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Datos principales
Desarrollo
CAPÍTULO XXVII Cómo se abrazan la tierra y la mar Acabaré con este elemento juntándolo con el precedente del agua, cuyo orden y trabazón entre sí es admirable. Tienen estos dos elementos partida entre sí una misma esfera, y abrazándose en mil maneras. En unas partes combate el agua a la tierra furiosamente como enemiga; en otras la ciñe mansamente. Hay donde la mar se entra por la tierra adentro mucho camino, como a visitarla; hay donde se paga la tierra con echar a la mar unas puntas que llega a sus entrañas. En partes se acaba el un elemento y comienza el otro muy poco a poco dando lugar uno a otro. En partes cada uno de ellos tiene al juntarse su profundo inmenso; porque se hallan islas en la mar del Sur y otras en la del Norte, que llegando los navíos junto a ellas, aunque echan la sonda en setenta y ochenta brazas, no hallan fondo. De donde se ve que son como unos espigones o puntas de tierra que suben del profundo, cosa que pone grande admiración. De esta suerte me dijo un piloto experto que eran las islas que llaman de Lobos, y otra al principio de la costa de Nueva España que llaman de los Cocos. Y aun hay parte donde en medio del inmenso Océano, sin verse tierra en muchas leguas al derredor, se ven dos como torres altísimas o picos, de viva peña, que salen en medio del mar, y junto a ellos no se halla tierra ni fonfo. La forma que enteramente hace la tierra en Indias no se puede entender, por no saberse las extremidades ni estar descubiertas hasta el día presente, pero así gruesamente podemos decir que es como de corazón con los pulmones, lo más ancho de este como corazón es del Brasil al Pirú; la punta, al Estrecho de Magallanes; el alto donde remata, es Tierrafirme, y de allí vuelve a ensanchar poco a poco hasta llegar a la grandeza de la Florida y tierras superiores, que no se saben bien. Otras particularidades de estas tierras de Indias se pueden entender de comentarios que han hecho españoles de sus sucesos y descubrimientos, y entre éstos la pregrinación que yo escribí de un hermano de nuestra Compañía, que cierto es extraña, puede dar mucha noticia. Con esto quedará dicho lo que ha parecido bastar al presente para dar alguna inteligencia de cosas de Indias, cuanto a los comunes elementos de que constan todas las regiones del mundo.