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ICNOCUÍCATL: POEMAS DE HONDA REFLEXIÓN ¿HE DE IRME...? ¿He de irme como las flores que perecieron? ¿Nada quedará de mi nombre? ¿Nada de mi fama aquí en la tierra? ¡Al menos mis flores, al menos mis cantos! Aquí en la tierra es la región del momento fugaz. ¿También es así en el lugar donde de algún modo se vive? ¿Hay allá alegría, hay amistad? ¿O sólo aquí en la tierra hemos venido a conocer nuestros rostros?20 CANTOS DE ANGUSTIA, PRIMERA SERIE Doy placer a tu corazón, oh, tú, por quien se vive: ofrezco flores para ti, elevo cantos a ti. Que aún por breve tiempo te dé yo placer, te hastiarás algún día. Cuando tú me destruyas, cuando yo he de morir. ¿Habrá de retractarse tu corazón, oh tú por quien se vive? ofrezco flores para ti, elevo cantos a ti. Que aún por breve tiempo te dé yo placer, te hastiarás algún día. Cuando tú me destruyas cuando yo he de morir. Tú desordenas lo ordenado, tú no recoges lo esparcido, oh Dador de vida: al que vive y se alegra, al que vive feliz en esta tierra: Por eso yo lloro, por eso yo me aflijo. Eso mi corazón dice, todo en eso pienso: No eres tú dichoso, no tienes felicidad: Por eso lloro, por eso me aflijo. ¿Es que se realiza la palabra del dios en la tierra? ¿Puede vivirse allí? Somos desdichados, tú nos atormentas. ¡Sufrid, no hay más! Doquier es buscado, doquier invocado, a él doquier se aclama: se busca su palabra. ¿Puede vivirse allí? Somos desdichados.

Tú nos atormentas. ¡Sufrid, no hay más! ¿Cómo lo dispones, tú por quien hay vida? ¿Junto a ti un día seré desdichado? ¿Y que acaso aun así no sufro? Y aun en mi tiempo, cuando sea mi muerte, habrá flores de primavera, y aun en mi tiempo brotarán las flores olorosas, ¡las doradas flores de mil pétalos...! La perfumada flor de Tamoanchan la roja flor elevo en Tamoanchan. Es el libro de tu corazón, es tu canto, oh dios. Tú bien sabes cómo se eleva y con él se dice; se pinta y se amonesta aquí al hombre. Tu corazón es tu canto y tu libro. Nuestra tristeza se enlaza a algo precioso: es tu canto, oh dios. ¿Vamos a dejar destruido el placer, cuando nos hayamos ido de aquí?, ¿será amiga la alegría de nuestras flores? ¡Gocemos ahora! Ahora estén alegres nuestros corazones, oh amigos, tenemos que irnos: ¡Gocemos ahora! ¿Quién sabe esto ahora? Mañana o pasado tenemos que irnos, y aunque eso suceda, tengamos presente: ¿Es que acaso en verdad hemos venido a vivir? Oh tú, que estás cerca, o tú que estás junto, tú eres nuestro amigo: y tú te hastiarás de tener placer, te hastiarás en la tierra: donde te elevamos el canto, ¿no lo piensan nuestros corazones? El Dador de la vida se cansará, se sentirá hastiado, y nos ha de destruir: ¿no lo piensan vuestros corazones? Sólo hemos venido a hacer cantos en la tierra, a conocernos unos a otros en el sitio de los tambores, ¡tú eres nuestro amigo: y nada tendrá su éxito, y nada ha de perecer en la tierra!21 CANTOS DE ANGUSTIA, SEGUNDA SERIE He bebido vino de hongos y llora mi corazón: sufro y soy un desdichado en la tierra.

Me pongo a meditar en que no gozo, en que no soy feliz, sólo soy un desdichado en la tierra. Veo con odio la muerte y sufro. ¿Qué me resta que hacer? Ya nada a la verdad. Vosotros estáis cavilosos, vosotros estáis muy airados. Aunque unidos conmigo estamos en el mundo, cual plumas de quetzal en un penacho, aunque somos cual piedras de un mismo collar. Ya nada en verdad queda: vosotros estáis cavilosos, vosotros estáis airados. Oh amigo mío, oh amigo mío, quizá en verdad mi amigo... ¡sólo por su mandato nos tenemos cariño! Y su designio recuerdo y hemos de cesar en la turbación. Aquí tienes tus flores. No esté angustiado vuestro corazón, tampoco vuestra palabra, amigos míos. Vosotros lo sabéis tanto como yo: Una sola vez pasa nuestra vida: En un día nos vamos, en una noche somos del reino de los muertos. Ay, aquí solamente hemos venido a conocernos, solamente tenemos en préstamo la tierra. Vivamos así en paz, vivamos en concordia. Venid y ya gocemos: vengan a hacerlo esos mismos que andan airados, ya se refrenan sus iras aquí. ¡Que se viviera siempre, que nunca se muriera: hasta el fin nos hostigan, nos acechan aquí, hasta el fin son desdichados, y que sigan sufriendo: que se viviera siempre, que nunca se muriera!22 AMOR Y MUERTE ¡Que se abra tu corazón! ¡Que se acerque tu corazón! Tú a mí me atormentas, tú a mí me das muerte. He de irme allá, donde habré de perecer. ¿Una última vez llorarás por mí? ¿Por mí sentirás tristeza? En realidad sólo fuimos amigos, yo tengo que irme, yo tengo que irme.

23 ¿HAY ALGO MÁS ALLÁ DE LA MUERTE? Abandonados con la tristeza, quedamos aquí en la tierra, ¿En dónde está el camino que lleva a la región de los muertos, al lugar de nuestro descanso, al país de los descarnados? ¿Acaso en verdad se vive, allí a donde todos vamos? ¿Acaso lo cree tu corazón? Él nos esconde en un arca, en un cofre, el Dador de la Vida, el que amortaja a la gente. ¿Acaso allí podré contemplar, podré ver el rostro de mi madre, de mi padre? ¿Se me darán en préstamo allí algunos cantos, algunas palabras? Allí tendré que bajar, nada es lo que espero: nos dejaron, acompañados con la tristeza24 LA MUERTE COMO ESPERANZA En verdad lo digo: ciertamente no es lugar de felicidad aquí en la tierra. Ciertamente hay que ir a otra parte: allá la felicidad sí existe. ¿O es que sólo en vano venimos a la tierra? Otro es el sitio de la vida. Allá quiero ir, allá en verdad cantaré con las más bellas aves. Allá disfrutaré de las genuinas flores, de las flores que alegran, las que apaciguan al corazón, las únicas que dan paz a los hombres, las que los embriagan con alegría...25 ¿QUÉ ERA...? "¿Qué era lo que acaso tu mente hallaba? ¿Dónde andaba tu corazón? Por esto das tu corazón a cada cosa, sin rumbo lo llevas: vas destruyendo tu corazón. Sobre la tierra, ¿acaso puedes ir en pos de algo?"26 ¿A DÓNDE IREMOS? ¿A dónde iremos? Sólo a nacer venimos. Que allá es nuestra casa: Donde es el lugar de los descarnados.

Sufro: nunca llegó a mí alegría, dicha. ¿Aquí he venido sólo a obrar en vano? No es ésta la región donde se hacen las cosas. Ciertamente nada verdea aquí: abre sus flores la desdicha.27 ¿SE LLEVAN LAS FLORES? "¿Se llevan las flores a la región de la muerte? ¿Estamos allá muertos o vivimos aún? ¿Dónde está el lugar de la luz pues se oculta el que da la vida?"28 SI EN UN DÍA "(Si) en un día nos vamos, en una noche baja uno a la región del misterio, aquí sólo venimos a conocernos, sólo estamos de paso sobre la tierra. En paz y placer pasemos la vida: venid y gocemos, que no lo hagan los que viven airados: ¡la tierra es muy ancha! ¡Ojalá siempre se viviera, ojalá no hubiera uno de morir!"29 ¿ACASO DE VERAS? "¿Acaso de veras hablamos aquí, Dador de la vida...? Aun si esmeraldas, si ungüentos finos, damos al Dador de la vida, si con collares eres invocado, con la fuerza del águila, del tigre, puede que nadie diga la verdad en la tierra."30 EL ENIGMA DE VIVIR Lloro, me aflijo, cuando recuerdo que dejaremos las bellas flores, los bellos cantos. ¡Ahora gocemos, ahora cantemos, del todo nos vamos y desaparecemos en su casa! ¿Quién de vosotros, amigos, no lo sabe? Mi corazón sufre, se llena de enojo: ¡No dos veces se nace, no dos veces es uno hombre: sólo una vez pasamos por la tierra! Si aún por breve tiempo estuviera con ellos y a su lado... ¡Nunca será, o nunca tendré placer, nunca gozaré! ¿Dónde es el sitio de vivir de mi corazón? ¿Dónde está mi casa, dónde está mi hogar durable? Aquí en la tierra solamente sufro.

¿Sufres, corazón mío? ¡No te angusties en esta tierra: ése es mi destino: tenlo por sabido! ¿Dónde merecí yo venir a la vida, dónde merecí ser hecho hombre? ¡Acción suya fue! Allá se hacen las cosas ondulando donde vida no hay. Es lo que dice mi corazón. ¿Y el dios, qué dice? --No en verdad vivimos aquí, no hemos venido a durar en la tierra. Oh, tengo que dejar el bello canto, la bella flor, y tengo que ir en busca del lugar del Misterio. Él pronto habrá de hastiarse: prestado tenemos sólo su bello canto.31 INCERTIDUMBRE DEL FIN ¿A dónde iré, ay? ¿A dónde iré? Donde está la Dualidad... ¡Difícil, ah, difícil! ¡Acaso es la casa de todos allá donde están los que ya no tienen cuerpo, en el interior del cielo, o acaso aquí en la tierra es el sitio donde están los que ya no tienen cuerpo! Totalmente nos vamos, totalmente nos vamos. ¡Nadie perdura en la tierra! ¿Quién hay que diga: Dónde están nuestros amigos? ¡Alegraos!32 MISTERIO DE LA MUERTE ¿En qué estáis pensando, en qué meditáis, oh amigos míos? ¡Ya no meditéis: junto a nosotros nacen las bellas flores! Así da deleite el autor de la vida. Todos meditamos, todos recordamos, nos entristecemos aquí en la tierra. Es el modo con que son forjados los príncipes todos: con dolor y angustia. Ven acá, mi amigo: ¿qué es lo que piensas, qué es lo que meditas? Por siempre en la tierra somos solitarios. No te pongas triste, yo el dolor conozco: con dolor y angustia vivimos siempre en la tierra.

Llegó acá el enojo, la amargura del que da la vida: dentro de él vivimos. ¡No haya llanto por los Águilas y Tigres: todos iremos desapareciendo: nadie quedará! Pensadlo, vosotros príncipes huexotzincas, podrán ser oro, podrán ser jade: todos se irán, al dominio del Misterio. Nadie quedará. Lloro y aún me aflijo al recordar los jades y joyas que tú, oh dios, ocultaste y envolviste. ¿Con qué puede aquietarse nuestro corazón? ¿Con qué puede acabar nuestra tristeza? Solamente he sufrido, aunque bellas son vuestras flores, aunque bellos son vuestros cantos. ¿Es posible que vuelva Ayocuatzin? ¿Habré de verlo una vez más? ¿Habré de hablar con él aquí junto a los tambores?33

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