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Datos principales


Rango

Aragón Baja Edad Media

Desarrollo


Es imposible separar el nacimiento de la prosa catalana de la figura enorme de Ramón Llull, y a él cabe adjudicar la creación del catalán literario. También en esto la literatura catalana supone una innegable singularidad, ya que sin precedentes relevantes, Llull emerge con una prosa acabada, genuina, culta, a la que incorpora neologismos con incuestionable elegancia, apta además para discurrir sobre cualquier campo del conocimiento de su tiempo. Nadie antes de Llull había escrito filosofía en una lengua vulgar. Toda su obra, sea cual sea el género al que pueda ser adscrita, es producto de un sorprendente y apasionado proceso de conversión. Por él, Llull renuncia a su familia y al siglo y se dedica, con el fervor exaltado de quien ha tenido una revelación, a tres objetivos fundamentales: la conversión de los infieles; la redacción de libros en árabe, latín, catalán y aun otras lenguas como consecuencia de una génesis a menudo polilingüe de los textos, destinados a probar la superioridad de la fe católica; y la creación de escuelas de lenguas orientales para la formación de misioneros capacitados. Esta conversión tiene también implicaciones literarias. Por un lado, condenará los contenidos de la lírica profana que él mismo cultivó en su juventud mientras que, por otro, Llull sostendrá una singular concepción de la retórica que le conducirá a privilegiar el lenguaje de tipo abstracto, filosófico, frente a otro de tipo connotativo, más propiamente literario.

Escribir para Llull significará divulgar su Ars Magna, un completo y complejo sistema filosófico tendente a probar la verdad por "razones necesarias", obtenida por "ilustración divinal". Es sólo en función del público destinatario que Llull elige una u otra forma de lo literario para transmitir sus ideales. Al margen de las obras filosóficas, son de destacar escritos didácticos como el Libre del gentil e dels tres savis (1272) o el Libre de l'orde de cavalleria (1275/6). El primero narra el debate en un tono de respeto y "fair play" encomiables entre un judío, un cristiano y un mahometano ante un gentil, en un intento por encontrar afinidades entre las tres religiones monoteístas. El libro se cierra sin que sepamos cuál es la decisión del gentil ante las tres exposiciones. El segundo es un tratado sobre la formación moral del caballero. Fue uno de los más leídos y traducidos en la Edad Media, e influyó notablemente en el Libro del cavallero et del escudero de don Juan Manuel. Entre sus novelas -alas que se refiere con el término romana- debemos considerar el Libre d'Evast e d'Aloma e de Blaquerna son fill, protagonizada por éste último. Blaquerna, guiado por una vocación religiosa, abandona a su familia y pasa por diversos estados religiosos hasta alcanzar el papado, al que renuncia para seguir una vida de contemplación. Blaquerna, trasunto en buena parte del mismo Llull y prototipo del hombre luliano, lleva a cabo una enérgica reforma en todos los ámbitos religiosos por los que pasa.

El Blaquerna contiene otros dos libros: el Libre d'Ave Maria escrito por el protagonista mientras es abad, y el que sin duda es su obra más famosa, el Libre d'Amic e Amat. Escrito en breves versículos, narra el diálogo entre el Amigo -el hombre- y el Amado -Dios-, en una prosa que recuerda el carácter difícil y oscuro del "trobar clus", adecuado para transmitir lo inefable de la experiencia mística. El libro, en el que menudean los diálogos y en el que no son infrecuentes las paradojas, combina fuentes bíblicas -básicamente el Cantar de los Cantares- y sufíes. Los 366 versículos pueden ser perfectamente representados por éste: "Cantaven los aucells l'alba, e despertá's l'amic, qui és l'alba; e los aucells feniren llur cant, e l'amic morí per l'amat, en l'alba" (Cantaban los pájaros al alba, y despertóse el amigo, que es el alba; y los pájaros cesaron su canto, y el amigo murió por el amado, al alba). El Félix o Libre de meravelles, compuesto unos cinco años más tarde, hacia 1288, narra el peregrinaje del joven de ese nombre por el mundo, maravillándose constantemente de las cosas que hay en él. El libro es una exposición dialogada -con diversos sabios y ermitaños- del orden del mundo y de sus seres, de la naturaleza, etc., presentada casi siempre en forma de apólogos y comparaciones, a veces de difícil comprensión. De esta larga narración forma parte el Libre de les bésties, un apólogo de intencionalidad política protagonizado por animales, a la manera del Calila e Dimna, y al que no es ajeno el Roman de Renart.

Llull, a quien se le apareció cinco veces Jesucristo crucificado mientras componía "una vana e folla cançó per una sua enamorada" es también un poeta notable. Aparte de las obras que pone en rima para que "milis hornos pusca saber de cor" (se puedan recordar mejor), tenemos poemas de más segura intención lírica, como el Plant de Nostra Dona Santa Maria, o dos grandes santos, vinculados a su biografía de propagador de la fe y reformador como el Cant de Ramon y Lo desconhort. En el terreno de las ficciones narradas habrá que esperar a la segunda mitad del siglo quince para encontrar una prosa que esté a la altura de la de Ramon Llull. A finales del siglo XIV el vizconde Ramón de Perellós viajó al purgatorio de san Patricio, en Irlanda, para dialogar con el rey Juan I y así demostrar que éste no se había condenado a las penas eternas y él era inocente de los cargos que se imputaban en relación con los movimientos conspiratorios que produjeron una grave crisis de Estado. La parte mayor de este Viatge al Purgatori de sant Patrici proviene del tratado que en 1189 redactó el monje irlandés Hugo de Saltrey. Por fortuna Perellós no se limitó a traducir, sino que plasmó en el libro sus impresiones de viaje: un sobresalto constante entre los usos de quien se había educado en la corte de Francia y la rusticidad de los irlandeses. Mayor atractivo e intencionalidad artística posee la novela anónima História de Jacob Xalabín, escrita hacia 1404.

Sobre un fondo histórico de intriga política que culmina con la batalla de Kossovo (1389) se desarrolla una peripecia sentimental en la que se confluyen elementos occidentales y orientales proveniente de las Mil y una noches. El libro podría recoger posiciones políticas favorables a los intereses catalanes en Grecia. En 1417 cabe fechar La disputa de fase del mallorquín Anselm Turmeda (1350-Túnez, 1430), de la que sólo conservamos la traducción francesa de 1544, que deriva a su vez probablemente de una versión castellana hoy perdida. La disputa es una adaptación de un apólogo oriental recogido en la Enciclopedia de los Hermanos de la Pureza -la secta que dio origen a los drusos-, con algunos elementos autobiográficos, en el que aparece una personalidad escéptica, influida por las ideas de Averroes y preocupada, como en otros textos suyos, por la conflictividad religiosa en el Mediterráneo -Turmeda es de "les tres letres mestre"- que atribuye al integrismo. Turmeda, que colgó los hábitos de franciscano para convertirse al Islam, escribiendo incluso una obra de polémica religiosa contra la religión católica, nunca dejó de interesarse por los asuntos de su tierra. Y desde Túnez, a ruegos de unos "honrados mercaderes" de Mallorca escribió unes Cobles de la divisió del regne de Mallorques en 1398, en las que evoca un tiempo feliz anterior a la invasión cristiana en el que no había conflictos entre las tres religiones, y el mismo año un Llibre de bons amonestaments, de calculada ambigüedad moral y de crítica ironía en la parte más original del libro: "Diners, doncs, vulles aplegar /Si els pots haver, no els leixs anar;/ si molts n'haurás porás tornar/ papa de Roma" (Procura, pues, reunir dinero./ Si lo puedes conseguir, no lo dejes escapar;/ si tienes mucho podrás ser/ papa de Roma).

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