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Datos principales
Desarrollo
CAPÍTULO V De la plata de Indias En el libro de Job leemos así: "tiene la plata ciertos principios y raíces de sus venas; y el oro tiene su cierto lugar, donde se cuaja. El hierro, cavando se saca de la tierra, y la piedra deshecha con el calor, se vuelve en cobre". Admirablemente con pocas palabras declara las propriedades de estos cuatro metales, plata, oro, hierro, cobre. De los lugares donde se cuaja y engendra el oro, algo se ha dicho, que son o piedras en lo profundo de los montes y senos de la tierra, o arena de los ríos y lugares anegadizos, o cerros muy altos de donde los polvos de oro se deslizan con el agua, como es más común opinión en Indias, de donde vienen muchos del vulgo a creer que del tiempo del Diluvio sucedió hallarse en el agua el oro en partes tan extrañas como se halla. De las venas de la plata o vetas, y de sus principios y raíces que dice Job, trataremos agora diciendo primero que la causa de tener el segundo lugar en los metales la plata, es por llegarse al oro más que otro ninguno en el ser durable y padecer menos del fuego, y dejarse más tratar y labrar, y aún hace ventaja al oro en relucir más y sonar más. También porque su color es más conforme a la luz y su sonido es más delicado y penetrativo; y partes hay donde estiman la plata más que el oro, pero el ser más raro el oro y la naturaleza más escasa en darlo, es argumento de ser metal más precioso, aunque hay tierras, como refieren de la China, donde se halla más fácilmente oro que plata; lo común y ordinario es ser más fácil y más abundante la plata.
En las Indias Occidentales proveyó el Creador tanta riqueza de ella, que todo lo que se sabe de las historias antiguas y todo lo que encarecen las Argentifodinas de España y de otras partes, es menos que lo que vimos en aquellas partes. Hállanse minas de plata comúnmente en cerros y montes muy ásperos y desiertos, aunque también se han hallado en sabanas o campos. Estas son de dos maneras: unas llaman sueltas, otras llaman vetas fijas. Las sueltas son unos pedazos de metal que acaece estar en partes donde acabado aquel pedazo, no se halla más. Las vetas fijas son las que en hondo y en largo tienen prosecución al modo de ramos grandes de un árbol, y donde se halla una de éstas es cosa ordinaria haber cerca luego otras y otras vetas. El modo de labrar y beneficiar la plata que los indios usaron, fue por fundición, que es derritiendo aquella masa de metal al fuego, el cual echa la escoria a una parte y aparta la plata del plomo, y del estaño y del cobre y de la demás mezcla que tiene. Para esto hacían unos como hornillos donde el viento soplase recio, y con leña y carbón hacían su operación. A éstas en el Pirú llamaban guairas. Después que los españoles entraron, demás del dicho modo de fundición que también se usa, benefician la plata por azogue, y aun es más la plata que con él sacan que no la de fundición; porque hay metal de plata que no se beneficia ni aprovecha con fuego, sino con azogue, y éste comúnmente es metal pobre, de lo cual hay mucha mayor cantidad.
Pobre llaman al que tiene poca plata en mucha cantidad; rico al que da mucha plata. Y es cosa maravillosa que no sólo se halla esta diferencia de sacarse por fuego un metal de plata, y otro no por fuego sino por azogue, sino que en los mismos metales que el fuego saca por fundición, hay algunos que si el fuego se enciende con aire artificial, como de fuelles, no se derrite ni se funde, sino que ha de ser aire natural que corra, y hay metales que se funden tan bien o mejor con aire artificial dado por fuelles. El metal de las minas de Porco se beneficia y funde fácilmente con fuelles; el metal de las minas de Potosí no se funde con fuelles ni aprovecha sino el aire de guairas, que son aquellos hornillos que están en las laderas del cerro, al viento natural, con el cual se derrite aquel metal. Y aunque dar razón de esta diversidad es difícil, es ella muy cierta por experiencia larga. Otras mil delicadezas ha hallado la curiosidad y codicia, de este metal, que tanto los hombres aman, de las cuales diremos algunas adelante. Las principales partes de Indias que dan plata, son la Nueva España y Pirú, mas las minas del Pirú son de grande ventaja, y entre ellas tienen el primado del mundo las de Potosí, de las cuales trataremos un poco de espacio, por ser de las cosas más célebres y más notables que hay en las Indias occidentales.
En las Indias Occidentales proveyó el Creador tanta riqueza de ella, que todo lo que se sabe de las historias antiguas y todo lo que encarecen las Argentifodinas de España y de otras partes, es menos que lo que vimos en aquellas partes. Hállanse minas de plata comúnmente en cerros y montes muy ásperos y desiertos, aunque también se han hallado en sabanas o campos. Estas son de dos maneras: unas llaman sueltas, otras llaman vetas fijas. Las sueltas son unos pedazos de metal que acaece estar en partes donde acabado aquel pedazo, no se halla más. Las vetas fijas son las que en hondo y en largo tienen prosecución al modo de ramos grandes de un árbol, y donde se halla una de éstas es cosa ordinaria haber cerca luego otras y otras vetas. El modo de labrar y beneficiar la plata que los indios usaron, fue por fundición, que es derritiendo aquella masa de metal al fuego, el cual echa la escoria a una parte y aparta la plata del plomo, y del estaño y del cobre y de la demás mezcla que tiene. Para esto hacían unos como hornillos donde el viento soplase recio, y con leña y carbón hacían su operación. A éstas en el Pirú llamaban guairas. Después que los españoles entraron, demás del dicho modo de fundición que también se usa, benefician la plata por azogue, y aun es más la plata que con él sacan que no la de fundición; porque hay metal de plata que no se beneficia ni aprovecha con fuego, sino con azogue, y éste comúnmente es metal pobre, de lo cual hay mucha mayor cantidad.
Pobre llaman al que tiene poca plata en mucha cantidad; rico al que da mucha plata. Y es cosa maravillosa que no sólo se halla esta diferencia de sacarse por fuego un metal de plata, y otro no por fuego sino por azogue, sino que en los mismos metales que el fuego saca por fundición, hay algunos que si el fuego se enciende con aire artificial, como de fuelles, no se derrite ni se funde, sino que ha de ser aire natural que corra, y hay metales que se funden tan bien o mejor con aire artificial dado por fuelles. El metal de las minas de Porco se beneficia y funde fácilmente con fuelles; el metal de las minas de Potosí no se funde con fuelles ni aprovecha sino el aire de guairas, que son aquellos hornillos que están en las laderas del cerro, al viento natural, con el cual se derrite aquel metal. Y aunque dar razón de esta diversidad es difícil, es ella muy cierta por experiencia larga. Otras mil delicadezas ha hallado la curiosidad y codicia, de este metal, que tanto los hombres aman, de las cuales diremos algunas adelante. Las principales partes de Indias que dan plata, son la Nueva España y Pirú, mas las minas del Pirú son de grande ventaja, y entre ellas tienen el primado del mundo las de Potosí, de las cuales trataremos un poco de espacio, por ser de las cosas más célebres y más notables que hay en las Indias occidentales.