COMUNICACIÓN DEL SR. SCHOOLCRAFT
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COMUNICACIÓN DEL SR. SCHOOLCRAFT LA MANO ROJA La figura de la mano humana es usada por los indios de Norteamérica para denotar súplica a la Deidad o Gran Espíritu; y en su sistema de escritura pictórica es el símbolo de la fuerza, el poder o el dominio así obtenidos. En un gran número de casos en que se emplea, tanto en la práctica de los ceremoniales de sus danzas y en sus pinturas históricas, no recogí ninguno en que no le fuera asignado este carácter sagrado. Sus sacerdotes son generalmente dibujados con las manos extendidas y levantadas. A veces sólo están levantados una mano y un brazo, pero más comúnmente ambos. No es raro que entre los que profesan las artes de la medicina, magia y profecía (algunas veces aparecen las tres unidas y otras no) dibujen o tracen una serie de figuras representativas o simbólicas sobre corteza de árbol, pieles de animales, o incluso en piezas tabulares de madera, que son una especie de anotaciones, cuyos caracteres intentan ayudar a la memoria al entonar los cantos y coros sagrados. Cuando las inscripciones están hechas sobre madera, como sucede frecuentemente en la región de Lago Superior y en las fuentes del Mississippi, a veces han sido denominadas "tablas musicales". Hace muchos años, induje a un meta o sacerdote a que se deshiciera de una de esas tablas figurativas, y luego conseguir impresiones de ella en esta ciudad, pasándola por la prensa del Sr. Maverick's. Estaba cubierta con figuras en ambas caras, uno de los lados contenía cuarenta figuras principales; seis contienen el símbolo de las manos levantadas, y cuatro de ellas también tenían los brazos en alto, pero no otra parte del cuerpo.
Su significado, que el hombre también me comunicó, está inmerso en la observación general hecha más arriba. En el reverso de la tabla, compuesto de treinta y ocho caracteres, nueve contenían las manos en alto; en un caso salía de un tronco sin cabeza, pero en los otros ocho se asociaba con toda la figura. El diseño de la mano es uniformemente el mismo en otras tribus, ya sea usado por separado o solo, asociado con el brazo solo o con todo el cuerpo. En estos últimos casos es un símbolo compuesto, y revela algún detalle ulterior o idea asociada de acción. El primero es el uso más misterioso de la mano, precisamente porque no hay accesorios que ayuden a deducir el significado, y en estos casos aislados creo que deben ser considerados como un signo general de devoción. En el curso de algunos años de residencia en las fronteras, que incluyen varios viajes entre las tribus, tuve frecuentes ocasiones de observar el uso de la mano sola como símbolo, pero generalmente ha sido un símbolo aplicado al cuerpo desnudo, después de prepararlo y decorarlo para danzas sagradas o festivas. Y el hecho merece más consideración, porque estas preparaciones son generalmente efectuadas en el arcano de la medicina, o cámara secreta, o cualquier otro lugar privado y con todo el conocimiento de los sacerdotes, del curandero o del juglar. El modo de aplicarla es untando la mano del operador con arcilla blanca o de color, e imprimiéndola en el pecho, hombros y otras partes del cuerpo.
Así se comunica la idea de que se concede al danzante una influencia secreta, un encanto, un poder místico que surge de su santidad o de su habilidad en las artes ocultas. Este uso de la mano no se limita a una única tribu o pueblo. Asimismo lo he observado entre los Dacotas, los Winnebagos y otras tribus del oeste, así como entre las numerosas ramas de la raza roja que todavía se hallan al este del río Mississippi, por encima de la latidud 42?, y que hablan dialectos de la lengua algonquín. Un solo hecho más me parece pertinente a su pregunta. En una excursión que hice en el año 1831 a la parte menos frecuentada e interior del territorio Chippewa, situado entre el grupo de las Islas de los Doce Apóstoles, en el Lago Superior, y las cataratas de San Antonio, llegué a un curioso edificio situado al borde del bosque, en la elevada orilla de un lago, que era usado exclusivamente como el templo del pueblo. Estaba construido por anchos postes, formando un círculo, firmemente y bien cubierto de gruesa corteza de árbol, asegurada con piezas transversales. Una peculiaridad de esta estructura era que había una construcción circular dentro, o mejor, estaba arreglada como las espirales de un caracol marino, de modo que una persona podía perderse como en un laberinto. Tenía una sola puerta, destinada únicamente a la entrada del sacerdote. Como esta persona era el jefe político de la banda y un hombre de inteligencia más que normal, parecía haber adoptado esta forma de exhibir sus habilidades asegurando y extendiendo su poder.
Me permitió inspeccionar el edificio. De la pared colgaban tambores, cascabeles y otras insignias del arte del sacerdote. Había cabezas de hombre rudamente esculpidas o inscritas, y numerosas marcas de la mano, como en el caso de los danzantes desnudos. He expresado la opinión de que la mano humana denota fuerza o poder, o dominio que emana de los actos de devoción. Por tanto, la falta o ausencia de la mano o el brazo en estas figuras simbólicas, implicaría impotencia, debilidad o cobardía, que nacen del miedo, de la subyugación y de otras causas; y éste debe ser el significado de la figura del cuerpo humano sin brazos en dos de los símbolos de la antigua inscripción jeroglífica de la Assonet, o Roca Digthton, tal como la explicó el conocido jefe americano Chingerauk. FIN
Su significado, que el hombre también me comunicó, está inmerso en la observación general hecha más arriba. En el reverso de la tabla, compuesto de treinta y ocho caracteres, nueve contenían las manos en alto; en un caso salía de un tronco sin cabeza, pero en los otros ocho se asociaba con toda la figura. El diseño de la mano es uniformemente el mismo en otras tribus, ya sea usado por separado o solo, asociado con el brazo solo o con todo el cuerpo. En estos últimos casos es un símbolo compuesto, y revela algún detalle ulterior o idea asociada de acción. El primero es el uso más misterioso de la mano, precisamente porque no hay accesorios que ayuden a deducir el significado, y en estos casos aislados creo que deben ser considerados como un signo general de devoción. En el curso de algunos años de residencia en las fronteras, que incluyen varios viajes entre las tribus, tuve frecuentes ocasiones de observar el uso de la mano sola como símbolo, pero generalmente ha sido un símbolo aplicado al cuerpo desnudo, después de prepararlo y decorarlo para danzas sagradas o festivas. Y el hecho merece más consideración, porque estas preparaciones son generalmente efectuadas en el arcano de la medicina, o cámara secreta, o cualquier otro lugar privado y con todo el conocimiento de los sacerdotes, del curandero o del juglar. El modo de aplicarla es untando la mano del operador con arcilla blanca o de color, e imprimiéndola en el pecho, hombros y otras partes del cuerpo.
Así se comunica la idea de que se concede al danzante una influencia secreta, un encanto, un poder místico que surge de su santidad o de su habilidad en las artes ocultas. Este uso de la mano no se limita a una única tribu o pueblo. Asimismo lo he observado entre los Dacotas, los Winnebagos y otras tribus del oeste, así como entre las numerosas ramas de la raza roja que todavía se hallan al este del río Mississippi, por encima de la latidud 42?, y que hablan dialectos de la lengua algonquín. Un solo hecho más me parece pertinente a su pregunta. En una excursión que hice en el año 1831 a la parte menos frecuentada e interior del territorio Chippewa, situado entre el grupo de las Islas de los Doce Apóstoles, en el Lago Superior, y las cataratas de San Antonio, llegué a un curioso edificio situado al borde del bosque, en la elevada orilla de un lago, que era usado exclusivamente como el templo del pueblo. Estaba construido por anchos postes, formando un círculo, firmemente y bien cubierto de gruesa corteza de árbol, asegurada con piezas transversales. Una peculiaridad de esta estructura era que había una construcción circular dentro, o mejor, estaba arreglada como las espirales de un caracol marino, de modo que una persona podía perderse como en un laberinto. Tenía una sola puerta, destinada únicamente a la entrada del sacerdote. Como esta persona era el jefe político de la banda y un hombre de inteligencia más que normal, parecía haber adoptado esta forma de exhibir sus habilidades asegurando y extendiendo su poder.
Me permitió inspeccionar el edificio. De la pared colgaban tambores, cascabeles y otras insignias del arte del sacerdote. Había cabezas de hombre rudamente esculpidas o inscritas, y numerosas marcas de la mano, como en el caso de los danzantes desnudos. He expresado la opinión de que la mano humana denota fuerza o poder, o dominio que emana de los actos de devoción. Por tanto, la falta o ausencia de la mano o el brazo en estas figuras simbólicas, implicaría impotencia, debilidad o cobardía, que nacen del miedo, de la subyugación y de otras causas; y éste debe ser el significado de la figura del cuerpo humano sin brazos en dos de los símbolos de la antigua inscripción jeroglífica de la Assonet, o Roca Digthton, tal como la explicó el conocido jefe americano Chingerauk. FIN