masa de infantería francesa era muy desigual. Mientras que las divisiones en activo eran buenas y combatieron excelentemente, sus divisiones de reserva de primer escalón A perdían un 30% de valor y las de segundo escalón B, apenas alcanzaban el 50 %. Bien dotadas de artillería de campaña, estaban faltas de antiaéreos y anticarros. Sus 40 batallones de carros metidos entre la infantería fueron una nulidad. Los británicos, escasos en número, demostraron gran profesionalidad en sus acciones de primera hora. Estaban bien armados, aunque su adiestramiento de carros fuera tan deficiente como el de todos los no alemanes. Italia era el país peor equipado. Escaso de todo tipo de cañones, de municiones, pero sobrado de calibres, era un ejército no sólo precario, sino irritante por los problemas en el suministro de municiones. Estaba, salvo excepciones, tan mal adiestrado como mandado.