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Datos principales
Desarrollo
De lo más que sucedió en tiempo de aqueste gran monarca Xólotl hasta su fin y muerte Tlacotzin, hijo de Tzontecómal, señor de Coatlichan y de los aculhuas, se casó con Malinalxochitzin, la mayor de las dos hijas del príncipe Tlotzinpóchotl, en la cual hubo dos hijos, el primero Huetzin y la segunda Chichimecalihuatzin: el cual viéndose emparentado con la casa imperial y que sus obligaciones eran muy grandes y su estado y señorío muy corto, acordó de ir a visitar al gran chichimeca Xólotl y pedirle hiciera alguna merced a su tataranieto Huetzin; y así estando Xólotl en una recreación que tenía cerca de la laguna, le representó allí su demanda, el cual entre otras muchas mercedes que le hizo, dio a Huetzin, que era entonces mancebo de poca edad, la provincia de Tepetlaóztoc que tenían poblada aquellos seis caudillos que vinieron después de recién entrado en esta tierra, que había ochenta y un años que le pagaban tributo y vasallaje y eran de su recámara; con que se le aumentó el señorío. El tributo que estos chichimecas pagaban era conejos y liebres, venados, pieles de fieras y mantas de nequén. El príncipe Nopaltzin, que asimismo estaba en esta sazón con su padre, dio orden de que su bisnieto Huetzin se casase con Atototzin, la mayor de las dos infantas hijas de Achitometzin, primer rey y señor de los culhuas y la menor que se decía Ilancueitl se casase con Acamapichtli, su sobrino, hijo de Aculhua primer señor de Azcaputzalco y rey de los tepanecas: que ambas a dos infantas eran sobrinas de la princesa Azcalxóchitl su mujer: lo cual se puso por obra y se efectuó.
Esto sucedió en el año de 1050 de la encarnación de Cristo nuestro señor, que llaman ce ácatl. Los de la provincia de Tepetlaóztoc, visto que estaban presos debajo del señorío del mancebo Huetzin, aunque le acudían con los tributos que tenían obligación, todavía lo sentían por pesada carga y en especial Yacánex que era el caudillo principal de ellos, el cual vino a tanta demasía su desvergüenza que acometió a hacer dos cosas muy atrevidas: la una fue que así como supo los casamientos de su señor Huetzin con la infanta Atototzin, se opuso pidiéndola con violencia y amenazando al rey su padre, de que él y toda su corte se alteraron y le respondió que no podía quebrar su palabra que tenía prometida al príncipe Nopaltzin y en el ínterin que andaban con demandas y respuestas, despacharon de secreto a la infanta para entregarla a su esposo Huetzin, temiéndose de este tirano no se la sacase a fuerza de armas, porque había ido apercibido de gente y armas. La otra fue negar la obediencia totalmente a Huetzin su señor, levantando a todos los más de los chichimecas de la provincia de Tepetlaóztoc, de tal manera que el gran chichimeca Xólotl en el año de 1062, que llaman 13 ácatl, por atajar alteraciones y novedades y excusar guerras, envió a llamar a Tochintecuhtli, hijo de Quetzalmácatl señor de Quahuacan, hombre valeroso y muy experto en la milicia y con él cantidad de familias de chichimecas. Venido que fue le mandó que ante todas cosas y por principio de las mercedes que pretendía hacerle si acudía con puntualidad a lo que le quería encargar, fuese a Xaltocan y de camino se desposase con Tomiauh, su bisnieta, hija de Opantecuhtli que a la sazón era recién entrado en el señorío de Xaltocan y reinado de los otomíes y hecho esto se fuese a Huexutla y allí se pusiese con su ejército a la defensa y amparo de Huetzin, de que desde luego le hacía señor de todas aquellas tierras y de Teotihuacan y otros lugares y que procurase si pudiese sin derramamiento de sangre prender y matar a Yacánex y a sus consortes y donde no, ayudase a Huetzin y por fuerzas de armas los matasen.
Todo lo cual puso por obra Tochintecuhtli y se puso en el puesto de Huexutla el año siguiente de 1064 que llaman ce técpatl. El príncipe Quinatzin pasó su corte y morada a Oztoctícpac, que es en Tetzcuco y dio principio a esta ciudad en su población, dejando a su padre en Tlazalan, donde asistía; lo uno por parecerle éste ser mejor puesto y lo otro, por amparar a su sobrino Huetzin; que dos años antes el príncipe hizo tres cercas grandes la una por bajo de Huexutla hacia la laguna y otra en la ciudad de Tetzcuco, que había comenzado a fundar estas dos para sembrar en ellas maíz y otras semillas que usaban los aculhuas y tultecas y la otra cerca en el pueblo de Tepetlaóztoc para venados, conejos y liebres; y dio el cargo de tener cuenta de esto a dos chichimecas caudillos, que el uno se decía Acótoch y el otro Coácuech, los cuales aunque en la una cerca les era de gusto, las otras dos, de las sementeras, cosa que jamás ellos habían acostumbrado, les fue muy pesada carga; y así se confederaron con el tirano Yacánex y con otros bandoleros, de manera que les fue forzoso al príncipe Quinatzin y su sobrino Huetzin juntar sus gentes con las de Tochintecutli primer señor de Huexutla y acometer al enemigo en dos partes: en la una, en donde se había fortalecido con su gente que fue donde está ahora el pueblo de Chiautla. Fue Huetzin sobre él y tuvieron muy cruel batalla, en donde murieron de ambas partes mucha gente hasta que fueron vencidos los bandoleros y su caudillo Yacánex se fue huyendo sin parar hasta Pánuco, porque había la sierra en donde pretendieron ampararse y tenían aquella fuerza.
El príncipe Quinatzin al mismo tiempo con la gente que llevó, los desbarató y mató a muchos de ellos, aunque también se les escapó Ocótoch, el que los acaudillaba, uno de los dos atrás referidos, en seguimiento de Yacánex. Aunque por entonces quedó la tierra pacífica y en las provincias remotas todos se ocupaban en poblar y aumentarse las gentes. En este mismo año tuvo también guerra Aculhua, señor de Azcaputzalco, con Cozcacuauh uno de los chichimecas rebelados, que se le había alzado con la provincia de Tepotzotlan que pertenecía a su señorío; que después de haberlo desbaratado y vencido, se le escapó huyendo hacia la parte a donde fueron los demás. Estas batallas sucedieron a los ciento cuarenta años después de la destrucción de los tultecas, que fueron las primeras que tuvieron los chichimecas unos con otros. En el año de 1075 de la encarnación de Cristo nuestro señor, que llaman matlactiomei técpatl falleció este gran chichimeca, monarca y padre de familias Xólotl, estando en su ciudad y corte de Tenayucan, a los ciento doce años de su imperio y a los ciento diecisiete de la última destrucción de los tultecas, en la mayor prosperidad, paz y concordia que tuvo este nuevo mundo; al cual se le hicieron muy solemnes honras y fue enterrado su cuerpo en una de las cuevas de su morada, asistiendo a ellas la mayor parte de los príncipes y señores de su imperio.
Esto sucedió en el año de 1050 de la encarnación de Cristo nuestro señor, que llaman ce ácatl. Los de la provincia de Tepetlaóztoc, visto que estaban presos debajo del señorío del mancebo Huetzin, aunque le acudían con los tributos que tenían obligación, todavía lo sentían por pesada carga y en especial Yacánex que era el caudillo principal de ellos, el cual vino a tanta demasía su desvergüenza que acometió a hacer dos cosas muy atrevidas: la una fue que así como supo los casamientos de su señor Huetzin con la infanta Atototzin, se opuso pidiéndola con violencia y amenazando al rey su padre, de que él y toda su corte se alteraron y le respondió que no podía quebrar su palabra que tenía prometida al príncipe Nopaltzin y en el ínterin que andaban con demandas y respuestas, despacharon de secreto a la infanta para entregarla a su esposo Huetzin, temiéndose de este tirano no se la sacase a fuerza de armas, porque había ido apercibido de gente y armas. La otra fue negar la obediencia totalmente a Huetzin su señor, levantando a todos los más de los chichimecas de la provincia de Tepetlaóztoc, de tal manera que el gran chichimeca Xólotl en el año de 1062, que llaman 13 ácatl, por atajar alteraciones y novedades y excusar guerras, envió a llamar a Tochintecuhtli, hijo de Quetzalmácatl señor de Quahuacan, hombre valeroso y muy experto en la milicia y con él cantidad de familias de chichimecas. Venido que fue le mandó que ante todas cosas y por principio de las mercedes que pretendía hacerle si acudía con puntualidad a lo que le quería encargar, fuese a Xaltocan y de camino se desposase con Tomiauh, su bisnieta, hija de Opantecuhtli que a la sazón era recién entrado en el señorío de Xaltocan y reinado de los otomíes y hecho esto se fuese a Huexutla y allí se pusiese con su ejército a la defensa y amparo de Huetzin, de que desde luego le hacía señor de todas aquellas tierras y de Teotihuacan y otros lugares y que procurase si pudiese sin derramamiento de sangre prender y matar a Yacánex y a sus consortes y donde no, ayudase a Huetzin y por fuerzas de armas los matasen.
Todo lo cual puso por obra Tochintecuhtli y se puso en el puesto de Huexutla el año siguiente de 1064 que llaman ce técpatl. El príncipe Quinatzin pasó su corte y morada a Oztoctícpac, que es en Tetzcuco y dio principio a esta ciudad en su población, dejando a su padre en Tlazalan, donde asistía; lo uno por parecerle éste ser mejor puesto y lo otro, por amparar a su sobrino Huetzin; que dos años antes el príncipe hizo tres cercas grandes la una por bajo de Huexutla hacia la laguna y otra en la ciudad de Tetzcuco, que había comenzado a fundar estas dos para sembrar en ellas maíz y otras semillas que usaban los aculhuas y tultecas y la otra cerca en el pueblo de Tepetlaóztoc para venados, conejos y liebres; y dio el cargo de tener cuenta de esto a dos chichimecas caudillos, que el uno se decía Acótoch y el otro Coácuech, los cuales aunque en la una cerca les era de gusto, las otras dos, de las sementeras, cosa que jamás ellos habían acostumbrado, les fue muy pesada carga; y así se confederaron con el tirano Yacánex y con otros bandoleros, de manera que les fue forzoso al príncipe Quinatzin y su sobrino Huetzin juntar sus gentes con las de Tochintecutli primer señor de Huexutla y acometer al enemigo en dos partes: en la una, en donde se había fortalecido con su gente que fue donde está ahora el pueblo de Chiautla. Fue Huetzin sobre él y tuvieron muy cruel batalla, en donde murieron de ambas partes mucha gente hasta que fueron vencidos los bandoleros y su caudillo Yacánex se fue huyendo sin parar hasta Pánuco, porque había la sierra en donde pretendieron ampararse y tenían aquella fuerza.
El príncipe Quinatzin al mismo tiempo con la gente que llevó, los desbarató y mató a muchos de ellos, aunque también se les escapó Ocótoch, el que los acaudillaba, uno de los dos atrás referidos, en seguimiento de Yacánex. Aunque por entonces quedó la tierra pacífica y en las provincias remotas todos se ocupaban en poblar y aumentarse las gentes. En este mismo año tuvo también guerra Aculhua, señor de Azcaputzalco, con Cozcacuauh uno de los chichimecas rebelados, que se le había alzado con la provincia de Tepotzotlan que pertenecía a su señorío; que después de haberlo desbaratado y vencido, se le escapó huyendo hacia la parte a donde fueron los demás. Estas batallas sucedieron a los ciento cuarenta años después de la destrucción de los tultecas, que fueron las primeras que tuvieron los chichimecas unos con otros. En el año de 1075 de la encarnación de Cristo nuestro señor, que llaman matlactiomei técpatl falleció este gran chichimeca, monarca y padre de familias Xólotl, estando en su ciudad y corte de Tenayucan, a los ciento doce años de su imperio y a los ciento diecisiete de la última destrucción de los tultecas, en la mayor prosperidad, paz y concordia que tuvo este nuevo mundo; al cual se le hicieron muy solemnes honras y fue enterrado su cuerpo en una de las cuevas de su morada, asistiendo a ellas la mayor parte de los príncipes y señores de su imperio.